El Concejo de la FIFA confirmó esta mañana que los mundiales de fútbol femenino mayor subirán a 48 selecciones a partir de 2031.
Eso representa una cantidad igual a la de la que ya poseen los de fútbol masculino mayor a partir del que se llevará a cabo el próximo año en Estados Unidos, México y Canadá.
Tendrán un mismo formato (12 grupos de cuatro selecciones, dieciseisavos de final con las dos primeras de cada grupo y las ocho mejores terceras, octavos de final, cuartos de final, semifinales, partido por el tercer lugar y final).
Con base en el comunicado de la entidad federativa, el acuerdo del Consejo se dio de manera unánime después de consultar con todas las confederaciones continentales y con los principales grupos de interés, y a raíz de los avances del fútbol femenino en el planeta.
El presidente de la principal confederación futbolera del planeta, Gianni Infantino, fundamentó la decisión en que esta puede impulsar la actividad en el globo terráqueo. “No se trata simplemente de que 16 selecciones más participen en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, sino de lograr nuevos avances en relación con el conjunto del fútbol femenino y garantizar que más federaciones miembro de la FIFA tengan la oportunidad de aprovechar el torneo para desarrollar sus estructuras en esta disciplina desde un punto de vista global. La Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023, la primera en la que selecciones de todas las confederaciones ganaron al menos un partido y representantes de cinco confederaciones alcanzaron la fase de eliminación directa, entre muchos otros récords, supuso un nuevo hito en términos de competitividad. Esta decisión nos permite mantener esta inercia con vistas a seguir impulsando el fútbol femenino en todo el planeta”.
Asimismo, se prevé la creación de una selección con futbolistas afganas refugiadas como una manera para activar el fútbol femenino de Afganistán, un país donde el régimen talibán prohíbe la participación de las mujeres en esta actividad. Dicha selección de mujeres afganas refugiadas alrededor del mundo será coordinada directamente entre la confederación y las jugadoras.
Por último, se anunciaron medidas más duras para combatir el racismo, que deben ser de acogimiento obligatorio en todas las federaciones miembro del planeta. Algunas de las medidas incluyen una multa máxima de hasta 5 millones de francos suizos (poco más de 6 millones de dólares estadounidenses o 3.000 millones de colones), que jugadores u oficiales del juego puedan identificar a las personas agresoras para expulsarlas del estadio, y la posibilidad de interponer recursos ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés) e intervenir en agresiones racistas si consideran que las medidas tomadas por la federación no son lo suficientemente rigurosas.