Luego de que en 2021 se diera por primera y única vez su cancelación por culpa de la pandemia de la COVID-19, el torneo internacional tenístico Copa del Café será una realidad este 2022, del 10 al 15 de enero.
Sin embargo, y a pesar de que para estas fechas se autoriza un aforo máximo del 60% para actividades deportivas siguiendo todos los protocolos sanitarios, este prestigioso torneo que reúne a los mejores tenistas juveniles del mundo cada año en el Costa Rica Country Club en Escazú se desarrollará a cabo sin público diferente al de las personas socias del club o las autoridades deportivas y sanitarias en funciones. Por ende, la tradicional feria que existía a la entrada del club no se realizará.
Adicionalmente, cada tenista y su correspondiente entrenador, entrenadora, madre o padre de familia serán quienes integren la competencia, previa presentación de pruebas de antígenos contra la COVID-19 con un máximo de tres días (72 horas) de vigencia con resultado negativo.
“(La ausencia de público) Claro que afecta al torneo porque el apoyo de la afición a estadio lleno es una experiencia que no van a encontrar en ninguna otra parte del mundo”, Luis Fernández.
Por otro lado, las llaves principales sufrieron un recorte de una fase, la cual representa la mitad del número de participantes originales; por lo que, en vez de iniciar con 64 tenistas por cada rama, ahora arrancarán con 32 tenistas en cada categoría individual; y las categorías de dobles ya no tendrán 32 dúos, sino solo 16, conformados por tenistas que participan de las fases individuales, sean clasificatorios o llave principal.
Ahora bien, 22 tenistas en cada rama ya tienen siembra en la etapa principal, según el ranking de la Federación Internacional de Tenis (ITF, por sus siglas en inglés), y un máximo de 32 tendrán que concursar por 6 pases mediante los clasificatorios previos, por jugarse el 8 y 9 de enero. Finalmente, habrá cuatro wild cards o comodines que la Federación Costarricense de Tenis y la organización se reservan para que haya tenistas nacionales en las llaves principales. Las distribuciones previas incluían 46 cupos por siembra, 8 por clasificatorios, otros tantos comodines y dos excepciones especiales (más conocidas como lucky losers o perdedores afortunados), las cuales no estarán este año.
Adicionalmente, en esta ocasión no se realizarán las categorías etáreas sub 14 ni sub 12, sino solamente la categoría sub 18, la principal del evento. En ella se necesita un mínimo de 13 años de edad cumplidos a más tardar el 31 de diciembre del año anterior, y un máximo de 18 cumplidos no antes de cada 1° de enero, con lo cual cada tenista podría jugar hasta cinco ediciones de este torneo como máximo.
Dinámica de organización estable, pero con adaptaciones
El presidente del Comité Organizador de la Copa del Café, Luis Esteban Fernández, comentó a UNIVERSIDAD que el proceso logístico no tuvo mayores desafíos que los de obtener la aprobación de sus protocolos sanitarios por el Ministerio de Salud. “Realmente la organización del torneo es una dinámica estable. Lo complejo fueron los permisos por parte del Ministerio de Salud y la adaptación de los procesos a lo que solicitaban, pero ya estamos alineados con lo que piden y ahora a esperar que vengan los jugadores desde este miércoles (5 de enero) a entrenar. Contamos con patrocinadores importantes que han estado por años y sin los cuales esto no sería posible”, indicó.
Fernández dejó entrever un sabor agridulce por la noticia, ya que a su criterio la afición nacional es un componente fundamental para la preparación de las jugadoras y los jugadores, aunque esta debe guardar silencio mientras la bola esté en juego y a la hora de los saques. “Pues muy contentos porque logramos retomar la tradición de 56 años ininterrumpidos de un evento internacional donde pasan las mejores raquetas juveniles del mundo, y es un honor organizar uno de los mejores torneos de tenis juvenil del mundo, que demanda un trabajo planificado de tiempo antes. Claro que afecta (la ausencia de público) al torneo en sí, porque es muy lindo jugar con público, y a los jugadores les gusta cuando vienen y tienen estadio lleno porque para ellos es toda una experiencia que no van a encontrar en ningún otro torneo juvenil del mundo, alguna parte de la afición los apoya y otra no, entonces aprenden a lidiar con esa presión para un Grand Slam o un torneo de la ATP a futuro, pero eso se compensa con los patrocinios y la reducción de costos al tener solo a 32 tenistas en vez de 64, y reducir el personal al mínimo necesario”.
Promesas por observar
Si bien es cierto a la hora de la hora las primeras siembras no necesariamente garantizan el título ni tampoco un triunfo en el profesionalismo, sí puede ser una referencia muy importante.
En esta ocasión, el estadounidense William Cooper es el primer sembrado al entrar en el puesto 52 del ranking juvenil ITF. Como sus principales contendientes aparecen inicialmente sus compatriotas Yannik Rahman y Nicholas Godsick, 58 y 67 del escalafón, respectivamente.
Entre las mujeres la estadounidense Krystal Blanch, tercera de una dinastía que tuvo en el país a los recordados Ulises y Dali en años anteriores, es la primera sembrada al ocupar la 65° casilla del ranking juvenil ITF femenino. Las eslovacas Nina Vargova y Nikola Daugernova, 72° y 75° del listado, llegan como la segunda y tercera sembradas.
Por su parte, Luca Lo Nardo por la rama masculina y Nicole Alfaro en la femenina parten como las primeras raquetas nacionales. Además de ellos, también estarán en la llave principal por siembra vía wild cards Paulo Pocasangre y Adrián Monterrey. De quienes jugaron los clasificatorios, ningún nacional superó esta etapa. Lo Nardo marcha en el puesto 482 y Alfaro en el 525 del orbe, muy lejos del resto de los competidores extranjeros en su gran mayoría, pues Lo Nardo, además de superar a sus otros dos compatriotas, aventaja solo al estadounidense Nishesh Basavareddy, mientras que por debajo de Alfaro solo está la estadounidense Germany Davis.
