En toda competición deportiva, las caras visibles de los resultados de las delegaciones son las de los entrenadores y los atletas, como ideólogos y ejecutores de las estrategias en competencia. Pero detrás hay un grupo de profesionales como los administrativos, nutricionistas, preparadores físicos, utileros y psicólogos cuyo trabajo es fundamental.
El presidente de la Sociedad Iberoamericana de la Psicología del Deporte, Joaquín Dosil, fue el encargado de la conferencia inaugural del VI Congreso Iberoamericano de Psicología del Deporte realizado la semana anterior en el Estadio Nacional.
Con 17 años de experiencia académica y profesional en España y el mundo, en una entrevista a UNIVERSIDAD, Dosil aseguró que busca posicionar al psicólogo del deporte como potenciador de rendimiento y no solo como “apaga incendios”.
¿Cuáles considera usted que son los principales logros y pendientes de la psicología deportiva en Iberoamérica?
-Hemos conseguido reunir a los psicólogos de los deportes de diferentes países en una misma dirección: consolidar el rol y las funciones del psicólogo del deporte, normalizar su figura en todos los equipos, clubes y federaciones. Este es uno de los logros más importantes en los últimos años, con este congreso se ratifica que aquí en Costa Rica hay un avance. Pero todavía hay algunos pendientes: como que realmente todos los deportistas asuman que la psicología del deporte está enfocada hacia aumentar el rendimiento, no hacia resolver problemas únicamente, y de esta forma conseguir que no solo en Costa Rica, sino en Iberoamérica, el psicólogo del deporte pueda participar realmente de todos los ciclos olímpicos.
¿De qué manera se manejan las situaciones psicológicas particulares de ciertos deportistas, tales como síndrome de Asperger, autismo, entre otros, para potenciar sus fortalezas y atacar sus debilidades?
-El deporte juega un papel fundamental para desarrollar algunas habilidades en personas que tienen cualquier tipo de síndrome psicológico. Son personas que a través del deporte pueden aumentar la socialización y su conocimiento; la familia les puede apoyar mucho más, y consideramos que el psicólogo del deporte, como profesional, puede aportar para que los entrenadores sepan cómo actuar mejor con este tipo de atletas y de esta manera el deporte se convierta en un empujón para que se integren mucho mejor a la sociedad.
¿Cuáles deportes están más avanzados y cuáles menos en la integración de la psicología deportiva?
-El deporte en el que más psicólogos están trabajando es el fútbol, más en la iniciación que en el rendimiento; y hay otros como el bádminton y el tenis, que también tienen una incidencia muy importante en la psicología del deporte. El atletismo, el tenis de mesa, el patinaje y el ciclismo están incorporando la figura del psicólogo del deporte. Por eso, como le decía, ha habido muchos avances, pero todavía queda mucho por recorrer.
Basado en su experiencia con varios equipos y atletas, ¿cómo es la metodología de trabajo con cada uno de ellos? ¿Qué trabajos diferenciados realiza?
-El trabajo del psicólogo del deporte es diferente con cada disciplina y con cada persona. Hay que adaptarse siempre a eso. Por eso hablamos de psicólogos especializados en fútbol, baloncesto y balonmano. Y también cada persona es muy diferente. Por ejemplo, lo que significa la motivación para un deportista a lo mejor para otro no es nada motivante. Por eso hay que adaptar los métodos de trabajo y los programas psicológicos a cada deportista y disciplina.
¿Cuál es el deporte que le ha sido más placentero trabajar y en cuál más complicado?
-Uno de los deportes donde más he tenido la oportunidad de trabajar es en el Campeonato del Mundo del motociclismo. He trabajado con más o menos 30 pilotos, cada uno muy diferente. Es un deporte difícil desde el punto de vista de que, además de los componentes psicológico, físico, técnico y táctico, hay un componente más y es que te estás jugando la vida. Es un deporte de alto riesgo porque vas a 300 kilómetros por hora. Cuando te juegas la vida, la variable psicológica es un componente muy importante.
¿Cuál considera usted que es la situación de Costa Rica en este tema?
Costa Rica ha avanzado mucho en los últimos diez años. Cada vez hay más personas dedicadas a la psicología del deporte, todavía queda mucho por hacer, pero cada vez son más. Hay ejemplos como los que hoy se homenajearon en el fútbol (Clemencia Conejo, Rafael Ruano y Colón Bermúdez por sus trayectorias de más de 40 años en la Escuela de Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida de la Universidad Nacional y en el deporte nacional). Hay dos personas de referencia en este momento: Carlos Madrigal y Laura Moreira, quienes están haciendo un trabajo extraordinario con el Comité Olímpico, y en el ámbito académico hay casos como el de Walter Salazar y Pedro Ureña, que también tienen varias publicaciones y amplio conocimiento.
En su gestión como presidente de la Sociedad, ¿cuáles son los principales logros y pendientes?
-Hemos hecho muchas cosas: actividades académicas como congresos, actividades profesionales en diferentes países y hemos desarrollado la psicología del deporte en países donde no existía, y hemos creado una Maestría en Psicología Deportiva para formar profesionales y que se especialicen las personas que van a estudiar esta rama de la psicología o educación física. El objetivo es que la Sociedad oferte doctorados en psicología del deporte y por otro lado que los profesionales empleen una metodología acorde con los principios de la Sociedad; que además de la confidencialidad de los programas, la forma de trabajar aumente el rendimiento de los deportistas. Y el último objetivo es que la psicología del deporte llegue a todos los países de habla hispana y portuguesa.Para el psicólogo español Joaquín Dosil, la psicología deportiva ha sido más aceptada en las distintas disciplinas, pero es necesario verla como parte importante del rendimiento y no solo para resolver problemas.
