Cultura Libros El Tiempo congelado y Cartago Station

Un siglo de historia costarricense en imágenes

Dos libros recogen un acervo de imágenes, muchas de ellas inéditas, que retratan al país en distintas etapas.  

Después de pasar más de medio siglo olvidadas en una caja fuerte, en 2017 aparecieron más de 500 fotografías en El Tiempo congelado y Cartago Station,  dos libros que publicó Fraser Pirie, nieto del doctor Alexander Pirie Booth, célebre en Cartago por sus dotes humanísticos y por la farmacia que sirvió en tiempos de escasez y penurias.

La fuente de cupido en 1911 en el Parque Central. Hoy esa fuente está en el Campus Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica.

El doctor Pirie (1860-1942), allá por 1892, tenía la costumbre cuando de hacerse acompañar por un fotógrafo en sus actividades familiares, como cuando lo visitaban de Canadá, y esas imágenes, documentadas con precisión por su nieto Fraser Pirie, cobraron vida en los dos tomos publicados, en los cuales se recogen muchas fotos inéditas.

Un buen día el nieto asistió a un acto en honor a su abuelo en la Casa de la Ciudad, –donde por tantos años estuvo la residencia del doctor y la farmacia, en la que tenían que hacer todas las medicinas, porque por entonces, allá por 1890, no existían las pastillas como en la actualidad– y al toparse con un poster de aquel viejo que nunca conoció, se percató de que tenía que hacer algo con las fotografías. Decidió, entonces, comenzar el peregrinaje de la selección y la documentación, tarea que en conjunto le llevó un año de arduo trabajo.

El doctor Pirie desembarcó en Puerto Limón por una avería del barco en el que viajaba rumbo a Chile a buscarse la vida, pero le pudo más la curiosidad y se movió a Siquirres y de ahí a Cartago, travesía que duró tres semanas. En Cartago sería fundador y primer presidente del Banco Crédito Agrícola, cerrado recientemente.

Cuartel de Costa Rica en 1892 frente al Parque Central. Hoy se ubica ahí el Teatro Melico Salazar.

Con la paciencia de un investigador curtido –aunque en realidad su oficio siempre ha sido la actividad empresarial, primero en la industria del café y luego en la construcción– Pirie fue llenando de detalles las fotografías que realizaran H.G. Morgan, un fotógrafo que pasó por Costa Rica en 1892, y Harrison Nathaniel Rudd (1840-1917), quien fuera el maestro de Manuel Gómez Miralles (1886-1965), de quien también se incluye una cantidad significativa de imágenes.

Esas son las fuentes principales de donde proceden las fotografías, aunque las hay de otras, que recogen verdaderas joyas, tanto en El tiempo congelado (mayo 2017) como en Cartago Station (octubre 2017). En ambos volúmenes, impresos en papel cuché y en portadas de tapa dura, se incluyen fotos de diferentes partes del país, las cuales son realmente significativas.

En el primer tomo se encuentran, desde luego, impresionantes fotografías de cómo quedó la ciudad de Cartago después del terremoto del 4 de mayo de 1910, que dejó más de 700 muertos y una estela de destrucción total.

El cementerio general de Cartago tras el terremoto del 4 de mayo de 1910, que destruyó por completo la ciudad.

La gira del presidente Alfredo González Flores en 1916 a Guanacaste; imágenes de Heredia de 1905; una toma abierta de cómo era Grecia a comienzos de siglo, con su telégrafo; el café transportado en carretas; el aterrizaje de Charles A. Lindbergh en el aeropuerto de La Sabana y la conmoción que aquello significó. Fotografía tras fotografía se va fraguando una historia de la Costa Rica de finales del siglo XIX, así como de inicios y mediados del XX.

“Costa Rica es un paraíso. Quiero que los jóvenes tomen conciencia de ello. Con estos libros de fotografías se puede conocer parte de ese pasado. Hay que valorar que somos un país sin ejército y esto tiene un gran significado. Hay que apreciar ese legado”, dijo Pirie en la finca de la familia en Aguacaliente de Cartago. Cerca de ahí establecerán el Museo del Rey del Guarco, un ambicioso proyecto que ha esperado por muchos años, pero que está a las puertas de dar el primer gran paso cuando se concrete el contrato con el Museo Nacional.

“Port Limón”, que entonces se llamaba así, en 1892.

Pirie explica que rescatar las fotos que le heredó el abuelo, así como rastrear otras, le ha permitido tomarle el gusto al tema y ya prepara un libro en el que incluirá imágenes de lo que representaron las reformas sociales de los años 40.

El autor cree, y llama a la acción, que hay una historia gráfica ahí afuera que todavía no se ha sistematizado en libros, labor que debe hacerse, “sobre todo ahora que los jóvenes pasan tanto tiempo en redes sociales” y están habituados más a la imagen que a los textos.

Estación del tren en Cambalache de Esparza. Se desconoce el año exacto de la fotografía y su autor, pero debió de ser tomada después de 1910.

Los dos libros recorren buena parte de la Costa Rica de antaño y mediante las fotografías se puede apreciar el progreso, como en el uso de la electricidad, el adoquinado de calles, las carretas, los carros tirados por caballos, los típicos sombreros y la vestimenta de la época: toda una historia y una sociología que emergen de cada una de las fotos.

Y la labor de Pirie no solo fue dar con las fotos, sino, sobre todo, hurgar en las fuentes testimoniales y documentales para saber detalles trascendentales como dónde y en qué año fue tomada determinada imagen. En definitiva, dos libros de fotografías que recogen el espíritu de una Costa Rica que era muy diferente a la actual.

El doctor Alexander Pirie Booth, procedente de Canadá, llegó a Cartago y fundó el Cartaginés y el Banco Crédito Agrícola, además fue un eminente profesional en su campo.

 

Fraser Pirie muestra orgulloso fotografías de El tiempo congelado, uno de sus dos libros, de los cuales ya ha regado más de 1.000 ejemplares.

 

Tras aterrizar en el aeropuerto de La Sabana, el 7 de enero de 1928, la aeronave del famoso piloto estadounidense Charles A. Lindberg se vio rodeada de curiosos.

 

Una hermosa foto con la casa de teja, el automóvil y el niño descalzo. Era San José en 1919.

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