Diez días después de que la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) decidiese cancelar los mundiales Indonesia y Perú 2021 en categorías sub 20 y sub 17 varoniles, respectivamente, la Confederación Norte, Centroamérica y Caribe de Fútbol (CONCACAF) decidió hacer lo mismo para sus campeonatos que servían como clasificatorios para esos mundiales.
En dicha decisión pesaron los motivos de la emergencia sanitaria por COVID-19 que aún persiste e impacta con fuerza a esta región, y el acuerdo tomado por FIFA, quien compensó a indonesios e incaicos dándoles la sede de los mundiales que iban a acoger en este año para 2023.
Al momento de la cancelación, la eliminatoria al mundial en territorio suramericano no había comenzado, mientras que el proceso clasificatorio para el mundial en el sureste asiático había desarrollado su etapa de clasificación y estaba en espera de comenzar su campeonato sub 20, originalmente programado en Honduras y donde Costa Rica era uno de los 16 sembrados por su mejor ubicación en el ranking regional.