Cultura

UCR Coral eleva plegaria en plena crisis

Grupo de acción social de la UCR ha mantenido su trabajo artístico con disciplina pese a la adversidad y presenta en video una composición original de Marvin Camacho.

Desde este miércoles está disponible, para todo el público, un video en que el grupo UCR Coral ofrece Oración en Tiempos de Introspección, una pieza original de Marvin Camacho basada en el Padre Nuestro católico. 

El video, en línea a partir de las 5 p.m. en el canal de YouTube UCR Coral, muestra imágenes de la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio vacía a raíz del cese de actividades presenciales, yuxtapuestas con las visualizaciones típicas de la plataforma Zoom de las personas integrantes del coro y su director, Didier Mora, junto a elementos estéticos reminiscentes de la imaginería católica. 

Según relataron, tanto Camacho como Mora, fue este último quien tuvo la iniciativa de buscar al compositor para plantear la creación de una pieza que “retratara todo lo que vivimos en este momento, la incertidumbre, el dolor, todos esos sentimientos”, según detalló Mora. Informó que “la idea le encantó, nos compuso una obra que técnicamente es bastante complicada, pues tiene extremos de registro y un texto hablado”.

Camacho, por su parte, explicó que se encuentra “encerrado” en un contexto bastante agreste en Turrialba, desde donde trabajó la composición y tuvo la idea de hacer esa Oración en tiempos de Introspección. “La pandemia ha provocado la introspección individual y colectiva. Sirve para repensar muchas cosas, internas y externas”. 

El compositor decidió, entonces, a nivel de texto, realizar su propia versión del Padre Nuestro: “lo usé como una base, aunque inicia como la oración original, pidiendo que se haga su voluntad, pero que nos libre del mal. Empiezo entonces a jugar con el texto y agrego mis propios contextos”. 

Al referirse a la complejidad de la pieza, dijo que en ella el coro fue pensado a cuatro voces, con pianista, pues plantearla con una amplia orquestación ya planteaba un muy alto nivel de dificultad en las circunstancias actuales. El compositor, además, relató que la obra inicia una contralto, la voz grave de las mujeres “que me encanta”, luego entran las otras voces y dan forma a lo que en música se llama un carácter imitativo, “cada una va entrando y se va formando la obra poco a poco”.

Así, reconoció que la composición es compleja, al punto que se impresionó con la capacidad de las sopranos para alcanzar algunos tonos agudos. “La obra no es simple, pero tampoco busca ser imposible”. 

Camacho hasta ahora tiene cuatro discos a su haber: Rituales y Leyendas (2012), Salmos Cotidianos (2013), Las Memorias de Sibö (2015) y Piano Ritual (2016).

“Como compositor, creo que cada intérprete es un coautor también, cada intérprete hace su propio gran aporte, a partir de lo que la composición diga. Para mí, la composición de un creador es siempre una guía, pero no es definitiva”, reflexionó.

Aseguró, por ello, que cada integrante de UCR Coral y el director Mora “lo que hacen es seguir esa guía, pero cada quien aporta lo suyo. Lo más rico de una obra es que no se quede solamente en lo que el compositor piensa, porque es una sola persona, y no es la más importante al final. La importancia la sumamos todos”. 

En ese sentido, subrayó que “esta obra la escribo desde la reflexión que hago desde este espacio, esta montaña en la  que estoy metido, pero cada quien comienza a leer y a aportar lo suyo”. 

Respecto al contexto de la pandemia, aseveró que “hay que seguir trabajando y haciendo, la vida sigue”. 

Añadió que quienes integran UCR Coral “son especiales, son gente con una magia, con una capacidad de trabajo que me impresiona” y tras recordar que Salmos Cotidianos fue hecho con este grupo.

“La música nos une”

Didier Mora relató cómo UCR Coral vio la luz en 2011, como un proyecto de acción social, con la finalidad de “lograr que la gente de la comunidad nacional, que no tiene acceso a posibilidades de formación vocal, la tenga y pueda enfrentarse a obras sinfónico corales por medio de un proceso de aprendizaje paulatino, en el que les enseñamos y respetamos el nivel de cada persona”. 

En un inicio, se pensó que la oportunidad atraería a personas del cantón de Montes de Oca y alrededores, pero se han acercado a participar personas de sitios como Turrialba, Guápiles, Heredia, Alajuela, Santa Ana, Brasil de Mora o Puriscal.

Hoy en día el grupo cuenta con 62 coristas entre los 16 y 70 años de edad, de diversas edades y extracción social. “La idea es que se enamoren de la música coral en general”, aseveró.

Al mismo tiempo, el músico y director coral destacó que se trata de un proyecto que “tiene un carácter educativo muy importante, sin dejar de lado lo artístico y el disfrute del repertorio”. 

Dijo que se trata de “la actividad musical más cercana al ser humano que es el canto”, y añadió, con no poco idealismo, que un coro es la expresión “más cercana a la definición de una sociedad perfecta”, pues este tipo de formación musical ofrece “todas las diferencias que puede tener un grupo social, creencias, edades, gustos, opiniones, aun con todas esas diferencias podemos concretar objetivos comunes, que nos acercan, nos hacen creer que los humanos podemos unirnos a pesar de las diferencias, la música nos une”. 

Mora destacó que el grupo no detuvo su trabajo en el contexto de la crisis pandémica, pero que esta se ha hecho sentir, pues unas cuatro personas se han enfermado con COVID-19, mientras que, al mismo tiempo, el grupo ha buscado formas de ser solidario con quienes han conocido las consecuencias más implacables de la crisis. 

Llegar a producir la grabación y video ha sido un trabajo arduo que implicó desde la transcripción en partituras del manuscrito original de Camacho, hasta el trabajo individual con los coristas para perfeccionar su interpretación y mezclar la grabación que cada una de esas personas hizo en su casa, según sus posibilidades.  Todo ello representó “un gran trabajo para los formadores: Mario Abarca, Ricardo Quirós, Ana Yanci Zúñiga” y el propio Mora.

A pesar de esas adversidades, el producto final es sólido, “suena compacto y unido”, celebró Mora. Sobre el video, dijo que “decidimos que queríamos contar una historia, la plegaria que tenemos ante esta situación y la tristeza de que a pesar de que estamos juntos en la virtualidad, no podemos estar juntos en la UCR para hacer este proyecto”. 

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