Costa Rica abrió expediente en las eliminatorias mundialistas de futsal femenino por la Confederación Norte, Centroamérica y Caribe (Concacaf), que igualmente eran las primeras del área tras la anunciada aprobación desde el 4 octubre de 2023 de dicho certamen mundialista por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) a partir de 2025 en Filipinas. Así, la selección costarricense tuvo una participación que empezó bien y prometía para mucho más en Guatemala, sede de dicho torneo, pero acabó del modo menos deseado: con una dolorosa eliminación.
Mediante la guía de Alexander Ramos, quien un año atrás llevó a la selección masculina a superar la primera ronda de un mundial organizado por la principal federación futbolera del mundo en cualquiera de sus superficies, categorías etáreas y sexos en los últimos siete años, el equipo femenino empezó sacando la tarea con una victoria de 3-2 sobre la posteriormente campeona regional: Canadá. Ese día, Yerlin Varela se erigió como la primera anotadora nacional en este tipo de eliminatorias entre selecciones sobre los 40×20 de las canchas duras. Después, obtuvo un empate de infarto a 2, a falta de 15 segundos para terminar el juego frente a Estados Unidos, luego de ir perdiendo 0-2, y cerró su fase de grupos con un triunfo mucho más cómodo de 6-0 ante Honduras para ganar el grupo B con 7 puntos, y con ello enfrentar en semifinales a Panamá, quien fue segundo lugar del grupo A con 6 puntos tras perder contra México y haber vencido previamente a Guatemala y Cuba.
Pero en el partido crucial que decidía si Costa Rica o Panamá viajaría a territorio filipino, las panameñas se impusieron 3-1 con dos goles en los últimos cuatro minutos para dejar a las nacionales fuera del Mundial en Filipinas, al cual clasificaron las canaleras junto con las canadienses, posteriores campeonas del área, y de paso confirmar que en cualquier categoría futbolística por edad, superficie y sexo Panamá tiene años de ser verdugo de nuestras selecciones. Asimismo, en el balance general, las costarricenses concluyeron en el cuarto lugar con 7 puntos, por debajo de Canadá, Panamá y México, la otra semifinalista eliminada, que hizo 10 puntos en cuatro juegos al ganar los 9 puntos de la fase de grupos y empatar ante las canadienses a 4, pero perder en penales.
De esta manera, las nacionales se suman a la selección de futplaya masculina y a la sub 20 masculina, las cuales se quedaron al margen de los respectivos mundiales en Seychelles y Chile. La presencia de Costa Rica en mundiales de fútbol de cualquier categoría etárea, superficie y rama en 2025 se dará mediante las sub 17 de ambos sexos, quienes sí lograron visar su presencia en los primeros mundiales con los nuevos formatos anuales en la misma sede por cinco años, en Catar para los masculinos y Marruecos para los femeninos. Lo que puedan lograr la sub 20 femenina y la mayor masculina más adelante en el año servirá para el 2026.
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Advertencia no escuchada
En la zona mixta posterior al partido contra las estadounidenses, la capitana Ariel Barquero enfatizó en la concentración como aspecto fundamental para rescatar el empate de un juego que parecía perdido. “Es importante que estemos concentradas”, inició antes de que un emocionado Ramos le estampara un beso en su mejilla izquierda mientras hablaba. “Creo que se nota la felicidad del grupo, para eso trabajamos, llegamos a entrenar desde el día uno sin saber lo que sabemos hoy: hemos mejorado, hemos crecido y al final eso es lo importante. Nadie creía en nosotros y aquí estamos demostrando (…) una vez más por qué somos la número uno de Concacaf”, concluyó en cuanto retomó la entrevista.
Pero después de la eliminación ante las canaleras, mientras Priscilla Torres y María José Arce lloraban abrazadas, Tatiana Cascante hacía lo mismo sentada en el banquillo y demás personas integrantes del equipo, incluido Ramos, habían pasado al camerino de la manera más inadvertida posible, Barquero sacó su tono más autocrítico y analizó que en términos generales el equipo no encaró el juego del modo en que tenían que haberlo hecho, con el hambre de triunfo que sí mostraron las canaleras: “Creo que lo que marcó la diferencia fue la actitud, ellas querían ganar e ir al mundial. Nosotras estuvimos muy pasivas al empezar el partido. Al arrancar el segundo tiempo tal vez empezamos un poco mejor, pero la mala toma de decisiones marcó la diferencia en el partido”.
Asimismo, admitió que el hecho de haber realizado una fase de grupos extraordinaria, pero fallar en el partido más importante de todos: la semifinal, no podía generarles otro sentimiento que el de una gran decepción. “Hicimos una etapa de grupos casi perfecta, ganamos 7 puntos importantes, veníamos muy concentradas y creo que eso fue lo que nos faltó al jugar este partido (contra Panamá). Como dije antes, ellas (las panameñas) querían ganar un poco más que nosotras”.
Por su parte, la panameña Laurie Batista, quien fue la autora del segundo gol de su selección, interrumpió su entrevista en la zona mixta para llamar a sus compañeras y su cuerpo técnico, quienes se encontraban celebrando y bailando dentro de la cancha. “Si solo me entrevistas a mí sería muy egoísta con mis compañeras, así que dame un segundo”, comenzó. Cuando volvió con todo el equipo completo, retomó. “Gracias a Dios, la honra y la gloria para él, hemos hecho un excelente trabajo, vamos para Filipinas, todo el trabajo y dedicación de la familia panameña… claro, gracias a Dios todo”.
