Como cada año desde 1975 cuando se corrió por primera vez, la Milla Universitaria de la Universidad de Costa Rica es una de las principales actividades, y única en su especie, con que la institución da la bienvenida al primer ciclo lectivo al estudiantado, sin importar si es de primer ingreso, regular o reingresada.
Sin embargo, con el paso del tiempo y a medida de que fue creciendo, suscitó interés entre atletas élite. Además, la organización ha hecho todo lo necesario para obtener el aval por parte de la Federación Costarricense de Atletismo (FECOA) y así atraer a este sector y aumentar el nivel competitivo, ya que quienes gusten correrla lo pueden hacer sin que se les sancione.
Hoy, después de dos elipsis que tuvo entre 2017 y 2018 por la construcción del nuevo edificio de la Escuela de Ciencias de la Computación e Informática, así como entre 2020 y 2022 por pandemia, además de un racionamiento del servicio de agua en toda la universidad programado para el miércoles de Semana B o Semana de Bienvenida 2020, busca retomar la regularidad que tuvo entre 1975 y 2016.
“El mismo día que sacamos las inscripciones, en dos horas ya estaban agotadas. Eso quiere decir que la gente está esperando esta competencia (Milla Universitaria UCR)… Como ustedes lo pueden constatar varios atletas élite la esperan año con año”, Gerardo Corrales.
Inscripciones agotadas en pocas horas
Entre las 11 a.m. y la 1 p.m., bajo un sol abrasivo con vientos moderados, un total de 370 personas entre estudiantes de esta y otras universidades, personal docente y administrativo y atletas se llegaron con sus camisetas, pantalonetas, tenis y le dieron la vuelta a la Finca 1 de la universidad, con salida y llegada al frente de la biblioteca Carlos Monge Alfaro, para correr los 1.609 metros de la carrera asfáltica más corta y antigua del país en su XLV edición, que habría celebrado el cincuentenario de no ser por esos cinco años de cancelación. En este número se engloban quienes corrieron la milla recreativa y quienes corrieron las tres categorías y seis subcategorías competitivas. Ni la caída de la meta inflable al acabar el turno de las mujeres estudiantes debido a la desconexión del cable de alimentación al inflador de aire eléctrico arruinó el ambiente festivo, pues los hombres estudiantes y las dos categorías élite corrieron sin el inflable, saliendo y llegando al reductor de velocidad contiguo al Pretil.
Comparado con 2019, donde hubo 504 atletas, y con 2023, donde hubo 400, se produjo una disminución de participación. De acuerdo con el jefe de la Unidad de Programas Deportivos, Recreativos y Artísticos, Gerardo Corrales, esto obedeció a una solicitud de la Oficina de Seguridad y Tránsito, e incluso se sobrepasó dicho cupo. “Tuvimos 20 personas más de las que teníamos previstas por un tema de seguridad, de acuerdo con lo que conversamos con el director de la Oficina de la Sección de Seguridad y Tránsito, vimos que más de 350 personas era un poco difícil de manejarlo, sobre todo porque hay que manejar el tema del tránsito y la afluencia de las personas. Esto nos hace que tengamos que determinar una cantidad limitada, en este caso 350”.
Acto seguido, resaltó la gran respuesta que obtuvo pese a esta situación. “El mismo día que sacamos las inscripciones, en dos horas ya estaban agotadas. Eso quiere decir que la gente está esperando esta competencia y además que esta es una prueba muy tradicional y, como yo lo digo, la prueba de distancia corta más importante de este país y se demuestra hoy con la presencia de Josué Murcia, Mónica Vargas, Daniel Johanning, Esteban Oses… Como ustedes lo pueden constatar varios atletas élite la esperan año con año”.
Murcia segunda plusmarca histórica, Vargas octacampeona
Una vez más Vargas demostró que desde 2012 no hay una mujer que complete el trayecto en menos tiempo que ella, aunque el récord de 5 minutos, 2 segundos y 40 centésimas de la exatleta olímpica Gabriela Traña, en 2004, sigue intacto. A sus 42 años de edad y 34 de experiencia atlética, Vargas se impuso por octava vez seguida gracias a un ataque certero en el cierre por el ascenso entre el edificio de Educación y la Escuela de Estudios Generales, que le permitió terminar en 5 minutos y 27 segundos. 5 segundos después cruzó Andrea Calvo y otros 7 después de ella lo hizo María Nellys Chaves, las dos que se repartían la punta de carrera antes del ataque incontestable de la educadora física y entrenadora personal herediana.
“Muy contenta de haber conseguido un triunfo más en esta milla universitaria. Sabía que estaba duro, este año había contrincantes muy fuertes: Andrea y María Nellys; manejé la carrera un poquito diferente; sabía que todavía no estamos en punta de rendimiento, entonces dejé que ellas trabajaran un poco el principio de la carrera y al final cerré con todo lo que tenía para poder quedarme con la carrera”, comentó la flamante octacampeona, quien es multicampeona nacional y centroamericana en 1.500 y 5.000 metros por Coopenae y selección nacional.
Por su parte, Murcia rompió la segunda plusmarca histórica de la Milla Universitaria al concluir la prueba en 4 minutos, 17 segundos y 69 centésimas. El registro anterior lo tenía Georman Rivas, con 4:18.00 en 2015. Pero el primer récord histórico sigue en poder de William Todd, con un 4:12.44 en 1982, cuando no había los reductores de velocidad ni pasos peatonales existentes desde 2005.
El santaneño de 27 años, exmilitante del equipo atlético de la Universidad de Costa Rica y hoy corredor por Coopenae, le sacó cerca de dos segundos a Luis Segura y cuatro a Pedro Chacón y Jordy Méndez, quienes definieron por photofinish el tercer lugar en beneficio de Chacón.
“Sumamente contento porque es un evento que siempre he querido ganar, estudié aquí, me gradué hace un par de años y siempre había estado esa espinita de poder ganar porque los mejores corredores de Costa Rica lo han hecho. Es un evento histórico, de los que tiene más trayectoria en Costa Rica, entonces era muy importante poderlo hacer, también estamos empezando temporada competitiva, entonces, es algo que da mucha confianza para todos los eventos que vienen”, fueron las palabras de Murcia tras sacar la Milla en su segunda presentación y a ocho años de su primera oportunidad cuando corría para su casa de estudios superiores.
Consultado sobre su reacción por poner el segundo tiempo más bajo de la historia, Murcia buscó ponerlo en su justa medida: “El tiempo es importante a nivel histórico, pero lo que para mí era más importante era poder superarme. Siempre llega un punto en la carrera en la que la cabeza está en ese umbral de si sigo o estoy muy cansado, entonces para mí lo importante era siempre empujar, estar convencido de que sí lo podía hacer y superé el récord de Georman, me acerqué un poquito más al de William Todd y esperamos que en los próximos años lo podamos dejar en la historia”.
