Desde excluir a una persona acosadora de alguna competencia hasta el despido de una persona trabajadora o funcionaria sin responsabilidad patronal, serán parte de los castigos que aplicará la nueva ley contra el acoso y hostigamiento sexual en el deporte, tras ser firmada por el Presidente de la República el pasado el lunes 29 de marzo
Su baremo era un mero formalismo para dejar la ley en firme una vez aprobada en la Asamblea Legislativa, tras los dos debates de rigor, el 18 y el 25 de febrero. En ambos hubo un consenso aplastante que superó incluso la mayoría calificada (38 votos), pues en el primero hubo 49 votos a favor del texto y, en el segundo, 45.
Dicha ley establece sanciones contra conductas con contenido sexual en cualquier tipo de lenguaje, presencial o virtual, sin importar su explicitud; así como contactos físicos intencionales sin consentimiento de quien los recibe, y la solicitud o exigencia de favores sexuales a cambio de un trato preferencial o mediante represalias.
”A partir de hoy se marca un hito en casos de esta índole en el deporte costarricense. Para nosotras como atletas es importante saber que existe una ley que nos respalda”, Valeria Cárdenas.
Además, se creó una Comisión contra el Hostigamiento Sexual por el Instituto Costarricense de Deporte y la Recreación que estará obligada a capacitar y hacer campañas preventivas sobre este delito, ofrecer acompañamiento psicológico y emocional a las víctimas, y darles asesoría jurídica y representación legal gratuita en todos los momentos del proceso judicial o administrativo.
También deberá acoger y dar seguimiento a las denuncias existentes, las cuales primero deben presentarse en cada organización deportiva, ya que a estas últimas les exigieron contar con órganos receptores de denuncias de este tipo de delitos. Eso no prohíbe a las víctimas la posibilidad de contratar sus propios servicios profesionales de derecho y psicología.
De acuerdo con un estudio hecho por el Comité Olímpico Nacional (CON) tras los Juegos Panamericanos Lima 2019, un 35% de las personas deportistas manifestó haber sido acosada alguna vez. Además, tres de cada cuatro víctimas fueron mujeres, y cuatro de cada cinco perpetradores fueron hombres. De estos últimos, más de la mitad eran otros deportistas, lo cual desmitifica la creencia de que el acoso viene únicamente de una relación de poder descendente (entrenador a atleta, presidente, federativo o directivo a entrenador o a atleta).
Antes de elaborar su campaña sobre el tema en 2020, el CON dio a conocer que el acoso puede ir más allá, e incluye preguntas sobre privacidad o sexualidad; espionaje e invasión en vestidores, baños, dormitorios y otros ámbitos privados; la convocatoria a sesiones de entrenamiento individual innecesarias y en ambientes no deportivos; las grabaciones o difusiones de fotos o vídeos de carácter sexual sin consentimiento; y comentarios sobre aspectos personales o de índole racista, homofóbico o sexista y llamadas o mensajes insistentes e innecesarios.
UNIVERSIDAD buscó consultar a la entidad rectora del olimpismo su criterio sobre la ley, a través de su psicóloga Wendy Zúñiga, sin embargo, no se encontró disponible.
También se consultó en la oficina de prensa del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), Ivannia Arias, sobre reportes de deportistas que les han pedido asesoría legal y jurídica. Al respecto, ella indicó que al ser algo reciente todavía no hay reportes al respecto, y remitió al Poder Judicial para conocer sobre la cantidad de denuncias.
Consultada sobre esto, la vocera de esta entidad, Sandra Castro, indicó que al tratarse de una ley aprobada recientemente, aún no había estadísticas sobre denuncias presentadas por deportistas o personas involucradas en deportes.
Deportistas y políticas felices con ley
Durante el acto de la firma de la ley, deportistas y políticas saludaron la presencia de esta nueva realidad que procura transmitirles mayor tranquilidad.
Tal es el caso de la boxeadora olímpica Valeria Cárdenas, quien hizo un llamado a terminar con el silencio y encubrimiento de este delito, por más imperceptible que parezca.
“Hoy invito a todos los atletas y personas relacionadas con el deporte a no callar y a alzar la voz para que otros no pasen por esta situación. Sepan que a partir de hoy se marca un hito en casos de esta índole en el deporte costarricense. Para nosotros como atletas es importante saber que existe una ley que nos respalda ante estas situaciones y que podemos dedicarnos a practicar el deporte que amamos y que tanto nos apasiona”.
También el colectivo femenino Contra la Violencia en el camerino, de las exfutbolistas costarricenses Ana Vilkia da Costa e Hildegard-Ulrika Kahle, se mostró satisfecho con la aprobación de este proyecto de ley y catalogó el suceso “como un día histórico para el deporte”.
La ministra del deporte, Karla Alemán, catalogó como un derecho humano el tener espacios deportivos seguros, y atribuyó al acoso y hostigamiento sexual la pérdida de muchos potenciales talentos deportivos que pudieron surgir en condiciones más seguras.
“Esta ley es lo que hacía falta para prevenir y sancionar estas lamentables e hirientes manifestaciones contrarias a la dignidad humana. Al señalar obligaciones y responsabilidades al ICODER y a entidades deportivas garantizamos el derecho humano a espacios libres de acoso y hostigamiento en el deporte, la recreación y la actividad física”.
“Queremos decirles a las deportistas y mujeres del mundo del deporte y la recreación que damos un paso con esta Ley, brindando seguridad jurídica para denunciar y recibir apoyo psicológico y asesoramiento legal ante cualquier manifestación de violencia de la cual hayan sido víctimas o si lo están siendo en estos momentos”, comentó también Marcela Guerrero, Ministra de la Condición de la Mujer.
La proponente de la iniciativa, la diputada María José Corrales, anadió que la nueva legislación garantiza un reglamento en cada federación y asociación deportiva para la prevención de este tipo de violencia sexual, al tiempo que establece un órgano colegiado y directivo para dar seguimiento a las denuncias y establecer sanciones administrativas o deportivas a las personas hostigadoras.
