Cultura

Pasión y destreza en el Lago de los Cisnes

La obra es cita obligada para amantes del ballet clásico y llega al país de la mano de la Russian Classical Ballet Company

El primer ballet compuesto -en 1877- por Pior Ilich Chaikovski será representado en Costa Rica el próximo viernes 29 y sábado 30 de setiembre, en el Teatro Melico Salazar, en un desafío lleno de pasión y destreza, a cargo de la Compañía Rusa de Ballet Clásico, la cual se ha ganado la admiración del público nacional con piezas como Romeo y Julieta, y la Bella Durmiente.

Este ballet, uno de los más famosos, e imprescindible entre las piezas compuestas por Chaikovski, será interpretado por un cuerpo de 35 bailarines, los cuales son dirigidos por Evgeniya Bespalova, quien creó la Compañía en 2005 y desde entonces se ha posesionado como una de las más reconocidas en Europa.

La directora ha interpretado diversos papeles desde la fundación de la Compañía en 2005.

Gracias a la rigurosidad y la calidad de sus bailarines, quienes de acuerdo con Bespalova, lo primero que deben atender es la tradición del ballet clásico de Rusia, la agrupación ha tenido una excelente acogida en América Latina. En esta ocasión presentará la pieza en México y en Centroamérica, incluida la parada en San José.

Al país ha venido por medio de Interamericana de Producciones y las distintas presentaciones han dejado a público agradecido por la alta calidad de los espectáculos.

El Lago de los Cisnes es un hito en el ballet clásico, pese a que al principio la pieza no gozó de un buen recibimiento y una buena crítica, y fue necesario un ajuste en sus coreografías para que diera el salto y se convirtiera en una obra de referencia mundial.

Se estrenó el 4 de marzo de 1877 en el Teatro Bolshói, con Polina Karpakova como Odette y Victor Gillert en el papel del príncipe Sifrido. La música de Chaikovski y la coreografía de Julius Reisinger y el libreto de Vladimir Petróvich Béguichev.

La historia original de la obra se basa en el cuento El velo robado del alemán Johann Karl Masäus. La versión que terminará por convertirse en clave dentro del ámbito del ballet clásico mundial sería la elaborada por Marius Petipa y Lev Ivanov, y fue en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, donde triunfaría.

A Petipa le correspondería el primer y el tercer acto, los cuales ocurren en el castillo, mientras que a Ivanov el segundo y el cuarto, los que suceden en el lago.

La historia del Lago de los Cisnes transcurre entre el hechizo que recibe Odette de parte del malvado mago Von Rothbart y su hija Odile, y que la convierte en un cisne. El príncipe Sifrido es el que ama a Odette.

El amor, el bien y el mal son temas omnipresentes en la pieza, temas que a su vez han hecho que se convirtiera en una obra tan universal.

En el desarrollo de la interpretación se podrán observar tríos y cuartos, algunos ya muy famosos en el contexto del ballet clásico, y relevantes pas de deux.

La presencia de la Russian Classical Ballet Company abre la posibilidad de que los amantes del ballet puedan observar una presentación del más alto nivel, como sucede en las grandes ciudades europeas, latinoamericanas y estadounidenses.

El elenco de la compañía está compuesto por destacados bailarines de las principales escuelas de Moscú, San Petersburgo, Novosibirsk y Perm, y es una mezcla de integrantes de gran experiencia con jóvenes talentos.

“Preservar la tradición del ballet clásico de Rusia” es el principal desafío de la agrupación, de acuerdo con Bespalova.

Giselle, Don Quijote, La Bella Durmiente, Suite Carmen, Romeo y Julieta y el Lago de los Cisnes son algunas de las principales obras interpretadas por la citada compañía.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido