La manifestación de miles de huelguistas que protestan contra la reforma fiscal se vio empañada este miércoles por brotes de violencia y tensión en los alrededores de la Asamblea Legislativa, en San José.
Un grupo de personas que participaba de la manifestación intentó romper el cordón de seguridad para llegar con un camión hasta la entrada del Congreso, por lo que la Fuerza Pública debió reforzar la presencia policial, junto con los encargados de seguridad del Congreso e incluso debieron llamar a grupos antimotines. También, varios helicópteros sobrevolaron por la zona.
Algunos huelguistas tiraron piedras, botellas y gases e insistían en que los dejaran ingresar a la Asamblea.
Sin embargo, los dirigentes sindicales aseguran que estos grupos violentos no representan al movimiento.
La marcha que se realiza desde las 10 a. m. llenó de personas todo el Paseo Colón, en San José, y se dirigió hacia la Asamblea. Esta manifestación es parte de la huelga que se realiza desde el lunes para oponerse a la creación de nuevos impuestos y que hasta ahora se había realizado de manera pacífica. Este miércoles asistieron sindicalistas de diferentes zonas del país.
El secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), Albino Vargas, dijo durante la mañana que las cifras de asistencia son “espectaculares”.
“Debe interpretar la clase política que el pueblo se pronunció, que el combo fiscal está enterrado, que es lo que queremos todos para discutir juntos cómo sacamos a Costa Rica de este gran déficit fiscal que tiene, porque estamos conscientes de eso”, indicó.
Vargas aseguró que la huelga nacional seguirá de manera “indefinida”. “Si no pasa nada en las próximas horas, mañana hay huelga y el viernes habrá huelga, y aquí vamos a seguir. Don Carlos Alvarado (presidente de la República) decía que esto era un grupo de sindicatos irrespetuoso, pero aquí hay muchos sectores sociales”, expresó.
A pesar del incidente, los diputados tenían programado sesionar esta tarde de manera normal.
El legislador del Frente Amplio, José María Villalta, fue el único que salió de la Asamblea y expresó que, en su criterio, las personas que estaban realizando acciones violentas eran infiltrados y que no se podía generalizar.
Villalta consideró que el Gobierno debe escuchar las peticiones de los huelguistas, quienes aspiran a que se retire de la corriente legislativa el plan de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
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