Desde antes de haberse proclamado tricampeones invictos de futsala por la Confederación de Fútbol de la Asociación del Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf), y de forma más específica, desde que el pasado 7 de mayo logró su clasificación mundialista a Lituania 2021 luego de golear 12-1 a Surinam por los cuartos de final del premundial regional disputado en el Domo de Guatemala, la selección de futsala de Costa Rica se permitía soñar con una meta muy alta, como lo era la de emular lo hecho en Colombia 2016, único mundial de la disciplina donde se avanzó de primera ronda.
“En Lituania el objetivo será avanzar en las dos primeras posiciones del grupo para evitar un cruce contra un equipo top en los octavos de final, que muy probablemente sucederá si pasamos como uno de los mejores terceros”, eran las palabras del seleccionador nacional Carlos Quirós dos días después, cuando le ganó la final a los Estados Unidos 3-2.
A los nueve días de eso, y ya en Costa Rica, él ratificó su posición. “La idea es partir de esa base exitosa en el Premundial y plantear objetivos a alto nivel, porque el Mundial tendrá otro ritmo, con rivales muy calificados. Hay que elevar las expectativas y todo lo que tenemos que hacer a nivel físico, táctico, mental, nutricional, y competir”.
“Ya hicimos lo nuestro. Dimos todo en la cancha, hicimos un mundial que no fue tan bueno, pero hicimos todo el esfuerzo”, Daniel Gómez
Para esto tuvieron entrenamientos cuatro veces por semana, fogueos internacionales en el país contra Guatemala, una de las potencias del área, y un campamento en Portugal y Croacia días previos al mundial, donde se foguearon contra otras selecciones del orbe ya clasificadas como Uzbekistán, Angola, Portugal e Islas Salomón. Además, se conservó íntegro al plantel que ganó el tricampeonato en Guatemala y solo se sumaron el portero Jairo Toruño y el ala Diego Zúñiga, aprovechando que a Lituania se podía llevar 16 jugadores contra los 14 autorizados en Guatemala.
Expectativa contra realidad.
Sin embargo, los resultados a la hora de la hora no estuvieron dentro de lo que ellos mismos esperaban, pues en los partidos que de verdad cuentan quedaron claras las enormes diferencias entre el futsal nacional, e incluso de Concacaf, contra el de otras regiones, especialmente el futsal europeo.
Un 1-6 ante Kazajistán, país geográficamente ubicado en Asia pero que está afiliada a la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA) desde hace casi 20 años, fue la mejor prueba de eso, pues mientras los exsoviéticos son profesionales y una de las selecciones top del mundo, los nacionales sacrificaron sus trabajos remunerados y sus estudios para ir a territorio lituano. Además, durante ese juego se cometieron varios errores defensivos que facilitaron el trabajo a los kazajos.
Y, aunque para el segundo encuentro, ante Venezuela, hubo una gran mejora defensiva y el trámite fue bastante más parejo, la selección nacional fue vencida nuevamente 0-1.
Esto forzaba a vencer al representativo local e ir por la mayor cantidad de goles posibles con el objetivo de tener, por lo menos, la oportunidad de sentarse a esperar el cierre de la fase de grupos, dos días después, y ver si lo hecho contra el representativo báltico les daba para ser uno de los cuatro mejores terceros y jugar unos eventuales octavos de final ante las poderosas Rusia o Portugal.
La primera parte de la tarea la cumplieron al golear al quinteto lituano 6-2. Más allá de la teórica y luego comprobada debilidad del equipo local, que nunca había ido a un mundial, este era el primer triunfo mundialista ante un oponente europeo tras ocho partidos. Además, con ese triunfo y la caída de Guatemala ante los rusos 4-1, el cuadro costarricense aventajaba a los chapines en el ranking de terceros, lo cual aumentaba sus opciones de pasar a octavos de final.
Pero, luego de dos días de incertidumbre y espera a ver si se daba tan solo uno de varios resultados que clasificaban al quinteto de Carlos Quirós, finalmente no sucedió. El elenco nacional tuvo que devolverse a casa luego de los tres partidos básicos como el quinto entre los terceros y el 17° lugar general, quedando a unos goles de jugar un cuarto partido. Lo que sí se logró fue obtener la mejor posición entre los cuatro exponentes de Concacaf y entre las ocho selecciones despachadas con el primer corte.
Por un lado, al tomar en cuenta la situación de los jugadores nacionales de futsala, sería injusto juzgarlos con el mismo rigor que a las selecciones de futbolistas profesionales, y más cuando son la única selección patria afiliada a la Federación Costarricense de Fútbol que está yendo a mundiales desde 2018. Pero, por otro lado, cuando ellos mismos se pusieron la meta de jugar hasta cuartos de final, y cuando tuvieron 10 fogueos internacionales en cuatro meses y hasta una gira por Europa con casi un mes de anticipación, es inevitable preguntarse cómo una preparación tan intensa no terminó con un final feliz.
Así lo vivieron los jugadores.
Uno de los dos jugadores de futsala legionarios, Milinton Tijerino, prefirió enfocarse en la entrega y la unión grupal de sus compañeros. “Agradecer a los muchachos la entrega que tuvieron, al final eso es lo que nos caracteriza como ticos. Ahora debemos esperar a ver qué nos depara la suerte y con base en eso trabajar. Al final solo queríamos cerrar de la mejor manera posible; conseguimos los goles que necesitábamos para quitarnos los goles en contra de encima, pero al final hay que esperar, y lo más importante, salir contentos con lo realizado hoy (el sábado contra los lituanos)”.
Mientras su compañero, Juan Alonso Cordero, aunque se sumó a resaltar el esfuerzo de su equipo, se mostró más autocrítico con el desempeño general ante los kazajos y los venezolanos. “Sabemos que tuvimos dos partidos no tan buenos, el segundo tal vez falta de ataque, falta de gol. Por dicha hoy (contra Lituania) se nos abrió el marco y pudimos concretar y hacer el juego que nosotros acostumbramos, y por dicha pudimos sacar una victoria contundente. La verdad esta gira ha sido complicada, súper difícil, y la gente no ve eso, pero nosotros estamos para asumir la responsabilidad, los retos y los momentos malos, a pesar de las adversidades tratamos de ponerle y sacar una victoria para el país”.
En ese mismo tono estuvo Daniel Gómez, quien figura en el juego ante los lituanos con un doblete. “Ya hicimos lo nuestro. Dimos todo en la cancha, hicimos un mundial que no fue tan bueno, pero hicimos todo el esfuerzo”.
