Normalmente, un mundial de interselecciones masculinas mayores es el torneo más esperado por las personas aficionadas al fútbol, pues en este tipo de certámenes las audiencias se cuentan por cientos de millones a lo largo del planeta. De acuerdo con la FIFA, las finales de Brasil 2014 (Alemania-Argentina) y Rusia 2018 (Francia-Croacia) superaron los 500 millones de televidentes, más que en cualquier otro espectáculo deportivo.
Durante unas cuantas horas al día, por todo un mes, los espectadores se desentienden de todo y sintonizan los juegos, esté o no el representativo de su país, especialmente, durante la inauguración y la final.
Además, tiendas, bares, sodas y restaurantes de todo el orbe hacen “su agosto” porque saben que es una temporada tan alta como muy pocas. Por otro lado, artistas de talla mundial sueñan con su invitación para animar la inauguración o la clausura, o que su canción temática sea la seleccionada como el himno de dicha cita. Y algunos exjugadores más sobresalientes suelen ser invitados de honor por sus federaciones o la misma FIFA.
Por otro lado, futbolistas, seleccionadores, dirigentes y hasta representantes lo esperan porque, en caso de tener un alto desempeño y lograr destacar individual y colectivamente, el valor de mercado aumenta y, con ello, pueden colocarse en una gran liga donde el salario es mayor, además de generar ingresos publicitarios.
Y, por último, el Mundial Catar 2022 es uno particularmente esperado por el Medio Oriente, y más por la afición catarí, ya que nunca se había hecho allí y dicha selección nunca ha ido a mundiales por eliminatorias, con lo que este mundial será su estreno deportivo y su “oportunidad para mostrar lo hospitalaria de su gente”, un leitmotiv muy reiterado por el presidente del Comité Organizador Local, Nasser Al-Khater. Además, pese a ser la segunda mundialista peor ranqueada por FIFA (51°), hay expectativas de alargar su participación a por lo menos los octavos de final.
Datos proporcionados por la FIFA indican que, de casi 3 millones de entradas, la hinchada local ha adquirido cerca de la tercera parte. Además, de acuerdo con el COL y la FIFA, se proyectan 1,2 millones de personas turistas, y las autoridades locales corren para habilitar más cruceros, hoteles y otros alojamientos con todas las facilidades, incluido el alcohol, vendido solo en hoteles y cruceros internacionales. Estados Unidos, Arabia Saudí, Inglaterra y México son los principales países compradores con entre 90 mil y 150 mil boletos por país. En Costa Rica se han adquirido 4700 entradas.
Mundial con polémicas
Sin embargo, el Mundial Catar 2022 recién iniciado no tiene nada contenta a buena parte de la comunidad internacional. Cantantes como Dua Lipa, Rod Stewart, Shakira o Mel C de plano expresaron su negativa a ir. De igual modo, los exfutbolistas Phillip Lahm y Éric Cantona también dijeron no estar siquiera interesados en el Mundial y, de manera reciente, el aún jugador activo Toni Kroos se bajó del avión de su selección (Alemania) argumentando causas como la edad (32 años, una edad donde los futbolistas se aproximan a su retiro de las canchas) o la familia, pero en el fondo siempre fue un acérrimo crítico de que el emirato catarí fuese sede mundialista. Incluso, la marca de ropa deportiva Hummel, que viste a la selección de Dinamarca, decidió hacer uniformes monocromáticos de modo que su logo y el de la Federación pasen inadvertidos como protesta.
Todas las disconformidades tienen una causa común. Aunque el emirato tiene el cuarto Producto Interno Bruto per cápita más alto del orbe, con una proyección de US$113 mil por parte del Fondo Monetario Internacional, hay constantes denuncias por violaciones a los derechos humanos en diversos ámbitos.
La situación de la prensa local, más que ser la mejor de la región de Oriente Medio, es la menos difícil, ya que el ranking de Reporteros sin fronteras de 2022 ubica al emirato de 119° entre 180 países del mundo. Sin embargo, pocos días antes de empezar, hubo un incidente entre la seguridad local y el reportero danés Rasmus Tanholdt de TV2 donde al europeo le complicaron su trabajo.
Por otro lado, la diversidad sexual es perseguida al punto de ser penalizada con cárcel o flagelación pública, e incluso terapias de conversión clandestinas, aun cuando el Gobierno niega la existencia de centros con ese fin.
Hay grandes restricciones a los derechos individuales de las mujeres al extremo de no poder tomar sus propias decisiones como tener acceso a tratamiento médico, estudiar, trabajar, o viajar sin permiso de un hombre guardián (padre, marido, etc.), además de ser inelegibles para tener la custodia de su prole aún en los casos más extremos. Asimismo, al denunciar cualquier delito sexual son condenadas con solo que el acusado alegue consentimiento.
También, hay una precariedad laboral del personal mayoritariamente inmigrante que construyó las instalaciones deportivas modernas, lujosas y cómodas para quienes asistan, pero a costa de laborar bajo temperaturas superiores a los 50°C gran parte del año y condiciones explotadoras (jornadas que oscilan entre las 14 y las 18 horas diarias, sin pago de horas extra, con salarios mínimos de $274 y con tarifas de reclutamiento de miles de dólares, pese a que recién se decretó su ilegalidad) que causaron la muerte de al menos 6500 trabajadores, según el diario inglés The Guardian, proyectado en millares, aunque el Gobierno catarí y la FIFA declararon que solo eran tres, según informó el Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés).
Gran parte de esta subdeclaración obedece a que las autoridades médicas declaran sus decesos como no ligados al trabajo y por causas naturales, lo cual exonera a los patronos del pago de indemnizaciones, de acuerdo con los testimonios de familiares del personal fallecido al Observatorio. Adicionalmente, los sindicatos y partidos políticos están prohibidos, puesto que el emir es un soberano absoluto hereditario al cual no se puede criticar.
Y otras polémicas pasan por los proyectos de créditos de carbono dudosos o el supuesto pago señalado en medios europeos a hinchas para hacerse pasar por afición inglesa, brasileña o argentina. Aunque este último señalamiento no solo molestó a medios locales, que catalogaron a Occidente de arrogantes y de querer monopolizar la organización de mundiales, sino a los propios aficionados oriundos de la India, Nepal y Bangladesh, quienes arguyen que, al no estar sus selecciones, pueden apoyar a quien gusten y lo hacen de gratis.
