Las delegaciones de Costa Rica y Nicaragua discrepan sobre el peso que tienen los accidentes geográficos del territorio ajeno para definir la diputa territorial que enfrenta a ambos países en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ubicada en La Haya, Holanda.
Ambos países presentaron su propuesta de cómo debería lucir el límite marítimo en ambas costas y sus argumentos le dieron mayor o menor peso a la geografía del país ajeno.
En su argumentación sobre el límite en el Pacífico, la delegación nicaragüense sostiene que la península de Nicoya representa una “protuberancia pronunciada en la costa costarricense que es inconsistente con la tendencia general de las costas de ambas partes, vistas como un conjunto”, según reza en una contra memoria presentada por Nicaragua en diciembre del 2015.
En esencia, el argumento nicaragüense es que esta península es una excepción en la forma de la costa Pacífica de ambos países y no debería tener tanto peso a la hora de definir la “ruta” que sigue la frontera en el océano.
“Nicaragua está diciendo que si tomamos la geografía tal y como está, el resultado es muy injusto y ellos argumentan que ese no es el espíritu de la Convención ni de la delimitación internacionales”, explicó el profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional, Carlos Cascante.
Cuando Costa Rica hizo su propuesta de cuál debería ser el límite marítimo, planteó que la frontera estuviera a una misma distancia de puntos similares en las costas de ambos países, como muestra el siguiente diagrama.
En su intervención del lunes 3 de julio, durante la fase oral del caso, el embajador costarricense en Holanda y representante nacional en el proceso ante la CIJ, Sergio Ugalde, reclamó que Nicaragua quiera suprimir la península de Nicoya y la península de Santa Elena, mientras que en el Caribe quiera usar como punto de referencia Little Corn Island y Big Corn Island, dos islas situada a 70 kilómetros de la costa nicaragüense.
“La disparidad es evidente entre el tratamiento de una pequeña isla nicaragüense (Corn Island), distante de la costa, y la importante península de Santa Elena de Costa Rica, que constituye una parte integral del territorio continental de Costa Rica”, explicó Ugalde en su intervención.
Sin embargo, Nicaragua también reclama que Costa Rica no haya tomado en cuenta las Corn Islands para su propuesta de límite en el Caribe. En su propuesta ante la CIJ, la delegación nicaragüense solicita que se tomen en cuenta para trazar el límite.
La propuesta costarricense tomaba como línea de referencia la costa caribeña de Costa Rica y Nicaragua, sin tomar en cuenta las islas frente a la costa nicaragüense.
“Cuando se trata de delimitaciones de costas adyacentes, los puntos de base se toman de las costas y no de las islas, salvo que la isla tuviera una situación muy especial”, explicó por teléfono desde Holanda el embajador Ugalde.
Ugalde además recordó que en una disputa previa entre Nicaragua y Colombia, la delegación nicaragüense argumentó que estas islas tenían una importancia diferente a la que alegan ahora que tienen.
Para el experto Cascante, el alegato nicaragüense de que la península de Nicoya no debería contar puede tener un origen en que conocen que la CIJ aspiran a ser “salomónicos” en sus sentencias.
“La experiencia en la CIJ es que los jueces intentan repartir masomenos parejo entre las partes, porque ellos lo que intentan es que nadie se sienta perdedor y ambos países cumplan el fallo”, dijo el internacionalista.
Los jueces unificaron dos casos paralelos que Costa Rica y Nicaragua tenían abiertos ante la CIJ, uno por la costa Caribe y otra por el Pacífico.
“Al ser un “pastel” un poco más grande, la Corte puede decir que no le doy la razón a un país en el Caribe pero sí en el Pacífico”, explicó Cascante.
El caso llegó por primer vez ante la CIJ en 2014, cuando Costa Rica afirmó que había agotado “todos sus recursos diplomáticos” para resolver una disputa limítrofre.