Con una lista de 7 mil empleos directos e indirectos suspendidos y 10 mil familias con problemas para cumplir con sus obligaciones económicas ante la Caja Costarricense de Seguro Social, las municipalidades y el Ministerio de Hacienda, las personas dueñas de canchas sintéticas del fútbol piden que les permitan abrirlas gradualmente.
A este momento, la Unión de Canchas de Fútbol Sintético (Ucafusi), ente creado a inicios de mayo para agrupar a personal de este tipo de actividad, presentó un protocolo sanitario válido únicamente para canchas de fútbol 5, 6 o 7, y no para fútbol 9 u 11, por lo que ahora debe esperar a que el Ministerio de Deportes lo avale y el de Salud autorice el retorno.
Algunas de las propuestas hechas radican en que cada partido tenga una duración máxima de 50 minutos, que haya un período de 20 minutos entre cada uno para el desalojo inmediato de las instalaciones de quienes terminaron su juego, con el fin de proceder a la desinfección de la cancha, las graderías, los balones, los marcos y otros objetos, previo a la entrada de los equipos siguientes.
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“El Ministerio de Salud y el Gobierno les están dando la oportunidad a restaurantes, meseros, etc., con aforos al 50%… ¿cuál es la diferencia con nosotros? Pedimos que nos dejen trabajar” Esteban Sosa.
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Además, cada equipo podría llevar a tantos jugadores como permita la cancha, más uno de cambio, y a la hora de reservar (a más tardar 24 horas antes del juego y por vías no presenciales) se adjuntará una bitácora con los datos de contacto completos de quienes participen; asimismo, a una misma persona solo se le permitiría jugar una vez por semana.
El encargado de esta cámara, Manfred Rodríguez, aseguró a UNIVERSIDAD que la agrupación surgió ante la necesidad de organizarse para poder mandar un protocolo unificado a solicitud del ministro de Deportes, Hernán Solano. “En este caso Ucafusi nació por la misma preocupación que se venía trayendo, y el ministro en conferencia dijo que no había un grupo ordenado, ni se le había presentado un protocolo. Ucafusi nació para agrupar a varios propietarios de complejos deportivos”.
Rodríguez lamentó que Solano tomara a las canchas de fútbol sintético como canchas recreativas cuando en realidad su naturaleza es otra. “Las canchas sintéticas son negocios privados que deben pagar sus servicios de luz, agua, teléfono y sus obligaciones aunque estén cerradas; se le envía el protocolo a don Hernán y se recibe una respuesta pobre donde nos dice que debemos esperar a que se aprueben disciplinas federadas”.
Así lo ven desde adentro
UNIVERSIDAD se dio a la tarea de conversar con tres propietarios de distintos complejos deportivos para conocer sus historias.
Carlos Ramírez, del Sports Center de Cartago, abrió el centro deportivo para emprender un negocio que beneficia la salud de las personas, pero ahora está inmerso en una incertidumbre porque para él cuanto más pase el tiempo más difícil se pondrá su situación.
“Para serte muy honesto, estamos esperando cada día a ver si el Gobierno nos da algún tipo de noticia positiva porque a lo interno no hay mucho que hacer. Sin dinero no se pueden hacer remodelaciones ni otros trabajos. Ya esa espera se nos está haciendo difícil y a nivel de flujo de caja; si eso se extiende, ya estamos en una crisis grave donde ya no podríamos hacerle frente”.
Esteban Sosa, del Complejo Deportivo Las Brujas y uno de los autores del protocolo junto con médicos y abogados, explicó que su motivación fue generar empleo en la zona de Paraíso, pero ahora se la ha visto a palitos para poder cumplir con sus compromisos.
“Hemos tenido que sostenernos en ahorros. En mi caso, tratar de reinventarme con torneos en línea con esa sociedad de las canchas, pero es insostenible. El Gobierno nos dice que cerremos y a pesar de que tenemos dos meses cerrado y apagado nos siguen cobrando como si nada, la JASEC solo pasa cerrada. Hay varios sectores y empresarios a los que exoneraron de impuestos y cómo vamos a cumplir si no estamos produciendo. Aquí nos están quitando el derecho de trabajar”.
Sosa agregó que lo único que solicita es una oportunidad para volver a operar y considera que su negocio no es diferente de otros que se han autorizado a reabrir.
“Comprendemos lo del COVID-19, pero el Ministerio de Salud y el Gobierno le están dando la oportunidad a restaurantes, meseros, etc., con aforos al 50%… ¿cuál es la diferencia con nosotros? Al punto de que dejaron al fútbol de primera división y a nosotros no. Yo fui uno de los que hizo el protocolo con dos médicos, dos abogados; lo tienen todos, lo compartimos con la prensa y lo que pedimos es que nos dejen trabajar porque necesitamos producir algo para poder cumplir a los empleados y no somos carga para el país. ¿Cómo puede ser posible que la asesora del Ministerio de Deportes nos conteste que el fut playa y el sala están antes de nosotros si ellos no generan nada, los sostiene el Gobierno, pero nosotros que somos empresas nos dejen de lado?”.
Por su lado, Jeffrey Sánchez, de Canchas de Fútbol Cinco Puente Salas, externó que su negocio surgió como iniciativa de él y su hermano Bryan, futbolista profesional de La U Universitarios. “Nosotros casi todo el rato hemos jugado fútbol, yo estuve un rato en Primera, mi hermano aún sigue, pero es un proyecto conjunto, aprovechamos para ponernos esto y así fue como surgió”.
Sánchez agregó que en su caso los ahorros le alcanzaron para un mes, pero luego apeló a otros trabajos ocasionales como chofer repartidor de mariscos a domicilio. “Digamos, como no sabía lo que iba a durar el primer mes me sostuve con el ahorro y ya que vi que esto iba para largo me la he jugado con chambillas, manejando, por días de trabajo”..
Los tres entrevistados coincidieron en que antes de la pandemia los mejores horarios entre semana se les daban a partir de las 6 pm, ya que buena parte de las personas estaba libre de sus trabajos y podía ir a jugar sin problemas. También en que ser parte de los 150 miembros de la UCAFUSI les es de gran ayuda, puesto que les permitió unirse para redactar un protocolo que les permita ser tomados en consideración por el Gobierno, apoyarse mutuamente e intercambiar información.