El nado artístico (antiguamente conocido como sincronizado) costarricense está de luto. Su principal impulsora, Olga Stanilavnova Diakov Diakova, mejor conocida como Olga Diakova, falleció la noche del 6 de febrero a sus 56 años de edad en su casa de habitación luego de lidiar con una larga enfermedad.
Nacida un 21 de mayo de 1967 en la ya extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, específicamente en Bakú, capital de la actual república de Azerbaiyán, Diakova dedicó una parte muy importante de su vida al nado artístico desde el surgimiento de un programa piloto del gobierno soviético. Empezó desde los 11 años en la disciplina y de ahí en adelante, hasta los 26 años como atleta de la URSS y luego de la actual república de Georgia.
Luego, con el fin de huir de las guerras diarias posteriores a la desintegración de la URSS y dedicarse a su deporte en un ambiente de paz para ella y su hija Violeta, hoy entrenadora, Diakova se instaló en Costa Rica desde 1994 y empezó la promoción del deporte en el país, labor que hizo durante 26 años hasta 2020, con el inicio de la pandemia de la COVID-19 y su enfermedad personal que acabó por quitarle la vida.
Con ella como seleccionadora, Costa Rica asistió a 64 torneos internacionales entre Centroamericanos y Caribe de Natación, Centroamericanos, Panamericanos, Mundiales junior, juveniles y Senior, Camex, Centroamericanos (similares con la diferencia de que en los primeros se incluye a México), torneos europeos y locales de cada país. Además, el equipo nacional estuvo participando en clasificatorios a torneos olímpicos.
Desde 2013 el país participa en campeonatos mundiales y en este momento está concursando en otro en Catar, siendo el único en Centroamérica en hacerlo.
Ya retirada de la élite, siguió siendo campeona mundial máster y presidió la Asociación Orquídea, una de las dos principales asociaciones del deporte en el país. Pero también fue comentarista deportiva invitada para la cadena televisiva Repretel durante varios Juegos Olímpicos, así como jueza en competencias internacionales, y fue muy respetada en la Federación Internacional de Natación, hoy renombrada World Aquatics.
Además, la Red Tica de Mujeres y Deportes le hizo un reconocimiento por su larga carrera en el país.
Por último, siempre clamó, en conjunto con su colega Cristina Hiller, por contar con piscinas con mejores condiciones para la práctica del nado artístico en el país, lucha que aún se sigue librando.
Además de Violeta, quien fue también nadadora artística y heredó la dirección técnica de su asociación y la selección nacional, le sobrevive Anna, su otra hija y hermana de Violeta, nacida ya en Costa Rica y que en este momento es atleta de su asociación y de selección nacional.
