Durante el fin de semana del 9 al 11 de setiembre, Italia fue el centro de reunión para atletas de todo el mundo con especialización en correr sobre terrenos montañosos, altos y rocosos y que demandan adaptación previa a altitudes cercanas a los 3.000 metros sobre el nivel del mar, so pena de pasarla mal a la hora de la carrera o de sufrir algún percance mayor.
Se trata del sexto mundial de skyrunning, que se desarrolló en San Domenico di Varzo y Formazza, ubicados en la Italia alpina, cerca de la frontera con Suiza. Normalmente dichos torneos organizados por la Federación Internacional de Skyrunning (ISF, por sus siglas en inglés) se harían cada dos años, pero después de 2018, que había sido en Escocia, hubo que esperar tres años por la siguiente edición en España debido a la pandemia; y esta de 2022 fue tan solo para ponerse al día.
Al igual que el año anterior, Costa Rica se hizo presente con una delegación de corredores y corredoras, pero esta ocasión logró llevar a más atletas, pues de cinco que viajaron a España, esta vez no solo se pudo llevar a la delegación completa de seis montañistas, sino que hubo lugar para una séptima en kilómetro vertical, skyrunning y ultra sky.
“Siento que tenemos potencial en el país para dar pelea en determinado momento, todavía nos falta un poco, pero muy contento por la experiencia que nos va a ayudar a crecer como país”, Jeremy Quesada.
Lorena Navarro, Érick Agüero, el muy reconocido multiganador de las carreras Chirripó, Juan Ramón Fallas, Natalia Rodríguez, Jeremy Quesada, Fernanda Torres y Noyle Salazar fueron las siete personas que representaron al país en territorio italiano. Aunque, de acuerdo con la Federación Costarricense de Deportes de Montaña (FECODEM), con Salazar se abrió un registro histórico, ya que ella es la primera indígena cabécar en ser incluida para esta competición como una excepción de las facultadas por el reglamento interno avalada por la ISF, pues aunque en 2021 no corrió, volvió arrasante para el 2022 ganando cuanta carrera nacional tuvo.
Rodríguez y Fallas corrieron la prueba skyrunning, con 31 kilómetros de distancia y un desnivel de 2.600 metros, Torres, Salazar y Quesada el kilómetro vertical con 2,8 kilómetros de trazado y 1.063 metros de desnivel aunque también hicieron la skyrunning, y Navarro y Agüero concursaron en la modalidad más exigente, el Sky Ultra, con 56 kilómetros de trazado y 3.685 metros de desnivel.
Así le fue a la delegación nacional
Primero salieron a escena quienes corrían la distancia menor, pero no por ello menos exigente. Quesada quedó a un puesto del top 20 masculino al frenar el cronómetro en 42 minutos y 24 segundos, tan solo a 5 minutos y 17 segundos del ganador, el estadounidense Joseph Demoor.
Salazar confirmó su gran momento al concluir en la 25° posición de la rama femenina gracias a un crono de 56 minutos y 26 segundos, a 15 minutos y 36 segundos de la suiza Maude Mathys y la francesa Christel Dewalle, quienes en una muestra de deportividad resaltada por ambas europeas ante el sitio de la ISF, acabaron la carrera juntas al cronometrar 40 minutos y 50 segundos, más allá de que la organización declaró a Mathys como ganadora por 35 centésimas.
En esta misma prueba Torres obtuvo la 36° posición tras cronometrar 1 hora, 3 minutos y 15 segundos, a 22 minutos y 25 segundos de Mathys y Dewalle.
Al día siguiente fue el turno de la carrera más extensa. Agüero detuvo el cronómetro en 7 horas, 6 minutos y 35 segundos para finalizar en la 25° casilla masculina, a 1 hora, 38 minutos y 10 segundos del ganador, el italiano Cristian Minoggio, quien fue el único en concluir el Sky Ultra en menos de 5 horas y media, e incluso en menos de 6 horas.
Por su parte Navarro acabó su prueba con un tiempo de 10 horas, 29 minutos y 5 segundos, lo que le valió la 31° posición de la rama femenina, a más de 3 horas y 30 minutos de la italiana Giuditta Turini, única corredora de Sky Ultra en bajar de las 7 horas (6 horas, 49 minutos y 35 segundos). Pero hay que considerar que Navarro se sobrepuso a un desgarro en el kilómetro 16, con lo cual la lucha dejó de ser contra el cronómetro y pasó a ser por terminar el trazado a como sea.
Finalmente llegó la carrera del skyrunning, con más de 100 personas entre hombres y mujeres. Fallas se dejó el 25° lugar masculino con 3 horas, 24 minutos y 2 segundos y Quesada logró la 28° posición al hacer un tiempo de 3 horas, 28 minutos y 28 segundos. El suizo Roberto Di Lorenzi fue el más rápido con un crono de 2 horas, 51 minutos y 13 segundos. Por la rama femenina la ganadora fue la rumana Denisa Dragomir, con 3 horas, 29 minutos y 51 segundos. Salazar alcanzó la 38° plaza con 4 horas, 47 minutos y 37 segundos, Rodríguez se dejó la posición 43 con 5 horas, 16 minutos y 39 segundos con todo y que en los últimos kilómetros tuvo problemas de visión, y Torres fue retirada por la organización a los 10 kilómetros de competencia por culpa de diversos problemas de salud que experimentó durante la carrera.
Desde territorio italiano, Quesada resaltó la experiencia aunque se mostró autocrítico: “Siento que tenemos potencial en el país para dar pelea en determinado momento, todavía nos falta un poco, pero muy contento por la experiencia que nos va a ayudar a crecer como país”, reseñó tras concluir sus pruebas.
Torres lamentó su retiro forzado en la prueba del skyrunning, pero se enfocó en las lecciones que pueda tener a partir de esta anécdota: “Me sentía muy bien de piernas; sin embargo, cuando el cuerpo habla y manifiesta síntomas más graves hay que escucharlo, independientemente de que uno quiera seguir y finalizar, como estamos usualmente acostumbrados a hacerlo. Solo aprendizajes se lleva uno de este tipo de experiencias”.
Salazar lamentó la falta de entrenadores y patrocinios adecuados, amén de que por ser residente de territorio indígena y madre de familia de niñas en edad escolar solo tiene los fines de semana disponibles para entrenar: “Qué lástima que nosotros no tenemos entrenadores que enseñen cómo correr en subida, bajada y en llano, no tenemos patrocinadores buenos y por eso me maltraté y no venía bien preparada. Yo solo el sábado y domingo entreno y no me da chance de prepararme bien entre semana porque de lunes a viernes tengo que llevar a mis niñas a la escuela, entonces nos vinimos a preparar bien aquí al participar en la carrera sky y la vertical”.
En términos generales la delegación coincidió en lo difícil de las condiciones del terreno, con pendientes peligrosas y varias zonas de tierra suelta, así como el hecho de que en Costa Rica ninguna de las montañas tiene las condiciones topográficas de la Italia alpina, pero al mismo tiempo se mostraron agradecidos por la experiencia y con los mensajes de apoyo de quienes sintonizaron las carreras.
