Guerrero es responsable de devolver a los peruanos a un Mundial luego de 36 años de ausencia
Gusta contribuir con causas sociales en su país y ama la equitación
José Paolo Guerrero Gonzáles es un jugador icónico en la selección del Perú. Hasta este sábado ni él ni ninguno de sus compañeros sabían lo que era jugar un partido mundialista, porque del último mundial al que fue Perú hasta ahora han pasado 36 años.
Es el máximo goleador en la selección, con 34 goles, y tenía clara que esta era la última oportunidad para él y su compañero y amigo de toda una vida, Jefferson Farfán, de asistir a un Mundial, algo que parecía que nunca iban a conseguir, a pesar de haber estado en clubes prestigiosos de Suramérica y de Europa, y tener varias Copas América. Ambos ya están en la mitad de su tercera década, y aunque no habían nacido durante el Mundial España 1982, ya su carrera está próxima a su final.
Por eso, en estas eliminatorias Guerrero aportó cinco goles, tantos como los que llevaba en todos los tres procesos previos en que tuvo parte, muy importantes para poner al cuadro incaico en la quinta posición, que por lo menos les llevó a un repechaje ante Nueva Zelanda, el cual, para todos los efectos, era casi como clasificar, y en efecto fue así. ¿Que también medió que ganaron tres puntos en la mesa en Bolivia por alineación indebida? Sí, pero el objetivo principal se cumplió.
Sin embargo, Guerrero no es apreciado en el Perú únicamente por lo que hace en la cancha, con todo y algunos incidentes que le han valido suspensiones de varias fechas. Fuera de ella también realiza actividades que se ganan el corazón de su gente, pues en más de una ocasión, durante su estancia en Hamburgo, cada vez que tenía vacaciones se iba a realizar obras de bien social en Perú, visitaba a los niños pobres de su barrio de infancia, y regalaba balones y firmaba autógrafos. Además, fue a ver a una niña de tres años que quedó cuadrapléjica tras un asalto contra su familia.
Otras pasiones que tiene son los caballos y los autos, e incluso, una vez, luego de salir campeón con el Corinthians brasileño, fue homenajeado en un hipódromo.
Por todo lo que representa para el pueblo peruano, ya sobre él se ha realizado una película y un libro.