El mes de noviembre será un mes especial para el rugby costarricense, pues luego de un parón competitivo por la COVID-19 y el paulatino retorno de competencias como los Centroamericanos, las selecciones de ambos sexos en su modalidad sevens enfrentarán sus procesos eliminatorios en diferente país y momento rumbo a un mismo evento común: el Mundial de la especialidad en Sudáfrica 2022.
Sin embargo, ni para ellas ni para ellos el camino fue sencillo, porque si bien es cierto “Las Guarias” se han caracterizado por marcar la pauta en Centroamérica, todo cambia contra los oponentes suramericanos, con los cuales se comparte la Confederación Sudamericana de Rugby, especialmente si se trata de pesos pesados como Brasil, Colombia, Argentina, Uruguay y Paraguay.
El turno del plantel femenino llegó primero el fin de semana del 12 y 13 de noviembre en Uruguay, por el torneo Valentín Martínez Nin en el Carrasco Polo Club de Montevideo, capital uruguaya.
“El aprendizaje que hemos tenido en este torneo han sido detallitos que son muy corregibles, entonces vamos a llegar a Costa Rica a trabajarlos y pulirlos con el compromiso y disciplina que este grupo y todas las chicas que quedaron allá hemos estado demostrando”, Deuyenit Valenciano.
La enormidad de diferencias con el rugby suramericano saltó a la vista, pues en el primer partido las “Guarias” se enfrentaron a las “Yaras”, como se conoce a las brasileñas, multicampeonas en este tipo de certámenes; y en este juego las verdeamarillas dieron una clase maestra de rugby a punta de “tries” (algo similar al touchdown en el fútbol americano, pero que da 5 puntos a quien lo logra) y “conversiones” (goles de campo que dan 2 puntos extra luego de haber hecho un try) a lo largo de los 14 minutos de juego, hasta dejar el tanteador 59 a 0.
Dos horas después, las nacionales se enfrentaron a las uruguayas, mejor conocidas como “Teras”, y lograron aplicarse mejor defensivamente hablando al reducir la cantidad de puntos recibidos en más de una tercera parte, pues la selección anfitriona fue “limitada” a 38 unidades.
Y, para cerrar la jornada del viernes, tenían en frente a la representación de Argentina, previamente conocidas como Pumas y renombradas previo a este torneo como “Yaguaretés”. En ese juego la escuadra nacional consiguió su primer try del proceso eliminatorio y su respectiva conversión por parte de Silvia Castillo, para lograr los primeros siete puntos contra las “ches”. Todo un logro tomando en cuenta los años luz de ventaja que tiene el rugby femenino en Argentina, y que se plasmaron en un 57-7.
Ya con todas las opciones mundialistas agotadas desde la víspera, y con el objetivo en mente de evitar el partido por el noveno lugar entre las dos colistas de cada pentagonal y jugar por la séptima casilla, la selección costarricense se enfrentaba a Guatemala en el último partido de la fase de grupos. Este juego, de trámite muy parejo, se tradujo en la única victoria de las nacionales al ganar 19-17 sobre las “jaguares”, donde una conversión de más decidió el juego a favor de las dirigidas por Nathalie Rojas y les permitió sumar de 3, y no de uno como en los otros juegos.
Con esta misión cumplida, las nacionales se despidieron contra la selección del Perú, la más floja de las siete selecciones sudamericanas que tomaron parte del torneo. Aun así, las “Tumis” incaicas tenían un nivel mucho mayor que las selecciones centroamericanas, y lo demostraron con un 44-0 sobre Panamá en lo que fue su único gane de fase de grupos, y luego con un 38-5 sobre las “Guarias” en el juego por el séptimo lugar para despacharlas en la octava posición general y primeras en Centroamérica, con un triunfo y cuatro derrotas, 31 puntos a favor, 209 en contra y un total de siete unidades ganadas sobre el total de 15 disputadas. Guatemala y Panamá quedaron por debajo de las nacionales.
La jugadora costarricense Connie Neil había advertido previamente sobre el nivel que se encontrarían en territorio uruguayo. “Sudamérica tiene equipos muy buenos, de larga tradición de rugby y que tienen mucha experiencia”.
Por otro lado, las dos clasificadas para el Mundial en Sudáfrica fueron precisamente Brasil, como campeonas invictas una vez más, y Colombia, que en semifinales eliminó a Argentina por un apretadísimo 15-14.
Así lo vivieron las jugadoras
La capitana de la selección nacional, Deuyenit Valenciano, resaltó que a pesar de las abultadas derrotas contra los oponentes suramericanos, en esta ocasión el equipo nacional ha mejorado en lo físico, y ha habido progreso desde su primera vez en este torneo en 2017, cuando se afiliaron a la Confederación Sudamericana de Rugby y World Union Rugby. “El aprendizaje que hemos tenido en este torneo han sido detallitos que son muy corregibles, entonces vamos a llegar a Costa Rica a trabajarlos y pulirlos con el compromiso y disciplina que este grupo y todas las chicas que quedaron allá hemos estado demostrando. Con respecto a la evolución creo que se vio en el aspecto físico (…). Salíamos enteras, no requeríamos tanto cambio y acatábamos las indicaciones de la profe”, señaló.
Sus compañeras Amy Guevara y Xiomara Bello destacaron el orgullo de ser parte de la selección en este tipo de certámenes, más allá de los resultados.
“Super emocionada de estar entre las participantes para ir al Valentín, es súper emocionante dar la cara por nuestro país y dar todo el esfuerzo para poner a nuestro país en alto”, resumió Guevara.
“Para nosotros siempre será un orgullo representar a Costa Rica y mucho más en un torneo como el Valentín Martínez, entonces nos ilusiona mucho poner en práctica todo lo que hemos entrenado y seguir formando el equipo y el grupo que tenemos”, especificó Bello.
Equipo masculino buscará boleto en casa
Por su parte, como UNIVERSIDAD reseñó a inicios de noviembre, el equipo masculino buscará su lugar en casa por el torneo Costa Rica Sevens los días 27 y 28 de este mes.
Hasta este momento los grupos no han sido sorteados y, por ende, el calendario es una incógnita, pero al último corte se espera que vengan las selecciones de Brasil, Uruguay, Chile y Perú por el sur del continente americano, y las selecciones de El Salvador, Guatemala, Panamá y Nicaragua por América Central, luego de que al final Venezuela, Honduras y Paraguay decidieron declinar.
Dicho torneo dará también dos cupos a territorio sudafricano, donde ya está sembrada la selección de Argentina, gracias a su quinto lugar en la edición mundialista 2018 en Estados Unidos, que le permitió reservar tiquete para 2022 sin necesidad de jugar eliminatorias.
