Los últimos días han sido dolorosos para el fútbol de Costa Rica, ya que con una diferencia de cinco días murieron dos personas destacadas relacionadas con la historia de este deporte.
El sábado 12 de agosto se dio el fallecimiento de uno de los últimos presidentes de la antigua Asociación Deportiva Filial Club de Fútbol de la Universidad de Costa Rica, Luis Enrique Gamboa Umaña, a la edad de 70 años.
Durante su gestión el equipo obtuvo su último ascenso a la primera división del fútbol costarricense en 2013, y su logro más destacado fue entrar a semifinales del Clausura 2014. Además, el equipo permaneció con este nombre hasta cuando por orden del entonces rector, Henning Jensen Pennington, en 2017, se le prohibió al club seguir empleando el nombre institucional debido a supuestos incumplimientos en los requisitos exigidos por las autoridades institucionales al club con tal de seguirle aportando dinero, y a la inclusión sin su venia de una sociedad extranjera.
Gracias a ciertas medidas cautelares, el club pudo seguir utilizando el nombre de la institución hasta la campaña 2017-2018, cuando terminó su gestión, y en 2018-2019; con Víctor Manuel García Salazar como nuevo presidente. Pero ya para 2019-2020 sí debió cambiar el nombre a La U Universitarios, y cuando descendió, la franquicia pasó a manos del equipo Marineros de Puntarenas y luego al equipo Limón Black Star.

Y el miércoles por la noche se dio el segundo fallecimiento más sonado, el de Edgar Marín Levy, a sus 80 años. Marín es el futbolista nacional con mayor número de títulos nacionales, con 12 en el club Deportivo Saprissa. Dentro de ellos se incluye el inédito hexacampeonato entre 1972 y 1977, algo jamás alcanzado por ningún otro equipo.
Fuera de nuestras fronteras, militó en la liga estadounidense con el Oakland Clippers de California y el Kansas City Spurs. Con los californianos fue campeón en 1967. También hizo pruebas en los Países Bajos con los equipos PEC Zwolle y NEC Nijmegen.
Además fue seleccionado nacional en 29 partidos clase A, donde se cuentan torneos Norceca (antes de ser primero campeonatos de Concacaf y luego Copa Oro como hoy), Preolímpicos (en tiempos en que estos partidos eran clase A y tenían a selecciones mayores), y los premundiales rumbo a México 1970 y Alemania de 1974, ambos de infaustos recuerdos en lo deportivo, porque no se consiguió pasar de primera ronda regional en ninguno de estos casos.

