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Ozil: la nueva era alemana

El alemán de origen turco Mesut Ozil tendrá el llamado de ayudar a defender el título de su selección en una Alemania pluricultural

Hijo de migrantes turcos destaca por sus goles y asistencias con el actual campeón mundial

22 goles en 88 partidos con su selección, un campeonato mundial

 

El jugador Mesut Ozil es un símbolo de la Alemania inmigrante, una realidad palpable en una nación que por  años fue tachada de xenofóbica, divisoria y de racista, con razón o sin ella, pero que hoy entiende que la unión logra más y en este momento es ejemplo de desarrollo en todos los sentidos.

Mesut Ozil es uno de los emblemas de una Alemania cada vez más pluricultural que se enriquece de la inmigración en todos los ámbitos. FOTO: FIFA

Este se trasladó al deportivo, y prueba de ello es que si bien es cierto campeonizan cada 20 años, siempre están luchando los primeros lugares. Incluso, con esta selección multicultural tiene  el desafío de convertirse en el tercer seleccionado de la historia en ganar dos mundiales seguidos, luego de la Italia de 1934 y 1938, y el Brasil de 1958 y 1962.

 

Ozil es hijo de unos inmigrantes turcos, nacido en una zona minera de Alemania ubicada cerca del valle del Ruhr, a donde sus padres fueron en busca de un mejor futuro sin encontrarlo, ya que entre los inmigrantes había una tasa de desempleo del 70%.

 

Desde siempre se autodefinió alemán con origen turco, sin embargo, sabe que para surgir en el fútbol las mayores oportunidades las tiene como parte de la selección de Alemania, donde esa diversidad se palpa con la convocatoria de jugadores de otras etnias. Sin embargo, no es el único teutón con origen turco, ya que también Ilkay Gundogan tiene esta característica.

 

Ni es el único alemán que calza con el estándar de teutón “puro” sin ascendencia de otros orígenes. Antonio Ruediger tiene origen afrocaribeño, Sami Khedira posee origen tunecino y Mario Gómez, ascendencia española.

 

Pero este cariño por Turquía hizo que Ozil no se sintiera bien cuando en la Eurocopa de 2008 le anotó a los turcos en un juego ganado por Alemania con ese único gol. Y más que un anotador, es un mediocampista ofensivo que reconoce el aporte de ambos países en su estilo de fútbol. “He tomado lo mejor de los dos pueblos: la disciplina de los alemanes y la imaginación de los turcos”.

 

Otro rasgo que posee del pueblo turco es la religión musulmana, si bien es cierto en 2007 hizo gestiones para eliminarlo de su pasaporte y quedarse únicamente con la nacionalidad alemana.

 

Con la selección teutona ya posee 88 juegos clase A y ha hecho 22 goles y 38 asistencias, lo que permite pensar en él como un jugador clave para el cuadro germánico, aspecto que ha demostrado desde hace dos mundiales su valía en el tercer lugar de 2010 y el título de la última edición, en 2014.

 

 

 

 

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