País

PLN queda con una mitad de las alcaldías y 16 partidos se reparten la otra mitad

Además del aumento en la variedad de puestos para distintos partidos, la jornada arroja una muy leve baja en abstencionismo y cero alcaldes de Restauración Nacional o del Nueva República de Fabricio Alvarado.

Las elecciones municipales celebradas este domingo en los 82 cantones del país deparan una mayor variedad de partidos con poder en las alcaldías, con un ascenso de las agrupaciones de escala cantonal y una considerable caída de estos cargos en manos del hegemónico Partido Liberación Nacional (PLN).

Con una participación popular que apenas superó a la de 2016 y llegó a 36,3%, el resultado de la pacífica y colorida jornada electoral deja 12 alcaldías en poder de partidos cantonales, tres veces más que las registradas en los comicios municipales pasados.

El corte electoral de las 11 p. m., con casi 90% de las mesas del país, deja al PLN con solo 41 alcaldías en su haber, nueve menos que las logradas en el 2016. Entre ellas, especial notoriedad tiene la del cantón central de Cartago, una de las zonas de dominio verdiblanco en el pasado, que ahora pasa a manos de Mario Redondo, exdiputado y excandidato presidencial del Partido Alianza Demócrata Cristiana.

La otra mitad de las alcaldías se reparten un total de 16 partidos, de acuerdo con el último corte del TSE. Entre estos, domina el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), que suma dos a las 14 alcanzadas en 2016, mientras 25 municipalidades se reparten entre agrupaciones menores de escala nacional (como Unidos Podemos), provincial (Comunal Unido, que ganó en Turrubares) o las cantonales, sean las arraigadas (como Curridabat Siglo XXI) o debutantes (La Gran Nicoya).

Sobresale otro dato: ninguna alcaldía obtuvieron los partidos Restauración Nacional ni Nueva República, las dos agrupaciones confesionales de alcance nacional, a pesar de que el primero ganó la primera vuelta presidencial en 2018 con Fabricio Alvarado y de que este, ahora como dirigente de Nueva República, proyectó una fuerte publicidad en días recientes.

Las segundas elecciones municipales del total de cargos municipales se celebraron sin incidentes especiales, con alta participación de estructuras partidarias, pero con menos afluencia de votantes de la que esperaban las dirigencias, según el recorrido que hicieron equipos de este semanario por decenas de cantones. En el proceso anterior había mejorado 7,5 puntos en relación con el previo, que a su vez había subido cuatro puntos respecto del de 2006.

Ahora el aumento en participación ronda un punto porcentual, a pesar de una mayor exposición del proceso en medios de comunicación, de una mayor consolidación de estas elecciones entre el electorado y de la mayor oferta partidaria.

Sin embargo, la baja participación no impide la composición de los gobiernos locales, de acuerdo con la voluntad de quienes sí decidieron votar. Así fue como se repartió más el pastel del poder municipal en el país, en continuación con la tendencia de las últimas décadas de una mayor fragmentación después del bipartidismo del siglo XX.

No obstante, los actores de aquel bipartidismo (PLN y PUSC) aún gozan de un considerable arrastre en la población. Los verdiblancos siguen siendo dominantes aunque caen, y los rojiazules tienen menos poder pero mejores en relación con 2016.

Los partidos cantonales, que detonaron en el 2016 y se multiplicaron para este 2020, alcanzaron alcaldías en cinco de las siete provincias del país. Se trata de los siguientes cantones: Moravia (aunque el candidato es un tránsfuga del PAC), Turrubares, Curridabat, Palmares, Sarchí, Santo Domingo, Nicoya, Santa Cruz, Nandayure (reelecto), Limón (reelecto) y Pococí (Recuperando Valores, cuyo candidato fue diputado del Movimiento Libertario).

Además, 4 candidatos del Partido Nueva Generación tuvieron éxito en La Cruz, Alajuelita, Mora y Escazú, que se suman a la alcaldía ganada por Unidos Podemos (fundado por la exlibertaria Natalia Díaz) en Oreamuno y a las dos obtenidas por el Republicano Socialcristiano en Coronado (reelecto) y Barva.

El Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE) tenía cerca suyo la alcaldía en Paraíso de acuerdo con los datos de 72% de las mesas a las 11:30 p.m. y la Coalición Gente Montes de Oca (liderada por el alcalde Marcel Soler, del PAC) se afianzaba en su cantón.

En el cartaginés La Unión el Partido Integración Nacional (PIN) le pisaba los talones al PLN y solo una diferencia de 50 votos a favor de los liberacionistas inclinaba el resultado, con el 80% de las mesas contadas.

De los once cantones donde el PLN siembre se ha adueñado de las alcaldías, cuatro cayeron en esta ocasión. Son Poás (ganó el PUSC), Upala (PUSC), Santo Domingo (Movimiento Avance Santo Domingo) y Nicoya. Sí es significativa la recuperación del cantón central Puntarenas, que estaba en los registros del PUSC.

Por su lado, de las tres donde siempre ha ganado el PUSC (Coto Brus, Atenas y San Pablo), el primero se volcó por el dominio de los liberacionistas.

De las dos fuerzas cantonales más sólidas, Curridabat Siglo XXI y Yunta Escazuceña, este último perdió porque quedó reelecto el alcalde que en 2016 llegó con esta bandera y que se matriculó con Nueva Generación en este proceso.

Las alcaldías y sus dos vicealcaldías son, sin embargo, solo parte de los 6.138 puestos que estaban en juego. La composición de los concejos municipales  y las sindicaturas, se obtienen por cociente según el porcentaje de votos de cada partido, por lo cual los cálculos dependen de precisiones con el 100% de las mesas contadas, aunque todos los dirigentes consultados contestaron que es previsible una mayor repartición de poder entre más agrupaciones que las que ya estaban.

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