Cultura

Upfront: el arte del dolor de la guerra

Exposición de fotoreporteros de guerra de España y Latinoamérica permanecerá en la Galería Nacional del Museo de los Niños hasta el 24 de setiembre.

La exposición Upfront. Fotoreporteros de guerra, que se encuentra en la Galería Nacional del Centro Costarricense de Ciencia y Cultura, no es naive ni morbosa, aun cuando en una de sus imágenes dos niños juegan a la ronda en un lugar derruido por bombas, y en otra un soldado muestra en sus manos un pene y unos testículos recién cortados al enemigo.

Catalina Martín Chico. El orfanato de niñas Al-Rahma organiza una excursión al parque de atracciones Fun City, único lugar de ocio que admite mujeres. Yemen.

Esa frontera entre lo explícito sin ética y el arte y el profesionalismo no es traspasada nunca, elocuente virtud de la muestra de 23 fotógrafos prestigiosos de España y Latinoamérica que el Centro Cultural de España y La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) traen a San José y que exhibirán hasta el 24 de setiembre.

En entrevista con UNIVERSIDAD, el comisario de la exposición Ramiro Villapadierna dijo que “la intención de Upfront es reunir y mostrar la mejor generación de fotoreporteros de guerra del mundo de habla hispana, que está sirviendo a los medios mundiales en todos los puntos calientes”.

Upfront retrata de manera sensible y sin eufemismos el dolor de las personas azotadas por conflictos bélicos, así como de aquellas vulneradas a raíz de la migración forzada y la pobreza en países como Afganistán, Haití, Siria, Congo, Sierra Leona, Palestina, Libia, Centroamérica, Brasil y Argentina, entre otros.

Algunos de los fotoreporteros han sobrevivido el secuestro, el aislamiento y el hambre, aunque también han sido reconocidos con premios como los Pulitzer o los World Press Photo.

Ariana Cubillos. Un seguidor de la creencia vudú sujeta en su boca la cabeza de un cabrito sacrificado durante una ceremonia ritual en la villa de Plain du Nord, en Haití.

“Los secuestran y los matan. ¿Y por qué toman estas fotografías? ¿Están locos? No están locos. No pueden solucionar nada pero sí pueden dignificar el dolor haciendo que el mundo lo sepa”, expresó Villapadierna.

El curador de la muestra considera que si los espectadores no ven a través de este tipo de imágenes ese mundo desgarrado no toman consciencia.

Para él, “eso explica la importancia que tiene que estos fotógrafos nos presten la mirada a un mundo que es muy duro y ante el cual nosotros podríamos seguir en nuestros asuntos sin enterarnos de nada, sobre todo si vivimos en un país que disfruta de un oasis de paz como Costa Rica”, sentenció.

La muestra conformada por 74 imágenes, tres vídeos, una banda sonora, un libro y un poema, fue dispuesta por Villapadierna en grupos de tres o cuatro fotografías colgadas en unos paneles con luz interna, colocados fuera de las paredes, con unos textos en la parte de atrás que las contextualizan. Esto crea una especie de diálogos ficcionados entre ellas.

Álvaro Ibarra Zavala. La comandante Megan McLung (Washington) toma una fotografía del hijo de uno de los más importantes líderes tribales en Ramadí, donde se combate el Al Qaeda. Una hora después moría en una emboscada.

Para Villapadierna, la contemporaneidad ha sumido en el anonimato a los fotoreporteros, quienes poseen un profundo sentido del servicio público: “son fotoreporteros porque trabajan muy a fondo, es reportaje fotográfico con una narrativa muy completa”, señaló.

Y si bien es cierto, el mundo es tremendamente duro y la exposición Upfront lo representa con toda su crudeza, en medio de la tragedia la vida sigue.

Así, según el enfoque de Villapadierna, “en una ciudad bajo un bombardeo hay un gatito perdido que se para a tu lado y le tienes que dar de comer; hay unos niños que en un momento, que salen del refugio, necesitan jugar, y alguien que canta y toca música porque la vida vuelve en mitad de la tragedia y del dolor. Esas fotografías representan cómo la vida al final se sobrepone y en mitad del dolor el ser humano sigue necesitando disfrutar y aprovechar esos momentos de felicidad”.

Andrés Martínez Casares. Simpatizantes del depuesto presidente Mohamed Morsi preparan un ataque, cuando fuerzas de seguridad pretendían desalojarlos del campamento de protesta montado en Raba al Adawiya. El Cairo, Egipto.

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