Costa Rica dijo adiós al trofeo intercontinental de Balonmano junior masculino tras sucumbir esta noche 22-36 ante su similar de Guinea en la penúltima jornada del Trofeo intercontinental de Balonmano.
Esto se debe a que el equipo africano terminó con seis puntos su participación, mientras que el equipo nacional en el mejor de los casos hará cuatro si derrota a Cuba mañana en el último partido del doble festival, y con eso apenas estaría alcanzando a los antillanos y a Gran Bretaña si perdiese contra una muy débil selección de Australia que por algo había declinado su cupo mundialista a Alemania y Grecia en beneficio de Noruega.
Desde el principio del juego, e impulsados por la selección juvenil de Nigeria en las gradas, los guineanos impusieron sus condiciones de velocidad explosiva, y especialmente Bambo Drame y Cece Jonas Camara hicieron fiesta al combinarse con 24 goles en la portería defendida primero por Víctor Gómez y luego por Jared Campos, en un primer tiempo donde el elenco nacional estuvo particularmente errático en ataque.
Pese a que el equipo nacional intentó entrar en el juego en la segunda mitad alentado por su afición y aprovechar los momentos en que los guineanos se quedaban con seis de sus siete jugadores en cancha, en el mejor de los casos llevaban la distancia a los cinco goles de desventaja. Pero entre que pase aquí y que pase en el Mundial cuyo cupo ya se consiguió, este es un momento preferible para poder después del domingo analizar los errores y corregirlos antes del viaje.
En horarios más tempraneros Cuba se trajo al piso el invicto de Gran Bretaña 36-23 y deja forzados a los europeos a ganarle a Australia si no quieren quedarse afuera de Alemania y Grecia en beneficio de Guinea; además por la categoría juvenil Guadalupe dejó comprometido a Georgia con una derrota 33-29 y Nigeria se aprovechó de un debilísimo Tahití y los llenó de goles 61-21, con lo que ahora solo necesitan un empate ante los europeos para anexarse el cupo mundialista a Croacia, se dejen o no el trofeo intercontinental, mientras que los exsoviéticos necesitan ganar.
