Al jugar el pasado 19 de marzo su decimoquinto partido (de 22) del campeonato nacional y derrotar al Santos de Guápiles 1-0 con tanto de Víctor Gutiérrez al minuto 41, el equipo de fútbol de la Universidad de Costa Rica hizo su despedida formal del Estadio Ecológico por el resto de la temporada 2015-2016.
Lo anterior, debido a que después de ese juego tiene cuatro viajes como visitante. El primero de ellos fue el domingo 27 a Alajuela, frente a Carmelita, de donde salieron airosos al imponerse 2-4 sobre los colistas del torneo y de la tabla general acumulada.
Después deben viajar a Pérez Zeledón, Cartago y Coronado, y tres juegos como equipo casa contra Herediano, Saprissa y Alajuelense; sin embargo, contra estos tres rivales deberán buscar otro recinto, ya que las autoridades universitarias no habilitan el Ecológico –por su limitada infraestructura− para esos encuentros con grandes aficiones.
Este panorama fuerza al equipo celeste, pese a ser quinto del Torneo de Verano con 26 puntos y a haber ya recuperado buenas opciones para meterse en el grupo de semifinalistas, a buscar su tiquete fuera de las Instalaciones Deportivas de Montes de Oca. Suponiendo que dejen fuera a Belén (31 puntos) y que pasen los florenses, morados y manudos, el panorama no va a cambiar en las semifinales y finales.
Por eso, eventualmente deberán buscar opciones como el Colleya Fonseca, estadio ubicado en Guadalupe de Goicoechea y relativamente cercano, en donde además entrenan tres o cuatro veces por semana (lo alternan con el Ecológico). Sin embargo, su aforo es limitado, ya que tiene capacidad para 4.500 espectadores, un poco más amplio que el Ecológico, al que le caben 3.000, pero no lo suficiente para un equipo que necesita de mejor taquilla.
Otra posible opción es el Estadio Nacional de La Sabana, donde acogieron a los tres grandes oponentes en el Torneo de Invierno y capaz de alojara a 35.000 espectadores. No obstante, sus experiencias con dichas taquillas estuvo muy lejos de ser la esperada, pues contra florenses y morados reunieron apenas ₡4.580.000 (₡3.480.000 y ₡1.100.000, respectivamente.
Contra los rojinegros sí les fue un poco mejor, pues lograron ₡10 millones, que les ayudaron alcanzar el noveno lugar de recaudaciones generales en el Invierno, con poco más de ₡16 millones (solo por encima de Pérez Zeledón, Belén y Carmelita). Otro factor en contra era el alto costo de los alquileres, pues superaba los ₡6,5 millones.
Juegos serán en el Colleya
Según informó la gerenta de la institución, Katherine Carballo, luego de valorar las ofertas, finalmente se decantaron por el recinto guadalupano, para albergar los juegos ante los tres equipos llamados grandes del campeonato nacional.
Consultada por las razones para elegir este recinto, Carballo aseguró que el bajo costo del alquiler, la cercanía y el conocimiento de la cancha por parte de los jugadores y el cuerpo técnico, pesaron en la decisión de llevar los juegos a este estadio. “Es un estadio cercano, el alquiler es más barato (que en el Nacional) y es conocido porque los jugadores y el cuerpo técnico entrenan ahí”, puntualizó.
Respecto al uso del Nacional, sede que emplearon el semestre anterior para acoger a esos equipos, ella aseguró que les había ido bien con las taquillas en razón de que se las vendieron a una empresa productora y esta se encargaba del pago del alquiler.
Carballo agregó que los precios para cada juego en el Colleya oscilarán entre los ₡2.000 y ₡3.000 para el público general, y ₡1.000 para estudiantes con carné.
En este torneo de Verano tampoco ha habido mucha diferencia con el de Invierno, ya que si bien los resultados deportivos de los universitarios mejoraron, al punto de estar disputando un boleto a semifinales, esta mejora no se ha visto reflejada en los resultados económicos, ya que al corte de la jornada 14 −sin incluir el partido contra Santos−, el equipo celeste era el de menor recaudación, apenas con ₡1.289.000, a pesar de ser el sétimo lugar en asistencia a los estadios.
En el juego contra Cartaginés se sacó una cifra apenas superior a los ₡200.000, y hubo dos encuentros (Carmelita y Belén) en los que a pesar de utilizar el Colleya para jugar entre semana de noche y no interferir con la jornada laboral promedio, las recaudaciones fueron inferiores a los ₡100.000.
Al referirse a esta situación, Carballo agregó que la causa de las pocas entradas vendidas está en las distintas promociones que realizan para atraer afición a los estadios donde juegan, las cuales pueden consistir en “2×1” o en entradas a mitad de precio para estudiantes con carné. “Por 2.000 estudiantes con carné que nos llegan, lo que se recauda son ¢20.000 nada más, y con las recaudaciones de cada entrada nos llegan dos o más; tenemos que hacerlo así porque no tenemos afición, no nos van a venir a ver por ser la UCR, van a venir a vernos por Heredia, Saprissa o la Liga; ojalá que la afición llegue y la recaudación mejore con esos juegos”, comentó.
