Luego de que la Unión Nacional de Fútbol (Unafut) anunciara una investigación contra Limón FC por rompimiento de protocolos contra COVID-19, y tras las declaraciones dadas por el exdirector técnico del equipo, Luis Fernando Fallas, los caribeños se descargaron mediante un extenso comunicado de prensa.
En él, negaron que se tratara de una fiesta con consumo de licor, y en su lugar todo se trató de una cena en la casa del presidente caribeño, Celso Gamboa, a raíz de una reunión que le solicitaron los jugadores Roy Smith, Esteban Alvarado y Johnny Gordon, los otros señalados por Fallas, quienes son parte de la burbuja laboral.
Adicionalmente, aseguraron que Fallas, al ser vecino de Gamboa, tenía acceso libre para haber ido a la vivienda del presidente a corroborar lo que ahí sucediese, y que no era la primera vez que ambos habían compartido en la casa del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia.
Negaron que hubiese habido notificaciones y llamadas de Fallas contra la reunión de Gamboa y los tres jugadores, y también que esta hubiera acabado en la madrugada del sábado donde enfrentaban el juego ante Alajuelense, pues de acuerdo con la directiva, las órdenes de comida a un restaurante existente datan de las 9:30 pm del viernes.
En el comunicado, la institución verdiblanca aseguró que los jugadores involucrados le ofrecieron a Fallas hacerse exámenes de sangre para descartar la presencia de alcohol y este les dijo que no era necesario durante la reunión sostenida en el Juan Gobán antes del viaje a Guápiles con los directivos Kurt Bernard, Noel Ferguson y Reynaldo Parks, pero sin Gamboa ni Alvarado al encontrarse en San José y Siquirres, respectivamente.
De acuerdo con los verdiblancos, los acuerdos tomados en la reunión fueron afrontar el partido ante los rojinegros de la mejor manera, y acusan a Fallas de romperlos al decidir no convocar a esos jugadores, ante lo cual elevaron el caso a la directiva, quienes quisieron hacer valer el acuerdo pactado en la reunión, aunque al final ni Smith ni Gordon pudieron llegar al estadio Ebal Rodríguez de Guápiles por el tiempo y la distancia desde Limón; a diferencia de Alvarado, quien sí logró hacerlo desde Siquirres.
El club culminó su descargo dando a entender que Fallas optó por renunciar ante la llegada de Alvarado y que se la aceptaron, le dieron tiempo para despedirse de sus dirigidos y le proporcionaron transporte de vuelta a Limón; pero que siempre han respetado la libertad de decisión deportiva de su exentrenador a la hora de contrataciones y salidas de jugadores.