El Tribunal Penal de San José dictó esta tarde tres meses de prisión preventiva contra el sacerdore Jorge Arturo Morales Salazar, quien fue denunciado la semana anterior por los supuestos delitos de abuso sexual y tentativa de violación, en perjuicio de un menor de edad.
Así lo confirmó la oficina de prensa del Poder Judicial esta tarde, apenas un día y pocas horas después de que el cura fue detenido cuando intentaba salir del país por la frontera con Panamá, en Paso Canoas.
El cura buscaba salir días después de presentada la denuncia penal en su contra.
La indagación terminó anoche a las 11:05 p. m., en donde la Fiscalía tomó declaraciones al sacerdote y, posteriormente, Morales pasó la noche en las celdas del Primer Circuito Judicial de San José.
El denunciante es un joven estudiante de apellido Arguedas, quien relató su historia a UNIVERSIDAD el 12 de marzo anterior. En esa publicación, Arguedas denunció que el cura abusó de él entre 2009 y 2011, cuando tenía entre 17 y 19 años.
Arguedas acusó al sacerdote de supuestas agresiones físicas y abusos sexuales cuando el cura era el párroco de la Iglesia del Perpetuo Socorro, en La Sabana. Según su testimonio, el cura le tocaba los genitales y le golpeaba el pecho como castigo por los pecados que le confesaba.
El denunciante además agregó que Daniel Blanco (hoy obispo auxiliar) le señaló que podría verse perjudicado si interponía la denuncia.
“Cuando mis papás fueron a poner la denuncia, Daniel Blanco fue el que los atendió. Él tomó las anotaciones y dijo que iba a hacer todo lo posible por investigar el caso. Cuando me tomó las declaraciones a mí, me dijo que si yo ponía la denuncia en el Poder Judicial iba a salir en la Extra y en todos los periódicos, que yo iba a salir perjudicado. Me dijo que hacía lo correcto yendo a la corte eclesiástica. Cuando terminé de dar el relato, me dijo que no era muy creíble y que no había muchas pruebas del caso, que iban a durar mucho y que no había una prueba en concreto que certificara que el abuso fuera real. En resumen, él no me creyó, tomó el relato y ya. Me dijeron que como ya era mayor de edad, no se podía hacer mucho”, dijo Arguedas a este medio.
Las declaraciones de Arguedas fueron desmentidas por Blanco, quien afirmó que en el acta de la denuncia él deja ver su posición al respecto. “Luego de revisar atentamente la prueba testimonial, documental y pericial, el suscrito juez instructor llega a la certeza moral de que los hechos narrados por el ofendido realmente sucedieron”, dijo Blanco.
A su vez, Blanco y la Iglesia defienden que los hechos narrados por Arguedas se dieron cuando él era mayor de edad. El denunciante contradice esto y afirma no tener una copia del acta de denuncia canónica.
