El ciclista costarricense Kenneth Fabián Tencio Esquivel lleva la mitad de sus 24 años de vida montado en una bicicleta como profesional. Pero nunca se le verá recorriendo cientos de kilómetros por día en una carretera asfáltica, de cemento o adoquinada. Tampoco subiendo y bajando montañas y repletos de barro, zacate y piedras. No. Hay que buscarlo en rampas de parques, haciendo piruetas de extremo a extremo, como parte de una especialidad muy poco explorada, poco conocida y practicada en el país: el BMX, que consiste en realizar, en un lapso de un minuto por presentación, la mayor cantidad de trucos con la mayor complejidad y perfección técnica posible.
Aunque siempre gozó del apoyo de su familia, las autoridades fueron su principal escollo en sus inicios, ya que, por ignorancia, imperativo legal o por falta de lugares aptos para eso, siempre lo habían sacado de todos los parques públicos de su natal Cartago, a donde iba a practicar de adolescente en los tiempos libres que tenía entre su trabajo como carnicero y sus estudios secundarios.
Aun así, nunca se rindió, y si no había parques con las condiciones para ello, se construiría uno. Y así lo hizo en Jacó, donde actualmente reside. A largo plazo, esta decisión le generó grandes réditos nacionales e internacionales. El más fresco de ellos es el subcampeonato mundial en el UCI BMX Freestyle realizado en Chengdu, de la República Popular de China, el pasado 11 de noviembre. Allí superó una fase de clasificación de 60 ciclistas, las semifinales con 24 contendientes, y en la final, donde llegaron los mejores 12, Tencio sacó un 88,9, que pudo haber sido mayor de no ser por una caída.
Sin embargo, con caída o sin ella, esa calificación solo fue superada por el 92,2 del estadounidense Justin Dowell, quien ganó el torneo.
Esta fue la entrevista que le brindó Tencio a UNIVERSIDAD.
¿Cuál fue la principal clave del subcampeonato mundial en China?
–Yo diría que la práctica, nunca había entrenado tanto.
¿Cuál fue la reacción de sus familiares cuando usted les dijo que quería dedicarse al BMX profesionalmente, y cómo se lo tomaron ahora?
–Ellos siempre me han apoyado en mis decisiones, nunca tuve problemas con ellos por eso, yo desde los 13 años trabajaba, ellos sabían que yo no iba a andar en ningún mal paso; incluso, hubo una época en que estudiaba y entrenaba a full, hasta 2012, cuando estudiaba inglés en el Centro Cultural Costarricense-Norteamericano. Y me apoyaron cuando les dije que dependiendo de cómo me fuera vería si estudiaba o me dedicaba de lleno al deporte, me empezaron a llegar los buenos resultados en el deporte, y entonces me dediqué al BMX por completo. Todavía hoy me siguen apoyando.
¿Cuánto le ayudó tener su propio parque para entrenar y prepararse lo más parecido a lo que enfrentará en las competencias?
–Ha sido clave tener un lugar donde entrenar para viajar a las competencias, y es fenomenal porque puedo entrenar los días y a la hora que yo quiera.
¿Qué le motivó a elegir esta especialidad del BMX, tan poco conocida en el país?
–No es algo que uno escoge sino que el deporte lo escoge a uno. Desde que empecé a entrenar me sentí apasionado por lo que estaba haciendo.
¿Cuáles van a ser sus planes de preparación para los Panamericanos de Lima 2019?
–Estos dos últimos años han sido meses y años de prueba y error, he encontrado la estrategia y voy a seguir en eso, junto con el Comité Olímpico.
¿A raíz de su participación, cuánto puede crecer BMX en el país?
–No sabría decirte, como te dije recién, las personas no escogen el deporte, sino el deporte a ellos. Las personas que practican con pasión y amor por lo que hacen son las que se van a destacar, sí sé que va a crecer, pero no sabría decirte cuántos más lo van a hacer a raíz de esto.
¿Qué legado le gustaría dejar a las futuras generaciones de BMX en cuanto acabe su carrera olímpica?
–Todavía no pienso en eso, porque me quedan mínimo como tres olímpicos, mi misión no es solo para el BMX sino también para el deporte en general, y es que las nuevas generaciones luchen por lo que desean y le impriman amor y pasión a eso.
¿Cómo lidió con las autoridades que lo sacaban de los parques en sus primeros años?
–Siempre he sido muy respetuoso de la autoridad, yo siempre he sabido que la ley es la ley y yo sé que siempre hay prohibiciones, pero por supuesto tenía que buscar la manera de practicar y era la única manera de hacerlo, en los parques.
Ya sé que le falta mucho para eso, pero ¿de qué manera buscaría seguir ligado al ciclismo una vez termine su carrera?
–Me gustaría seguir ligado a lo mismo que vengo haciendo, tal vez de dirigente, de “coach” (entrenador) o demás, siempre ligado al ciclismo.
