Cultura

Serrat a través de su honoris causa

La Universidad de Costa Rica le entregará el doctorado honoris causa a Joan Manuel Serrat, el viernes 27 de mayo de 2022.

El viernes 27 de mayo del presente año, un día antes de dar su último concierto en Costa Rica, Joan Manuel Serrat recibirá el doctorado honoris causa que le otorgó el jueves 28 de abril el Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica (UCR), en atención a una solicitud de la Escuela de Artes Musicales.

De acuerdo con la información difundida por la UCR, el doctorado honoris causa a Serrat es “un reconocimiento a su trayectoria y a su invaluable aporte, desde la música, al desarrollo de una conciencia crítica a favor de un modelo de sociedad justa y equitativa”.

En 2019, Serrat dio la clase inaugural en la Universidad de Costa Rica. (Foto: Kattya Alvarado).

En su anterior visita a Costa Rica, en 2019, la Universidad de Costa Rica había valorado esta posibilidad; no obstante, en aquella ocasión no se concretó y el cantautor fue invitado a dar la clase inaugural en marzo de ese año, acto que contó con un auditorio casi lleno y en el que sus seguidores incluso tuvieron la oportunidad de realizarle distintas consultas, tanto desde el punto de vista artístico como personal. A todas las inquietudes el artista respondió de manera puntual y siempre con una sonrisa a flor de piel.

El doctorado honoris causa es la máxima distinción que otorga la UCR y esta vez le fue conferido al cantautor catalán que se presentó por primera vez en el país en 1971, precisamente, en el Centro de Recreación de la UCR.

Desde entonces, Serrat ha mantenido un vínculo afectivo con el país y en sus constantes giras por América Latina por lo general incluyó a Costa Rica.

El 27 de abril en el Beacon Theatre, Serrat comenzó su gira de despedida en Nueva York, la cual ya lo llevó a Miami, Puerto Rico y hará que también se presente en Argentina, Uruguay, República Dominicana, Chile, España y que culminará el 23 de diciembre en el Palacio de Sant Jordi, en Barcelona.

En Costa Rica tendrá su noche de despedida en el Parque Viva, el sábado 28 de mayo. Luego de su adiós a los escenarios, según dijo el propio cantante, continuará ligado a la música.

“Me despediré y ya no volveré a tocar. Volveré a los sitios, saludaré, comeré, pero ya no volveré a los escenarios. Tocaré y compondré en casa, es posible que grabe un disco. Pero no volveré a los escenarios. Hay que hacerlo en algún momento. En el confinamiento me fijé en los árboles, en los pájaros. Y sobre todo leí mucho. Lo estaba dejando. Y me despediré no a la francesa, sino como corresponde”, había dicho el cantautor cuando explicó las razones por las que, a los 78 años y con una carrera de 56, dejará los escenarios.

La Universidad Complutense de Madrid le otorgó el honoris causa en 2006. (Foto: El País).

Coherencia

Uno de los rasgos que ha distinguido la trayectoria de Serrat es su coherencia política y artística. Desde que a finales de los años 60 se vinculara con América Latina, siempre ha mantenido un discurso cercano a países como Chile, Argentina y Uruguay, donde incluso llegó a criticar a las dictaduras que entonces coartaban la libertad y los derechos de sus pobladores.

Con México, Serrat ha mantenido una relación especial, dado que en 1975 tuvo que autoexiliarse durante un año, a raíz de los cuestionamientos que había realizado al régimen franquista.

En España, Serrat reivindicó y difundió la obra de poetas como Antonio Machado, quien murió huyendo del franquismo, y de Miguel Hernández, quien murió en 1942, a sus 32 años en la cárcel, a donde lo había metido la dictadura.

Esa coherencia política y artística le ha creado no pocos desafíos a Serrat, quien en tiempos más recientes sostuvo una postura ajena al independentismo catalán, lo que le fue reprochado por no pocos de sus paisanos.

“Mediterráneo” está considerado, por los seguidores y expertos en la música de Serrat, como su mejor disco, que salió al mercado en 1971. (Foto: Web oficial de Serrat)

Y esa coherencia, también manifestada en sus cientos de composiciones, siempre con ese halo poético que las ha distinguido, ha sido motivo de homenajes, reconocimientos y honoris causa tanto en España como en América Latina.

El martes 22 de febrero de 2022, el gobierno presidido por Pedro Sánchez le entregó la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X, que, de acuerdo con el Estado español, es la más alta distinción para un ciudadano que no sea jefe de Estado o represente a las altas instituciones de ese país.

En esa ocasión, el cantautor expresó: “Lo único que he hecho en mi vida ha sido hacer lo que he querido, como lo he querido hacer y de la forma en que me ha parecido, acertada o equivocadamente, que debía hacerlo”.

En España, la Universidad de Zaragoza le concedió el 28 de febrero de 2020, el doctorado honoris causa en un reconocimiento que resultó especial para el cantautor, dado a que su madre María de los Ángeles Teresa era aragonesa.

En el discurso pronunciado en esa oportunidad, destacó el hecho de que una universidad como la de Zaragoza volviera la mirada hacia la canción popular, situación que en otro contexto no hubiese sido posible vislumbrar.

“Me complace que valoréis esta parcela de la poesía que es la canción popular, a la cual represento y a la que me dedico. Mucho han cambiado las cosas en nuestra sociedad para que un cantante popular reciba un reconocimiento como el que hoy se me brinda aquí”.

En esa ocasión, confesó que el escribir canciones no le era tan fácil como a algunos les pudiese parecer y en el acto le quitó medallas a la inspiración y las colocó más del lado del orfebre que pule una y otra vez a base de empeño y constancia.

“A riesgo de provocar la desilusión de más de uno, confieso que escribir fue mucho más que el fruto de momentos inspirados: fue el resultado del esfuerzo y de la porfía por amasar palabras, por tejer y deshacer mimbres”.

Como ya lo había hecho en situaciones anteriores, Serrat volvió a reivindicar una mirada distinta de una sociedad actual que se pierde en los entresijos de la inmediatez.

Es la sociedad líquida de la que habla Sygmunt Bauman, en la que todo parece deshacerse casi en el instante mismo en que es construido, incluidos los valores, que ahora lejos de ser mojones parecen hechos para ocasiones especiales, tras las cuales desaparecen.

En un contexto así, las palabras que brindó en la Universidad de Zaragoza buscaban reconfortar, sobre todo, a los más jóvenes, que tienen el reto de sostener a un mundo en crisis perpetua.

“Es necesario recuperar los valores democráticos y morales que han sido sustituidos por la vileza y la avidez del mercado, donde todo tiene un precio. Es un derecho y una obligación restaurar la memoria y reclamar un futuro para una juventud que necesita reconocerse y ser reconocida”.

Reconocimientos

Aquel niño que nació el 27 de diciembre de 1943, en Poble Sec, cuando la Segunda Guerra Mundial devastaba a Europa, ha sido homenajeado y reconocido en los últimos años, tanto en España como en esa gran segunda patria para él, como es América Latina.

Así, la Universidad Complutense de Madrid le otorgó el honoris causa en 2006, con el fin de “reconocer los méritos de la obra de Serrat, su labor en la difusión de la poesía española y latinoamericana, su contribución en pro de la normalización de la convivencia de las lenguas castellana y catalana, su impulso a la música de autor y su gran influencia social y cultural”, como puntualizó El País el 15 de marzo de 2006.

En Chile, le concedieron la Orden Gabriela Mistral; en Venezuela, la Orden Andrés Bello; en Argentina, la Orden de Mayo.

La Universidad de Morelos y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla le otorgaron el honoris causa, así como la Universidad de Rosario y de Comahue, en Argentina.

Para el autor de canciones como “Penélope”, “Paraules D’amor”, “Hoy puede ser un gran día”, “Cada loco con su tema”, esos reconocimientos venían a reafirmar su andar en el ámbito artístico y político.

De su amplia producción, el disco Mediterráneo, que compuso en el pueblo de Calella de Palafrugell, en la Costa Brava, en mayo de 1971, está considerado por los expertos, como la obra maestra de Serrat.

Este disco está compuesto por canciones como “Mediterráneo”, que da nombre a la producción, “Lucía”, “Tío Alberto”, “Pueblo Blanco, Que va a ser de ti”, “Vagabundear”, “Barquito de Papel”, “Aquellas pequeñas cosas”, “La mujer que yo quiero” y “Vencidos”, en letra de León Felipe y Serrat.

Con el honoris causa concedido a Serrat por la Universidad de Costa Rica, y que será entregado el viernes 27 de mayo, se cierra un ciclo que empezó con aquellos famosos conciertos del cantautor en el Centro de Recreación y que marcaron a varias generaciones, las cuales en la actualidad contemplan cómo aquel artista ha sido capaz de mantenerse fiel a sus valores, sueños y aspiraciones, en el convulso siglo XX y en las primeras décadas del incierto siglo XXI, todavía amenazado por el hambre, las guerras disfrazadas de las potencias y la velocidad de Internet, que impide, como parodiaba Umberto Eco, pensar.

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