A falta de menos de un mes para el inicio de los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, se dio a conocer que el polo acuático femenino será eliminado del programa oficial.
De acuerdo con una carta oficial enviada por el jefe de deportes del Comité Organizador de los Juegos, Stewar Velasco, el motivo fue que al 26 de mayo, día de cierre de las inscripciones, había menos de cinco selecciones inscritas, el mínimo establecido para continuar con la disciplina dentro del programa oficial.
Posteriormente, la organización compartió un comunicado de prensa reafirmando su decisión, y que solo estaban adoptando las decisiones tomadas por Centro Caribe Sports, entidad reguladora de estos juegos.
Selecciones protestan
La reacción por parte de la selección costarricense no se hizo esperar, y muy rápido encontró eco en otras delegaciones competidoras.
Mediante un pronunciamiento compartido en redes sociales de la selección costarricense, el equipo nacional se tomó la noticia como una falta de consideración para un esfuerzo que se hizo para elegir a las mejores jugadoras de cara a su debut histórico que se les indicara con 30 días de anticipación, y que el fallo las desilusiona y desmotiva. A ese criterio se unieron tanto entrenadoras como jugadoras nacionales, que catalogaron de inaceptable la decisión.
Mediante un vídeo con sus compañeras, y haciendo esfuerzos para contener el llanto, la jugadora puertorriqueña Alexandra Meléndez manifestó que era “un día triste, porque fueron muchos años de sacrificio, llevamos 5 años esperando este momento y que con tan solo 24 días nos dan esta noticia, y nosotras les pedimos a ustedes, El Salvador, que reconsideren”. Junto con ella, otras integrantes del cuerpo técnico catalogaron la decisión como una falta de respeto contra las mujeres que no debería darse más. Pero luego, compartieron historias donde dejaron claro que no renunciarán a mantener su disciplina en el programa de los Juegos.
Tras el vídeo, abundaron los mensajes de solidaridad con la protesta de las delegaciones afectadas por parte de la misma afición salvadoreña, jugadoras de México y Cuba, que eran las otras dos participantes, y de Guatemala, quienes se ofrecían a completar el quinteto de selecciones y salvar el torneo; pero también hubo críticas fuertes contra la organización. Algunas hasta recordaron que en otras ediciones se había realizado con tres o con cuatro selecciones, por lo que era inexcusable la cancelación.