Su abuelo y su padre vistieron la verde mexicana en distintos mundiales
Gusta tener contacto social y conciertos
El mexicano Javier Hernández es más que uno de los referentes de su selección: es parte de una familia de tres generaciones de futbolistas que en algún momento llegaron a vestir la camisa verde de su selección en el máximo escenario futbolístico.
Su abuelo materno, Tomás Balcázar, tuvo parte en el mundial de Suiza 1954, donde consiguió marcar un gol ante Francia; luego su padre, llamado también Javier Hernández, integró la selección azteca en el segundo de los mundiales realizados en México, el de 1986, si bien es cierto nunca lo alinearon ni lo pusieron de cambio, y ahora Hernández hijo lleva con este tres mundiales, ya que está desde Sudáfrica 2010 de manera ininterrumpida.
Es el máximo goleador histórico del “Tri” con 48 anotaciones en 93 compromisos, y su estilo de juego asemeja el picante y la picardía mexicanas.
Sin embargo, no todo fue de perlas para Hernández hijo, quien en una entrevista realizada en 2015 por el programa “Orgullo Chiva”, lloró al recordar un periodo en que no entraba en planes del entrenador de Guadalajara, su lugar natal, en una etapa juvenil entre 18 y 21 años. Ante este panorama, invariable aunque hubiese otro entrenador, y por consejo de este último, Hernández se va al Real Madrid, y después, al Manchester United y al Bayer Leverkusen.
Además, aunque hizo la parte de proceso juvenil de la Sub 17 para Perú 2005, ganado por los aztecas, finalmente no fue convocado. Aunque dos años después, en la Sub 20 de Canadá 2007, sí jugó e hizo un gol en cinco partidos.
En el ámbito social, Hernández hijo tiene un rasgo social humanista muy desarrollado. Además del tiempo en familia que comparte y las idas a los conciertos con una hermana siempre que le es posible, fue nombrado un embajador de buena voluntad para México de la UNICEF, y además, siempre concede entrevistas, fotografías o regalos. Un ejemplo, cuando regaló una camiseta a un niño de ocho años en Honduras, o cuando concedió un autógrafo a una joven en silla de ruedas, quien no pudo controlar su llanto de la emoción.
Le realizaron una entrevista en el programa español “El Chiringuito” en 2014 sobre este episodio, y utilizó su experiencia como un llamado a tener empatía con sus seguidores.
“Vi la gente y dije, bueno, trato de pensar en ellos porque yo también de niño veía a mi padre, contra los que jugaba y sus compañeros, y yo también les pedía una foto, les pedía un autógrafo, yo también viví esta parte…bueno, a la fecha también pido fotos, autógrafos a gente reconocida”.
