Cultura Entrevista con Darío Chinchilla, editor de Ojo a las Noticias

“El quehacer de la prensa es de interés público”

Un observatorio de medios pretende fortalecer las herramientas que tienen las audiencias para debatir y exigir periodismo.

Hace diez años, Darío Chinchilla escribía una columna semanal sobre televisión en la revista Teleguía, de La Nación. Cada domingo publicaba sobre el universo de la (entonces) pantalla chica y desde esa trinchera comentaba la composición demográfica de las series del canal Sony, los nuevos esfuerzos de Telemundo y Univisión para llegarle al público hispano en Estados Unidos y los caminos de la tele tica.

Este año, Chinchilla amplía su visor. Como editor de Ojo a las Noticias, una plataforma financiada por la agencia Hivos y promovido por La Voz de Guanacaste y el Semanario UNIVERSIDAD, pondrá su mirada en la relación que las audiencias costarricenses tienen con los medios de comunicación del país. Este es un extracto de la conversación con él.

¿Para qué existe Ojo a las Noticias? Desde el Semanario conseguimos los fondos y te ubicamos a vos con una idea general, pero ahora que maduró sos vos quien le sigue el pulso. ¿A qué aspira el proyecto?

-Podemos empezar por lo que parece ser y no es. Yo no quiero que el proyecto se parezca a una policía de errores para la prensa en Costa Rica. El proyecto no pretende convertirse en eso.

Más bien, Ojo a las Noticias está muy enfocado en la audiencia, no tanto en los periodistas. El hecho de que nosotros estemos señalando algunas buenas o malas prácticas de la prensa nacional, es un medio más que un fin. El fin no es la crítica en sí, sino darle a la audiencia algunos elementos que son importantes para evaluar las informaciones que nos están llegando todos los días.

No nos interesa señalar puntillosamente todos los errores, sino tomar de la realidad noticiosa nacional elementos que son casos paradigmáticos de cuestiones que nos parecen problemáticas o que pueden mejorarse. Algo que la gente puede ver y que tiene un problema de balance, de precisión, de falta de contexto.

Queremos traer a colación algunos principios o bases del periodismo que no necesariamente la gente tiene que conocer. Los sacamos un poco de la cocina del periodismo. Por ejemplo, cómo se hace una nota o un titular, cómo se arma una portada o una edición; descorremos la cortina para darles herramientas a las personas para que sepan que tienen derecho a un mejor periodismo.

Es un tema que conversamos en las etapas iniciales, que es empoderar audiencias. ¿La gente he estado respondiendo?

-Sí, tímidamente al principio y creo que está embarcándose más en el proyecto. Con todo esto hay que tener mucho cuidado; así como cuando los periodistas estamos en medios debemos ser muy cuidadosos con los halagos de la audiencia, nosotros mismos tenemos que ser cautelosos.

Tal vez hay personas que están sintiendo que somos los defensores contra las mentiras de los medios o el mal accionar y no. En realidad, no es que no nos importe lo que haga la prensa, sino que nos importa más empoderar a las audiencias. Queremos darles herramientas para que puedan exigir un mejor trabajo de todos nosotros, los que trabajamos en esto.

Hablamos de que la audiencia puede empoderarse y pedir cambios; pero, ¿cómo puede pedir los cambios en el ecosistema mediático y cómo puede integrarse en el trabajo que hace Ojo a las Noticias?

-En el trabajo de Ojo a las Noticias, pueden integrarse como mejor quieran. Puede ser llamándonos la atención de un caso que puede ser un ejemplo sobre una buena o mala práctica del periodismo nacional. También nos pueden criticar a nosotros. Nos ha pasado con gente que entra en nuestra página de Facebook y nos dice que algo se nos pasó.

Si pudiéramos generar un espacio de discusión basado en fundamentos sólidos sobre el buen oficio del periodismo y lo que consideramos son buenas prácticas, ahí ganamos un montón.

En el contexto más amplio, si pudiéramos generar un interés por la gente en relacionarse con los medios más allá del consumo, eso sería formidable. Desde la concepción de este proyecto, estamos partiendo de que no solamente queremos hacer crítica de los medios sino que además queremos llamar a las personas involucradas (periodistas y editores) para ver qué operó detrás.

Esto nos ayuda a no solamente cuestionar los juicios de una publicación, es decir por qué se publicó o no esto, sino también cuestionar las motivaciones. Por qué fue así y no asá.

Así como estamos tratando de revisar lo que pasa en medios y escribir una crítica –pero también de hacer una confrontación respetuosa y comentando cuáles son nuestras posiciones para que un periodista responda–ojalá pudiéramos ayudar a formar una cultura (donde la audiencia haga una) respetuosa confrontación con los periodistas, en vez de que la gente deje de leer o compartir un medio. Ojalá que el público se contacte con el medio, el editor o el periodista para decirle con buenos argumentos por qué sienten que es una mala información.

Este proyecto te pone en un punto complicado. Ya escribiste una columna de televisión para Teleguía, pero ahora estás escribiendo sobre el trabajo de colegas. ¿Cómo ha reaccionado la prensa en Costa Rica al tener a alguien que escriba sobre prensa?

-A mí el proyecto me encanta porque es sobre meta-periodismo, si se quiere, que es la palabra de periodismo que reporta sobre periodismo. Partimos de la premisa de que el quehacer de la prensa es de interés público y esto me interesa muchísimo.

Dicho esto, hay una tarea espantosa, que es tomar el teléfono. Yo no me puedo apartar de la cultura nacional y yo sé que le huyo a la confrontación, pero sé que es un trabajo que hay que hacer. Hay un trabajo horrible, que es tomar el teléfono y decirle a un periodista que uno opina que el trabajo que hizo o publicó podría estar mejor. Eso es fatal. Yo que he estado en medios, sé que es horrible estar recibiendo una llamada o un correo de una fuente o de alguien del público diciendo que lo que uno publicó está mal.

No hay cosa que me pueda poner más incómodo, porque sé que las condiciones de los medios de comunicación no son las óptimas.

Entonces yo me imagino en algún medio como periodista; no tengo los recursos suficientes para reportear, me piden publicar más de lo que pueda, estoy casi que al límite de capacidades y todavía me llama un “soplas” para decirme que el trabajo que estoy haciendo está mal. No puedo pensar en un peor escenario. Es muy incómodo y por eso agradezco que casi todas las personas me han atendido y los intercambios han sido respetuosos, eso lo agradezco mucho a los colegas. A veces me dicen que tienen que pedir permiso al medio, yo pido permiso por escrito y no se me responde o me dicen que no quieren referirse públicamente al asunto.

¿Qué puede ganar un medio con responderte a vos con tus publicaciones?

-Yo no soy quién para decir por qué les conviene responderme, están en su derecho de no hacerlo. Pero sí siento que hay una cuestión muy jodida con respecto a no responder y es que estamos en un oficio que consiste en pedir respuestas sobre asuntos de interés público.

Lo que querría es que los colegas, todos, reconociéramos que el trabajo que hacemos es de interés público y que, si alguien nos lo cuestiona, es nuestra obligación responder. Eso le da credibilidad a mi trabajo, porque al final de cuenta estoy actuando en consecuencia con los principios de la profesión, que es dar respuesta cuando me hacen preguntas. Es lo mismo que hago cuando planteo una pregunta al Presidente de la República o a algún funcionario o a un empresario.

Ojalá que todos tuviéramos una actitud más abierta, de dar más respuestas y ser más transparentes cada día. Si yo estuviera en la posición de un colega y me llama un colega para hacerme preguntas sobre mi trabajo, yo esperaría ser lo más abierto y comprensivo posible, aunque no me guste. Es lo que pedimos a nuestras fuentes.

 



La plataforma:

Ojo a las Noticias es un observatorio de medios que le pone atención a la actualidad de la prensa en Costa Rica. Es un proyecto planteado por el Semanario UNIVERSIDAD, pero independiente al medio, financiado por la agencia de cooperación holandesa Hivos y ejecutado en coordinación con La Voz de Guanacaste.

Para tener autonomía, Ojo a las Noticias tiene su propia encargada de proyecto, un contrato con una empresa de contenidos digitales y un editor, Darío Chinchilla. En la etapa de lanzamiento, dos periodistas del Semanario UNIVERSIDAD dieron apoyo operativo pero se apartarán del proyecto con su lanzamiento. Su lugar lo toma un Consejo Asesor conformado por periodistas con experiencia en medios pero que actualmente no ejercen en el país.



 

 

 

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