Antes de convertirse en el principal referente de la selección de Inglaterra en que se ha convertido hoy en día, el jugador Harry Kane tuvo que afrontar todo tipo de rechazos.
Cuando jugaba en las divisiones menores del Arsenal, con ocho años, fue despachado de allí, y de inmediato se va al Tottenham, ambos equipos ubicados en Londres, pero no es sino hasta los 11 que este último equipo lo ficha de manera definitiva para que haga desde ahí su proceso de divisiones menores.
Una vez ascendido al primer plantel, en 2009-2010, por habilidades que, tal vez, en aquel momento sólo su formador Alex Inglethorpe le veía a pesar de que admitió que tenía un movimiento algo torpe, tampoco era muy bien aceptado por otros jugadores ya consolidados desde ese momento, como Gareth Bale, Luka Modric o Rafael Van der Vaart. Tampoco el club creía en él y lo mandaron a préstamo a varios equipos en el transcurso de tres años.
Esto se acabó en 2013, cuando al “Ciudadano Kane” lo contrataron de vuelta en su querido Tottenham. Aunque en ese caso, fue a más no haber, ya que no lograron fichar otro delantero más que él. Pero luego, su entrenador de ese momento, Tim Sherwood, le empezó a alinear de a pocos, y Kane retribuyó la confianza con goles.
Con la llegada de Mauricio Pochettino al banquillo, Kane tuvo que hacer fila y conformarse con jugar algunos duelos menos importantes. Hasta que el estratega observó, luego de un duelo liguero en el que lo tuvo que poner por falta de disponibilidad de sus dos delanteros estelares, que Kane era más que el típico 9 que se queda merodeando el área y esperando que le caiga la bola para anotar. Medía tiempos de juego, era enlace entre el medio y el ataque, y además podía bajar a defender sin problemas cuando se necesitara. Desde ese momento, Kane se hizo con la titularidad.
Un día, fue seleccionado para un partido ante Lituania, donde entró de cambio, y apenas al minuto de entrar, contribuyó con un gol que cerró un triunfo 4-0. Luego de eso, pasó a ser habitual en la selección inglesa, donde lleva 13 goles en apenas 24 juegos.
Fuera de la cancha, Kane es un futbolista que representa las características del inglés tradicional: tranquilo, impecable, elegante aún dentro de la cancha, con todos sus cabellos en su lugar aun cuando cabecea, que ama las vestimentas tradicionales, abstemio, nunca va a las discotecas y sí a jugar golf cuando puede. Su pareja actual es una compañera a quien conoce desde su niñez, y con ella tiene dos perros bautizados en honor a jugadores de fútbol americano, y también dos hijos humanos.