Cultura

Viajar alrededor del mundo en 10 días de cine

Este jueves 28 de marzo iniciará el Costa Rica Festival Internacional de Cine 2019 (CRFIC) con una selección de los mejores filmes del cine independiente del planeta.

A partir de este jueves 28 de marzo, el público costarricense podrá alzar vuelo hacia otras latitudes y culturas cuando inicie la sétima edición del ya tradicional Costa Rica Festival Internacional de Cine (7CRFIC), organizado por el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica (Centro de Cine) del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ).

El mayor evento cinematográfico del país se extenderá desde la inauguración, el jueves 28 de marzo, hasta la clausura, el sábado 6 de abril. Este año, a diferencia de años anteriores, la organización propuso que otras ciudades del país también sean sedes del festival.

La cinematógrafa uruguaya María Secco será la homenajeada del festival por su trabajo en filmes como la costarricense Agua fría de mar (2010).  (Foto: CRFIC)

La diversidad del cine llegará a Liberia, Pérez Zeledón, San Carlos, San Ramón, Grecia, Cartago y Jacó. Cada sitio contará con programación de cine nacional e internacional por igual.

Al respecto, la directora del Centro de Cine, Ana Xóchitl Alarcón, señaló que para la sétima edición del Festival, se pensó en la necesidad de salir fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM): Creemos que a Costa Rica hay que concebirla completa y que las distancias no pueden frenar iniciativas que aseguren los derechos culturales de la población”.

En la GAM, en la tradicional sala del Cine Magaly y en su nueva “Salita” se proyectarán películas, además del Teatro La Aduana y la Sala Garbo, recientemente remozada. Las charlas y talleres se se agendaron en el Centro Cultural de España (Farolito) en Barrio Escalante y en el Centro de Cine en Barrio Amón.

¿Qué ver en el festival?

Este año hay un componente más diverso que en otras ediciones. Así lo muestra el hecho de que de los 56 largometrajes más de la mitad (34) son dirigidos, codirigidos y protagonizados por mujeres.

Películas como la turca Sibel, la mexicana La Camarista, la brasileña Sueño Florianopolis, la noruega Blind Spot o la vietnamita The Third Wife son algunos de los ejemplos de cómo las profesionales del cine se han abierto campo en la industria, sin importar el país, incluido el nuestro, que sigue la misma ruta.

En esa misma línea, el 7CRFIC dedica la sección de Retrospectiva a la trayectoria de la cineasta uruguaya María Secco, quien se especializa en fotografía y cinematografía, y ha trabajado en diversos filmes latinoamericanos, incluyendo en la costarricense Agua fría de mar, de la directora Paz Fábrega.

La cinta china Largo viaje hacia la noche será uno de los platillos fuertes entre los 47 largometrajes extranjeros que ofrecerá el festival.

Esta vez, el 7CRFIC presta más atención a nuestra región, pues más de la mitad de la selección de filmes es de directores latinoamericanos (nueve de esos son costarricenses).

Entre los directores destacados se encuentran el guatemalteco Julio Hernández Cordón, que ya es un invitado habitual, pues varias de sus películas se han presentado en ediciones anteriores del Festival, y que dirigió en nuestro país el largometraje Atrás hay relámpagos.

De Hernández Cordón, en esta sétima edición del Festival se presenta Cómprame un revolver, su filme más importante hasta el momento y que cuenta una historia distópica en la que mezcla la dificultad para una niña de 9 años de crecer y sobrevivir en un México futurista tomado por el narcotráfico.

El otro gran nombre es el colombiano Ciro Guerra, cuyo filme El abrazo de la serpiente estuvo nominado al Oscar en 2015, y ahora trae Pájaros de verano, filme que aborda los hechos históricos del surgimiento de la producción de droga en Colombia en una región indígena.

Guerra demostró en su película anterior una sensibilidad muy profunda hacia el conocimiento ancestral de los indígenas y pobladores autóctonos y la amenaza que sufren de desaparecer sus conocimientos y memorias frente a los conflictos sociales actuales.

Entre las directoras más destacadas está Icíar Bollaín, que alcanzó renombre mundial con su filme También la lluvia, sobre la crisis del agua en Bolivia, y que en el caso de la película grabada en Cuba Yuli –que se presenta en el 7CRFIC, narra la vida del famoso danzador Carlos Acosta, quién se abrió paso en los ballets de todo el mundo a pesar del racismo.

Por otro lado aparecen la argentina Natalia Garagiola, ganadora del premio de la audiencia en la semana de críticos del festival de Venecia por su película Temporada de caza, y Dominga Sotomayor, directora chilena ganadora del premio a mejor directora en el prestigioso festival de Locarno en Suiza.  Su cinta Tarde para morir joven se concentra en los días de verano, romance y curiosidad  de varios jóvenes posterior a la finalización de la dictadura chilena.

Otras fronteras

Más allá de nuestro continente, el 7CRFIC nos trae una buena dosis de filmes internacionales, principalmente asiáticos, en el que destacan voces de renombre internacional como Tsai Ming-liang, uno de los maestros del cine taiwanés, con una larga trayectoria de filmes y premios en todo el mundo.

Su impronta en nuestro festival será corta pero duradera, pues su breve documental (de poco más de una hora) Your Face parece ser una de las producciones más llamativas. En esta cinta se aborda a modo de ensayo visual una reflexión a propósito de los rostros y la historia que estos cuentan, así como la extrañeza y admiración que generan al enfrentarnos a ellos.

La película El despertar de las hormigas de Antonella Sudasassi se presenta en la Competencia costarricense de largometraje del 7CRFIC. (Foto: CRFIC)

Por otro lado está la nueva película del director chino Bi Gan quien ya había presentado su anterior filme Kaili Blues en el CRFIC de 2016. Su estilo totalmente misterioso y surreal estará presente nuevamente en su reciente filme Largo viaje hacia la noche.

En ella, el director vuelve a involucrar al pueblito de Kaili, en China, en donde sus personajes se enfrentan al paso del tiempo y de la memoria.

El cine europeo también aporta importantes producciones, especialmente en el campo de la animación digital, con la española Un día más con vida, y la húngara Ruben Brandt, Collector.

Del festival de Cannes del 2018 llega una de las más llamativas: la italiana Dogman, de Matteo Garrone, acerca de la realidad cruda y violenta del sur italiano y un tímido peluquero canino que se rebela contra la inercia del crimen. Su protagonista fue ganador del premio a mejor actor del festival francés.

Entre las secciones del CRFIC varias serán dedicadas a géneros y temáticas específicas: para niños y adolescentes (cine de aventura, animado); para jóvenes (películas de ciencia ficción y terror).

En la sección de cine queer sobresale la cinta argentina El silencio es un cuerpo que cae, que aborda los secretos escondidos de un padre; la indonesia Memories of my body, sobre la transformación del cuerpo y la sexualidad en las sociedades tradicionales; y la sudafricana Kanarie, acerca de los rituales de iniciación en un coro militar.

Persiana costarricense

El Festival ha sido uno de los principales motores y estímulos para que la ciudadanía conozca, apoye y se identifique con las producciones de los cineastas y artistas costarricenses que cada día van en aumento conforme la cultura audiovisual se va consolidando.

Por lo tanto, en la sección de Cine de culto se proyecta la primera película costarricense El Retorno, de 1930, acompañada de una composición musical en vivo.

Este esfuerzo viene de parte del Archivo de la imagen del Centro de cine y recalca el objetivo del CRFIC de estimular en la población una visión diferente de lo que es el cine más allá del entretenimiento comercial, de su función esencial para crear vínculos con los demás o con nuestro propio pasado. Esta será una función única y será acompañada de otros cortos sobre nuestra memoria audiovisual.

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