Deportes Selección costarricense quedó en tercer lugar en su cuadrangular y fue eliminada del torneo premundialista

Baloncesto costarricense fuera de Premundial de Américas y del Mundial 2023

 Victoria ante El Salvador y derrotas ante Bahamas y Cuba dejan fuera a costarricenses de torneo premundialista

Al igual que en la primera ventana clasificatoria rumbo al Mundial de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), Costa Rica llegaba a la segunda de orden panamericano, nuevamente en El Salvador, como una de las selecciones más débiles de la cuadrangular, pues además de enfrentar otra vez a los cuzcatlecos, se veía con las selecciones de Bahamas y Cuba, consideradas las favoritas para acceder al premundial de baloncesto de las Américas.

Dos naciones insulares con equipos que poseen un mayor biotipo y cultura basquetbolística, sin ser aún potencia continental, llegaban al puesto 62 (Bahamas) y 64 (Cuba) en el índice FIBA, mientras que la selección nacional se posiciona en el lugar 106 y con costos por encima del 133° de los salvadoreños.

“Sí podemos competir, pero tiene que ser los 40 minutos, no solo medio tiempo”, Gabriel Quesada.

Luego de haberse impuesto en la primera ventana, el seleccionador nacional Nicolás Marín había externado a UNIVERSIDAD su deseo de concretar un fogueo con los extranjeros de la Liga Superior de Baloncesto y de que este torneo les permitiese entrar con ritmo.

“El campeonato nacional les permitirá entrar con un mayor ritmo de juego del que tuvieron. Ahora tenemos que ver cómo acomodamos los entrenamientos de la selección, y hay que ver ajustes en la planilla con base en las condiciones de salud, desempeño y la disponibilidad de jugadores que no estuvieron en esta primera ventana”, fueron sus expectativas.

Dicho fogueo se hizo realidad el domingo 27 de junio, dos días antes del viaje. En ese partido la selección nacional logró una ajustada derrota de 74 a 85 frente a los foráneos, principalmente estadounidenses, pero el objetivo era aprovecharlos con ritmo y llegar mejor preparados.

A territorio salvadoreño se regresó con una base de jugadores militantes en el baloncesto nacional, principalmente en los equipos de Escazú y San Ramón, campeón y subcampeón, respectivamente, aunque también el nuevo club Roswell y el Colegio de Abogados aportaban a un seleccionado cada uno. El único legionario que acudió fue Manrique Alvarado, integrante de la Evangel University del baloncesto universitario de los Estados Unidos.

Uno de los jugadores, Mario Herrera, se mostró ilusionado de poder repetir el gran papel de marzo e ir por primera vez a la antesala mundialista a enfrentarse a los grandes exponentes continentales. “El objetivo es ir a clasificar otra vez, aprovechar esa ventana que se nos está dando para llegar a algo mucho mayor, que es el torneo en noviembre, entonces, dar nuestro máximo esfuerzo para llegar a esta meta”, expresó previo a la salida del país en declaraciones recopiladas por el medio especializado Basket 506.

El asistente técnico, Jimmy García, advirtió que en esta ocasión el nivel de esta ventana será más exigente que la primera, y que el hecho de haber vencido a los salvadoreños con holgura en la ventana anterior no es garantía de nada en esta ocasión. “Sabemos que esta es una etapa durísima, ya pasamos la primera ventana y la ganamos, este es un nivel todavía más fuerte, además, es un intento de clasificar al premundial. Hay rivales como El Salvador que va a ser casa, y, a pesar de que les ganamos la vez pasada, va a ser un partido totalmente diferente, espero yo. Asimismo, vienen Bahamas y Cuba, de estos cuatro pasan dos, y nosotros queremos ser uno de estos dos”, agregó ese día, previo al despegue de su avión a territorio salvadoreño.

Incluso, en territorio salvadoreño Marín explicó que sus dirigidos iban optimistas y motivados para hacer historia en una eliminatoria que desde el inicio sabían que no iba a ser fácil. “Venimos optimistas, entusiasmados y con la oportunidad de lograr un pase histórico, pero estamos conscientes de que no va a ser fácil. Bahamas y Cuba son dos equipos muy buenos con mucha trayectoria internacional, y El Salvador, al igual que Costa Rica, tiene una oportunidad histórica y jugar en casa les da una ventaja, entonces sabemos que no es un camino fácil, pero los muchachos están motivados y dispuestos a hacer lo que tienen que hacer”.

Equipos del Caribe, por encima de los centroamericanos

En su debut, la selección nacional consiguió derrotar de nuevo a los salvadoreños, pero esta vez 71-59, y quedaba cerca de lograr su objetivo de acceder por primera vez en la historia a un Premundial de las Américas, para lo cual necesitaba ganar otro partido, ya fuera contra los bahameños o a los cubanos.

Sin embargo, la realidad fue otra. Primero, Bahamas aprovechó los 30 minutos iniciales para desnudar al cuadro nacional 51-75 y clasificar como ganador del grupo. Segundo, el partido contra Cuba, que definía al otro clasificado para el último filtro eliminatorio, fue un carrusel de emociones porque la escuadra nacional consiguió levantarse de un déficit de 19 puntos al entretiempo y empatar en la primera mitad del último cuarto, dando así la sensación de que se podía llevar el baloncesto costarricense a un nivel inédito; sin embargo, en los últimos cinco minutos la selección cubana restauró la brecha y se impuso 60-79. Además, bahameños y cubanos cumplieron sus roles de favoritos ganándole también a los locales.

De esta forma, las dos selecciones antillanas se sumaron a una selecta lista de 16 aspirantes panamericanos a siete cupos mundialistas, en la que ya están el multicampeón mundial y olímpico Estados Unidos, el subcampeón mundial Argentina, así como Brasil, México, Canadá, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, Panamá, Uruguay, Islas Vírgenes Estadounidenses, y Colombia. Únicamente quedan por definir dos plazas más entre Chile, Paraguay, Nicaragua y Bolivia en territorio chileno del 13 al 15 de julio.

Pese a ello, buena parte de los internautas que sintonizaron las transmisiones mostraron su complacencia en las redes de la Federación Costarricense de Baloncesto y Basket 506, y exaltaron el espíritu de lucha y la actitud de los jugadores en momentos claves, más allá de que estuvieron erráticos, especialmente en ofensiva, lo cual saboteó las aspiraciones mundialistas de la selección, a pesar de tener la menor cantidad de puntos en contra (213 en los tres juegos, para un promedio de 71 por partido), porque a como permitieron poco, concretaron todavía menos unidades (182 puntos entre los tres juegos, para un promedio inferior a los 61 puntos por partido).

Marín hizo notar este aspecto de su equipo luego de los encuentros ante los oponentes antillanos. “En el lado defensivo lo hicimos OK (aceptable), todavía se puede mejorar, pero definitivamente fuimos deficientes en la ofensiva y esa fue la diferencia”.

También el capitán, Gabriel Quesada, se mostró autocrítico y señaló que, aunque tienen condiciones para dar el siguiente paso, necesitan constancia, y más contra selecciones de un calado mayor. “Sabemos que sí podemos competir, pero tiene que ser los 40 minutos, no puede ser solo medio tiempo”, indicó.

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