9 de cada 10 gobiernos locales invierten menos del 3% en cultura

Por Maureen de los Ángeles Ruiz Espinoza, [email protected]
07/11/2018

La inversión local en cultura vive a merced de la bondad de los líderes cantonales. Sin legislación ni ningún tipo de reglamento que establezca cuánto deben invertir las municipalidades de Costa Rica en el sector, la mayoría destina menos del 3% de sus recursos a programas culturales, y menos de una quinta parte de las alcaldías cuenta con una oficina de cultura.

En las cuatro municipalidades con mejor índice de gestión municipal y las cuatro con el peor (de acuerdo a división de grupos que hace la Contraloría General de la República (CGR)), siete mostraron ejecuciones presupuestarias menores al 1% para cultura, de acuerdo con una revisión del Semanario Universidad y Punto y Aparte.

Municipalidad
San Carlos
Santa Cruz
San Rafael de Heredia
Santa Bárbara de Heredi
Flores
Guatuso
Valverde Vega
Los Chiles
Presupuesto ejecutado
Inversión en cultura(absoluto)
Inversión en cultura(%)
Calificación
14.111,67 millones
95 millones
0,7
88,5
6.935,62 millones
110 millones
1,6
53,85
3.600,60 millones
25 millones
0,7
83,68
4.028,96 millones
6 millones
0,1
46,35
2.175,75 millones
14 millones
0,6
79,64
2.059,59 millones
6 millones
0,3
34,71
1.828,17 millones
14 millones
0,8
73,86
1.773,79 millones
5 millones
0,3
34,68
Datos del 2017

Además, en los últimos doce años, solo la municipalidad de Desamparados y Liberia solicitaron recursos al Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) para proyectos orientados en el sector cultural, pese a que la entidad cuenta con ₡10 mil millones anuales para apoyar las iniciativas.

De esta forma, los datos evidencian que la inversión en cultural es mínima, aún cuando el libre acceso y pleno goce a la cultura son un derecho que dicta la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), y en el país es refrendado por la Política Nacional de Derechos Culturales.

Olvidados

Abel Guadamuz tiene 51 años, cuarenta de ellos los ha dedicado a tocar la marimba por las calles de Santa Cruz, en Guanacaste. Empezó con pequeños contratos en eventos y, con el tiempo, quiso enseñar su arte a otros. Tenía un objetivo claro: dirigir un grupo de marimba local en el pueblo que tiene como símbolo alegórico ese instrumento.

Su sueño se vio frustrado puesto que la municipalidad no lo apoyó en su deseo de compartir su amor por el instrumento ni trasmitir su conocimiento; empero años después encontró un espacio en la Universidad de Costa Rica (UCR) para ser profesor en este área.

“Me da tristeza decir que soy de Santa Cruz, Guanacaste, ciudad folklórica de Costa Rica y eso (las celebraciones culturales) se ve solo una vez al año, cuando llegan las fiestas típicas nacionales. Terminan y se olvidaron de la cultura, de la marimba y de todo”, dijo.

El “olvido” al que se refiere, se traduce en una inversión esporádica y fortuita de los gobiernos locales hacia las expresiones artísticas y culturales.

Incluso las estadísticas se han olvidado de la cultura: la Contraloría General de la República, entidad que aprueba los presupuestos municipales del país, no tiene datos específicos sobre cuánto invierten los municipios en el sector.

La información más detallada se puede encontrar mezclada con educación y deportes en el Sistema de Información sobre Planes y Presupuestos (SIPP) de la CGR. Según estos datos, el año pasado, solo nueve municipalidades mostraron una inversión superior al 3% en la categoría de “Educación, Cultura y Deportes”, de acuerdo con los presupuestos totales.

Municipalidad
Presupuesto ejecutado (millones)
Invertido en educación, cultura y deportes (millones)
Invertido en educación cultura y deportes (%)
Municipalidad
Presupuesto ejecutado (millones)
Invertido en educación, cultura y deportes (millones)
Invertido en educación cultura y deportes (%)
Datos del 2017

El desinterés por el tema es aún más claro, al corroborar que el promedio que se destina a cultura es de un 0.5%.

Conocer cuánto específicamente se invierte en el área es más complejo: para este artículo Semanario Universidad solicitó, municipalidad por municipalidad, los datos presupuestarios de cada gobierno local, para observar su inversión en el tema. La solicitud hecha a los 4 gobiernos locales con mejor índice de gestión municipal y los 4 con peores indicadores (de acuerdo a los grupos que hace la CGR), permite echar un vistazo al fenómeno en el país.

Entre las municipalidades de San Carlos, Santa Cruz, San Rafael, Santa Bárbara, Flores, Guatuso, Valverde Vega (Sarchí) y Los Chiles, solo la primera de ellas superó el 1% de inversión en cultura en el 2017.

¿Más? ¿Menos?

¿Qué significa un porcentaje más alto o bajo de inversión municipal en cultura?

De acuerdo con la investigadora cultural, Fresia Camacho, la importancia de asignar recursos a este sector radica en la promoción y el desarrollo de las identidades de los pueblos y grupos sociales, así como la formación de talentos y creatividad de las personas.

Invertir en cultura solo un 1% del presupuesto total de la municipalidades es realmente poco pero es un avance porque significa que asumieron compromisos con el tema, en criterio de la investigadora.

“Cuando hay un 3% para cultura, ya hay presupuesto, por ejemplo, para fondos concursables locales, para poder apoyar iniciativas de artesanía o para proyectos de patrimonio inmaterial”, agregó Camacho.

Pero más allá de asignar un porcentaje a el área -que es esencial-, la distribución de los recursos es lo más importante. Y en este punto es fundamental el concepto que tengan las alcaldías sobre el tema, ya que a partir del mismo se define el tipo de cultura que se va a promover en el territorio.

Aparte de ser un derecho, la cultura se define como el conjunto de rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social, según la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural de la Unesco.

A nivel local, Política Nacional de Derechos Culturales, define la cultura como una “característica esencial de la humanidad", y un proceso dinámico y portador de identidades, valores y significados.

Al invertir en cultura se hace uso de un mecanismo “poderoso” de prevención social en áreas de riesgo, ya que se le da a la persona una opción de ocupar su tiempo, distraerse y aprender a la vez, según explicó el director del Estado Nación, Jorge Vargas Cullel.

Las propiedades definidas en los párrafos anteriores se materializan en el cantón de San Rafael de Heredia, donde hace dos años un total de siete jóvenes se reunían en una agrupación coral en sus casas para ensayar un repertorio de canciones.

En la actualidad, el coro aglutina a 32 integrantes más, que al crecer exponencialmente practican su canto en un salón contiguo al Centro de Acopio de la comunidad, con la tutoría de una profesora de música.

Tanto el espacio como la compra de instrumentos y la contratación de la directora del coro, Nancy Varela, fueron responsabilidades que asumió el gobierno local, tras la ayuda que solicitó aquella base coral de 2016.

Según Varela, las presentaciones aumentaron desde que se cuenta con el apoyo municipal y, a su vez, el sentimiento de pertenencia a la comunidad se ha fortalecido.

Al sopesar, con el ejemplo anterior, las virtudes de garantizar el goce y acceso a la cultura, se desnudan los perjuicios de no invertir, ni apoyar o acompañar a los gestores y artistas culturales, en detrimento del estímulo a la creación de talento, así como de la posibilidad de incentivar las prácticas creativas de la población.

Destinar pocos recursos a cultura trae como consecuencia ausencia de talentos, creatividad en la población, poca identidad en los pueblos, personas individualistas y más, explicó Camacho.

Para lograr un cambio del interés institucional por la cultura, la fuerza ciudadana debe ser más insistente y deben haber más grupos exijan su manifestación, aseveró Camacho.

Brújula con el norte erróneo

La falta de apoyo a actividades y prácticas artísticas y culturales que son fortalezas de una región es la regla en los ayuntamientos.

Desde hace 18 años, Abel Guadamuz cumplió su sueño de enseñar a los santacruceños a tocar marimba, aunque lo lograra con el apoyo de la Universidad de Costa Rica y no por medio del gobierno local de su cantón. A raíz de esta negativa su resentimiento es aún perceptible.

Hacer sonar las teclas de este símbolo nacional sigue siendo una de las actividades culturales más fuertes del cantón guanacasteco, pero el gobierno local aún “no ha podido apoyarlo”, según reconoció la alcaldesa del lugar, María Rosa López.

A esta desatención municipal se suman la ausencia de planificación y de personas capacitadas en el tema, de acuerdo con la directora del Instituto de Investigaciones en Arte de la UCR, Ana Patricia Fumero.

La investigadora señala que para tener una adecuada gestión cultural se debe iniciar un mapeo de los actores más robustos y débiles del territorio, definir el tipo de cultura que se quiere promover, crear políticas adecuadas al sector y realizar una programación coherente con los resultados obtenidos.

Todo lo anterior, en concordancia con la visión de cultura que busque proyectar la municipalidad, tanto a mediano como a largo plazo.

De los ocho ayuntamientos analizados para este reportaje, todos sus alcaldes aseguran conocer los puntos fuertes y débiles del cantón, sin embargo, no cuentan con información basada en indagaciones cuantitativas y cualitativas que sustenten sus apreciaciones.

En este sentido, solo la municipalidad de San Rafael de Heredia hizo un mapeo previo para identificar las fortalezas y debilidades en materia cultural (entre estos detectaron bandas, intérpretes de instrumentos, pintores, escultores y artesanos), cuyos hallazgos se recopilaron en el 2016 tras un diagnóstico de los cinco distritos del cantón.

“Los manejamos empíricamente: música, bandas y comidas típicas, pero como cantón no tenemos identificados esos puntos que podríamos decir que son los principales”, aseveró el alcalde de los Chiles, Jacobo Guillén.

“La marimba es lo que le da aquella alegría en las calles de Santa Cruz (...). Gracias a Dios esto (tocar marimba) no se ha perdido por el interés que tenemos nosotros como santacruceños de llevarlo en las raíces”, expresó Guadamuz.

Un pedacito de entre tanto

14.111,67
Presupuesto ejecutado (en millones)
0,7%
Inversión en cultura
95 millones en
-Fortalecimiento de grupos organizados del cantón
-Capacitaciones
-Respaldo digital de música
-Mantenimiento del Centro Cívico
6.935,62
Presupuesto ejecutado (en millones)
1,6%
Inversión en cultura
110 millones en
-Filarmonía
-Centro Cívico
-Festival de la Luz
-Festival de Artes Visuales
-Semana Cultura
-Actividades culturales
3.600,60
Presupuesto ejecutado (en millones)
0,7%
Inversión en cultura
25 millones en
-Escuela municipal de artes
-Programa de actividades culturales
-Aniversario del cantón
-Talleres
-Exposiciones
-Festivales
-Semana Cívica
-Entre otras
4.028,96
Presupuesto ejecutado (en millones)
0,1%
Inversión en cultura
6 millones en
-Publicidad y propaganda
-Servicios de gestión y apoyo
-Transporte
-Alimentos
-Textiles y vestuario
-Útiles, materiales y suministros
2.175,75
Presupuesto ejecutado (en millones)
0,3%
Inversión en cultura
14 millones en
-Juego de pólvora
-Alimentos
-Actividades cívicas del cantón
-Actividades navideñas
-Feria Artesanal
-Actividades recreativas
2.059,59
Presupuesto ejecutado (en millones)
0,3%
Inversión en cultura
6 millones en
-Fortalecimiento al grupo de Escuela de música.
-Mejoras al parque.
-Enriquecimiento del equipo deportivo en fútbol salón en categorías a y b.
-Grupo danza Weell dlue- Guatuso.
1.828,17
Presupuesto ejecutado (en millones)
0,8%
Inversión en cultura
14 millones en
-Alquiler de maquinaria, equipo y mobiliario
-Información
-Publicidad y propaganda
-Transporte
-Capacitación
-Actividades protocolarias
Alimentos
1.773,79
Presupuesto ejecutado (en millones)
0,3%
Inversión en cultura
5 millones en
-Festival Folklórico
-Actividades culturales
Datos del 2017

Naranja con semillas

“La falta de promoción y estímulo al ejercicio de los derechos culturales provocó que la cultura no sea vista como un motor del desarrollo”, según la Política Nacional de Derechos Culturales, a pesar de que algunas áreas de la cultura, medidas por la Cuenta Satélite de la Unidad de Cultura y Economía del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), aportaron al Producto Interno Bruto (PIB) del 2012 casi lo mismo que las exportaciones de banano y café, según se comparó en la Política Nacional de Derechos Culturales.

La sumatoria del aporte al PIB del cultivo de banano y del café dio como resultado un 1.5%, mientras que el área editorial, audiovisual y publicidad sumaron un 1.4%.

A este aporte de la cultura a la economía del país se le denomina economía creativa o naranja, que es generada por las industrias culturales y creativas. Desde el 2011 es cuantificada por el MCJ y el Banco Central, ya que son consideradas un motor de desarrollo integral que promueven la inclusión social y la diversidad cultural, entre otras virtudes.

Un ejemplo de estos productos o expresiones creativas es la Fábrica de Carretas Eloy Alfaro, ubicada en Sarchí.

Desde 1920 se dedican a la confección de carretas en el cantón alajuelense, proceso que sus propietarios diversificaron al abrir un tour en las instalaciones de la empresa para mostrar no solo el procedimiento y las personas involucradas en la elaboración del producto, sino también para contar la historia del lugar e importancia que tiene este símbolo nacional.

A raíz de ello, actualmente reciben la visita de entre 500 y 800 personas por día, que culminan su recorrido en la tienda de productos artesanales, comprados a artesanos locales.

El progreso y encadenamiento que genera la promoción de la cultura es aún un punto ciego para los alcaldes consultados, pese a que todos aseguran ver en el sector una oportunidad de desarrollo.

En algunos de los casos investigados, el fomento a las expresiones culturales se limita a ferias o celebraciones cantonales (entre una y tres por año según lo reportado), con el agravante de que ninguno de los gobiernos locales registra como mínimo la asistencia o las ventas que hicieron los actores culturales en las actividades.

“Para nosotros no es de gran interés saber cuánto vendieron. Cuando no venden reclaman, mientras vendan y estén contentos no tenemos problema”, aseveró la alcaldesa de Santa Cruz, María Rosa López.

Estos controles son vitales porque permiten conocer el impacto del evento como fuente de desarrollo, según analizó el economista francés y responsable del texto sobre cultura y emprendimiento para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, organización en la cual Costa Rica está en proceso de adhesión), Xavier Greffe.

Según explicó Greffe, al comparar los datos de una actividad con otra se arriban a conclusiones que enriquecen la promoción y realización de eventos, para mejorar, por ejemplo, el abordaje de los públicos meta.

Igualmente, si los resultados de un evento no son los esperados, a partir de la información recopilada y sistematizada se pueden identificar los aspectos a corregir.

“Si yo hago un festival de artesanía un día por año y yo no disfruto de la fama del evento para hacer un registro del repertorio de los artesanos, es una pérdida”, enfatizó Greffe.

Muchos sí, uno tal vez

El grupo Proyección Folclórica Mi Tierra Los Chiles no tiene frente a sí un público compuesto por mil personas. En realidad, no hay ningún espectador que esté apreciando el ensayo de los 35 integrantes que integran al colectivo. Bailan como si fuera la presentación más importante que hayan tenido. No hay error, están perfectamente sincronizados y todos sonríen francamente. Su entusiasmo se siente y se contagia.

Como es habitual, una vez que concluye la jornada lectiva, comienza el ensayo de baile a las cuatro de la tarde en el salón de la Cruz Roja de Los Chiles, espacio que consiguieron gracias a la ayuda de la municipalidad.

Gran parte del grupo se apresta en el lugar una hora antes de iniciar el entrenamiento. Algunos deberían estar en clases, pero hay huelga de maestros y prefieren llegar antes para acomodar la sala y que esté lista para cuando se presente “el profe”, Oldemar Miranda Calix.

Su esfuerzo les trajo como recompensa invitaciones de diversas localidades del país; sin embargo, al no tener dinero para trasladarse, Miranda Calix, coreógrafo y director de la agrupación, presentó el proyecto ante el Consejo Municipal para conseguir algún respaldo.

Sus acciones dieron frutos: el grupo folklórico recibió, por medio del Consejo de la Persona Joven (CPJ), aportes en transporte, alimentación y sostenimiento del proyecto.

Para las agrupaciones culturales es más sencillo obtener apoyo de parte de las municipalidades, si se le compara con un artista independiente, debido a que al sumar más integrantes, posee mejor estructura y mayor sostenibilidad.

Además, a lo largo del tiempo los colectivos ayudan a mediar con la ciudadanía y alcanzan mayor impacto. “Es más fácil para las autoridades dar seguimiento a menos iniciativas de mayor alcance”, manifestó la experta en el tema, Fresia Camacho.

No obstante, esta línea de acción descuida a muchos actores culturales que no obtienen apoyo. Tal es el caso de Cristopher Alvarado en la comunidad de Guatuso, un niño de ocho años a quien le gusta decir retahílas; Alvarado mantiene la tradición por iniciativa propia, debido a que según dijo su papá, Daniel Alvarado, nunca ha recibido apoyo de nadie y tampoco de la municipalidad del cantón norteño.

Mas, la alcaldesa de Guatuso, Ilse Gutiérrez, aseguró que al pequeño se le han abierto espacios en los que puede presentarse como parte del espectáculo cultural.

“Nosotros tratamos de ayudarle a todas las personas que estén organizadas, no improvisamos los recursos, no es que alguien se organizó hoy y le damos recursos. Tiene que haber continuidad para que se de eso”, aseveró el alcalde de San Carlos, Alfredo Córdoba.

En los últimos 12 años, solo dos gobiernos locales solicitaron ayuda al IFAM para proyectos culturales

Los municipios también pueden acceder a recursos para financiar sus proyectos culturales, ya que el IFAM cuenta con ₡10 mil millones anuales para apoyar las iniciativas, pero esta opción se ha desaprovechado por varios años. Lea más...

Según detallan los alcaldes consultados, las personas se acercan con frecuencia a pedir recursos para sus proyectos culturales, pero desde el punto de vista de los artistas, el apoyo solicitado es económico y de asistencia o asesoría.

Es culpa de la ley

En promedio, la inversión en materia cultural de las municipalidades seleccionadas para el reportaje es de 0.6% del total del presupuesto del 2017. Sus respectivos alcaldes justificaron la decisión política de cómo y en qué destinar en el sector, con el argumento de la existencia de un vacío en la ley, ya que el marco legal no los obliga a destinar un monto ni les indica cómo hacerlo.

“Hay un vacío porque, por ejemplo, los comités cantonales de deportes tienen un presupuesto establecido por ley, pero cultura no, ha sido un tema secundario; entonces, si al momento de hacer las presupuestaciones alcanza la plata se destina y sino no”, explicó el alcalde de San Rafael de Heredia, Verny Valerio.

No obstante, en relación con esta limitación presupuestaria, los gobiernos locales investigados no aceptaron su responsabilidad, al basarse en la tesis de la autonomía que gozan para definir las líneas de inversión.

De hecho, el Código Municipal se refiere al tema solamente en el artículo 49, al fijar la conformación de una comisión de asuntos culturales. En los 171 artículos restantes del reglamento no vuelve a aparecer ni siquiera la palabra.

A partir de esto, el alcalde de San Carlos, Alfredo Córdoba y el de Flores, Gerardo Rojas, coincidieron en que la asignación de recursos a esta área puede dejarse de lado ya que depende de la visión que tenga cada alcalde.

En el caso de Sarchí, la vicealcaldesa, Norma Zeledón, es consciente de que a raíz de esta ausencia, “al tema de la cultura no se le ha da la seriedad que debería de tener”. Por el contrario, afirma que muy pocas veces se le apoya, aún cuando la ministra de Cultura, Sylvie Durán, ha tratado de rescatar el sector.

Esta versión coincide con el alcalde de Los Chiles, quien agrega que la preocupación del MCJ es únicamente a nivel del Valle Central.

La carencia de contenidos que digan explícitamente las competencias de las municipalidades en materia cultural, también se señala en la Política Nacional de Derechos Culturales, dando lugar a “la idea generalizada de que la atención cultural por parte de los municipios es optativa”.

“Yo pienso que lo que hay es carencia de ideas y un total desinterés por aspectos culturales”, calificó Aquiles Jiménez, escultor de San Rafael de Heredia.

Jiménez tiene 49 años de dedicarse al arte. La elaboración de esculturas le ha llevado a Italia, México, China y otros países más. Desde su perspectiva, hay un vacío dentro de la legislación. Más allá de esto considera que hay un “vacío espiritual” porque, por ejemplo en su comunidad no ve un apoyo sustancioso como en el caso de los deportes.

Así es. El capítulo siete del Código Municipal está dedicado al tema deportivo, cuyos artículos establecen la asignación de un 3% del presupuesto a esta rama y la creación de un comité cantonal de deportes.

La diferencia entre un ámbito como la economía y la cultura, nace de la presión de la población y los espacios ganados alrededor del tema, según el analista político, Sergio Araya. Es decir, es común que en todas las comunidades haya una plaza de fútbol y un grupo de locales que estimule su utilización.

La PNDDCC es la única que establece responsabilidades sobre las municipalidades, por medio de líneas acción y estrategias mas no instrumentaliza el tiempo en que se deben ejecutar, o las consecuencias en caso de efectuarlas.

Soluciones sin apoyo

Para solucionar el problema de la poca inversión y falta de gestión en cultura, en la corriente legislativa hay un proyecto de ley que busca establecer un comité cantonal de cultura al cual se le asigne un 3% del presupuesto municipal. La iniciativa la presentaron los exdiputados del Frente Amplio, Francisco Camacho y Jorge Arguedas, en el periodo 2014-2018.

Pese a que el expediente 20.376 sería una manera de resolver el vacío legal, tres de las ocho alcaldías consultadas (San Carlos, San Rafael y Santa Bárbara) están en contra de su avance porque aseguran que los municipio “pequeños” se verían afectados, y tendrían que desatender ciertas áreas para invertir en el sector cultural.

No obstante, al consultarle a los gobiernos locales con menor presupuesto, como Flores, Guatuso, Valverde Vega y Los Chiles, estos se pronunciaron en favor de la iniciativa, al aducir que se verían obligados a dedicar recursos a cultura.

La vicealcaldesa de Sarchí, Norma Zeledón, condicionó el apoyo al proyecto de ley si se destinara la inversión a partir nuevos ingresos, en caso de ser así, San Carlos y San Rafael apoyarían el texto.

Solo la quinta parte de las municipalidades cuentan con una oficina de cultura

Política Nacional de Derechos Culturales no es respetada por 65 municipios. Una oficina municipal de cultura se encarga de administrar de manera responsable y eficaz los recursos públicos de los programas culturales. Lea más...

Otra alternativa para solucionar esta problemática es la creación de políticas culturales, normativas que parten de diagnósticos para identificar los problemas percibidos por la comunidad y construir recomendaciones para solventarlas.

Hasta el momento, no hay ninguna institución que maneje el dato de cuáles municipios cuentan con una política cultural, pero, por ejemplo, Belén, San José, y Jiménez constituyeron una respectivamente.

La presencia de gestores culturales dentro de la municipalidad también reduciría la problemática, ya que son personas que conocen del tema y realizan las actividades y los proyectos artístico culturales, y están en constante comunicación con la comunidad para saber hacia dónde dirigir las ideas.

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Solo la quinta parte de las municipalidades cuentan con una oficina de cultura

Política Nacional de Derechos Culturales sin ser respetada por 65 municipios. Una oficina municipal de cultura se encarga de administrar de manera responsable y eficaz los recursos públicos de los programas culturales.

De la totalidad de las municipalidades del país (82), solo la quinta parte (17) de ellas cuentan con una oficina de cultura, esto pese que la Política Nacional de Derechos Culturales les responsabiliza de conformar una en cada ayuntamiento.

Una oficina municipal de cultura se encarga de administrar de manera responsable y eficaz los recursos públicos de los programas culturales. Además, busca la descentralización y diversificación de las actividades que lleven a cabo dentro del cantón.

Ante la carencia de obligaciones del Código Municipal en el tema cultural, la Política responsabiliza a los gobiernos locales a crear esta instancia como una solución al problema, que en coordinación con el Sector Cultura planifique e implemente políticas culturales a nivel local. Esta tarea no lo han cumplido 65 municipalidades.

De acuerdo con la Red de Cultura Intermunicipal (RECIM), los ayuntamientos que cumplen son: San José, Escazú, Belén, Desamparados, Mora, Santa Ana, Moravia, Grecia, Palmares, Alajuelita, San Carlos, Aserri, Turrialba, La Cruz, Alajuela, Curridabat y La Unión.

La Unión de Gobiernos Locales y el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) han realizado en coordinación diversas capacitaciones dirigidas a los ayuntamientos. Para tales fines, actualmente invitaron a funcionarios de todas las municipalidades a un taller de gestión cultural, a los cuales se le pagaban viáticos y en algunos casos hospedajes; sin embargo, a las actividades formativas solo asistieron personal de 28 municipalidades, según la lista que levantó el MCJ.

La RECIM, integrada por 23 municipio, tiene como objetivo el fortalecimiento cultural a nivel regional, por medio de la comunicación, formación y asistencia técnica.

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En los últimos 12 años, solo dos gobiernos locales solicitaron ayuda al IFAM para proyectos culturales

Los municipios también pueden acceder a recursos para financiar sus proyectos culturales, el IFAM cuenta con ₡10 mil millones anuales para apoyar las iniciativas, pero esta opción se ha desaprovechado por varios años.

Durante los últimos 12 años, solo los gobiernos locales de Desamparados y Libera gestionaron trámites ante Instituto de Fortalecimiento y Asesoría Municipal (IFAM) para obtener apoyo en proyectos culturales.

Ambas peticiones se realizaron en el 2016. Desamparados solicitó la asistencia técnica para el diseño y los planos constructivos de un nuevo edificio, en el cual se pedía integrar la biblioteca y el teatro municipal. Al municipio se le financiaron ₡154 millones y se le entregaron los documentos que pidieron.

Liberia por su parte, solicitó ayuda para realizar el anteproyecto y los planos constructivos del “Nuevo parque Mario Cañas Ruiz”. La propuesta que se realizó a la municipalidad incluye un anfiteatro, espacios para eventos culturales y mantener como patrimonio cultural el quiosco del parque.

Anualmente el IFAM cuenta con ₡10 mil millones para financiar iniciativas municipales culturales; sin embargo, las alcaldías prefieren presentar proyectos orientados a otras temáticas.

Las solicitudes que se pueden hacer con perfil cultural son de diverso tipo: teatros, casas de la cultura, equipamiento de bandas, entre otras. Solo se debe cumplir con los procedimientos ya establecidos.

“Se pone a disposición un promotor, este genera un expediente que acopia el conjunto de requisitos que el proyecto y el reglamento que exige. Tanto la asesoría técnica y la asistencia técnica pueden ser no reembolsables, pero con esta última, la asistencia se contempla en el marco de un proyecto en concreto”, explicó la directora ejecutiva de la institución, Marcela Guerrero.

Las municipalidades pueden solicitar apoyo financiero al IFAM para proyectos de obra pública, asistencia técnica, asesoría técnica y capacitación. Las propuestas son valoradas de acuerdo a las políticas de crédito, viabilidad financiera y capacidad municipal para devolver los fondos.