Cuando la directiva del Club de Fútbol de la Universidad de Costa Rica eligió a Randall Chacón como su nuevo director técnico tras la renuncia de Josef Miso, gran parte de la afición externó su molestia en las redes sociales del club. Le achacan dejar a Uruguay de Coronado, Limón y Puntarenas en puestos de descenso y comenzar la caída porteña a Segunda División.
Los más optimistas solo desean que no suceda lo mismo en el equipo universitario.
Sin embargo, Chacón sale al paso de las críticas y defiende su trayectoria, además de que asegura que pondrá al equipo celeste lo más cerca posible de zona de clasificación. Por ahora tuvo un buen inicio en San Carlos al ganar 3-0, pero los siguientes juegos probarán las condiciones reales de “la U”.
Esta es la entrevista que brindó a UNIVERSIDAD.
¿Cómo fue la preparación del partido contra San Carlos, cuáles fueron las claves del éxito en ese partido y cómo se prepara contra el Club Sport Cartaginés?
-En el partido contra San Carlos el proceso de preparación fue bastante bueno, un grupo muy receptivo hacia lo que se quiere y eso nos permitió tener una victoria muy complicada en una cancha sumamente difícil donde a todos los equipos les ha costado, pero nosotros hicimos un muy buen trabajo que nos permitió manejar el juego.
Esta semana los muchachos han venido trabajando muy bien, la disposición es enorme, el trabajo táctico es muy bueno y esperamos que el domingo sea la culminación de todo lo que se ha hecho esta semana para que el equipo pueda salir adelante con ese encuentro.
¿Cómo ha sido su proceso de acople a un equipo ya hecho?
-Me parece que era un buen grupo, no era necesario traer a nadie en este momento, y en cuanto al cuerpo técnico trabaja muy bien, es muy comprometido y muy leal, entonces no ha habido ningún problema. El acople ha sido bastante bueno por parte del grupo hacia mi persona y viceversa.
¿Qué lo motivó a aceptar el cargo de Director Técnico de este equipo?
-Es un bonito reto, es una posibilidad de crecer. Los directivos saben que no fui yo quien vino a buscar acá la posibilidad, a mí me llamaron, me presentaron un buen proyecto, me hablaron de algo que me llamó la atención y es sacar a un equipo que está en una posición incómoda y que tenemos la posibilidad, si ganamos de aquí en adelante varios partidos, de meternos inclusive hasta la zona de clasificación.
En sus tres experiencias previas en Primera los equipos estuvieron peleando descensos. ¿Cómo evitar que en este equipo suceda lo mismo?
-Lamentablemente a mí me ha tocado agarrar equipos con situaciones muy complicadas. En Uruguay de Coronado la gente no recuerda que yo lo ascendí y hablaron de lo que se vio después. Sin embargo, yo me voy por la aparición de don Carlos (Watson) en su momento y demás, pero el equipo no estaba jugando mal y estábamos a cuatro puntos de un cuarto lugar con dos partidos menos. En Limón yo agarré a un equipo sin poder económico, con la moral por bajo, convenciendo a los jugadores para entrenar todos los días. En Puntarenas yo me fui en la novena fecha, estaba 15 puntos arriba de Belén y terminó descendiendo, por lo que no se fue conmigo. La gente habla de tres experiencias y fueron cuatro, la última fue con Belén y junto con Breansse (Camacho) agarramos un equipo que estaba descendido y lo salvamos. Entonces como le digo, yo no vivo de lo que diga la gente, las redes sociales, la prensa. Vivo el día a día, que los jugadores estén a gusto con el trabajo que se da y a partir de ahí y con la voluntad de Dios trato de sacar todo adelante. Estoy muy tranquilo con lo que hago.
No conté Belén porque usted era asistente.
-Claro, trabajamos los dos juntos, éramos Breansse y yo a cargo, pero sí logramos sacarlo adelante.
¿A qué se debieron las salidas en estos equipos?
-En Uruguay se me quiso hacer un reacomodo y no acepté, en Limón yo renuncié. En Puntarenas me despidieron; doña Alejandra (Ordóñez, presidenta) tenía mucha presión. Lo bonito es que años después nos sentamos a hablar y me dice que confía mucho en mi trabajo y que se equivocó al sacarme. Así que, como le digo, yo estoy tranquilo con lo que he hecho. Mi trabajo habla por mí, eso ya es pasado y hoy tengo una posibilidad de sacar este equipo adelante y voy a hacer lo necesario para que crezca.
¿Y cuáles son los objetivos en el equipo?
-Que el equipo se logre meter en zona de clasificación. Ya logramos nuestra primera meta, ganar el partido del sábado, ahora ganar el domingo; quedan 21 puntos, nos planteamos ganar 14 o 15 y esperamos que se logre.
¿Qué estilo de juego va a mostrar usted en su gestión?
-Es un equipo que intenta tocar la pelota, agresivo para marcar y jugar hacia el frente, es un equipo moderno que intenta jugar fútbol del actual.
¿Cuánto cree que ganó y perdió la UCR con la salida de Jonathan Moya?
-Siempre es complicado perder un goleador que venía haciendo las cosas bien, sin embargo tenemos delanteros como Olman (Vargas), Francisco (Rodríguez) y Víctor Gutiérrez, son muchachos que trabajan muy bien y el gol se les va a dar; yo se los dije a todos: todo mundo tiene que estar a punta de pie porque en cualquier momento le toca jugar.
¿Cómo son sus códigos particulares a la hora de entrenar?
-Muy ordenado y leal, no negocio la indisciplina y la falta de compromiso para el entrenamiento; después de ahí el camerino es de ellos, no me meto, pero sí les exijo muchísimo el orden, la disciplina, el funcionamiento táctico y que se cumplan las cosas a cabalidad cuando se las pedimos en el campo.