Cultura

Parásitos: Retrato del desempleo

Bon Joon Ho es un cineasta surcoreano que retrata en sus películas las desigualdades sociales y contrapone las luchas y dilemas de los diferentes grupos que muestra.

Parásitos nos cuenta la historia de una familia coreana de bajos recursos, todos sus miembros son desempleados que viven en un sótano y subsisten de armar cajas para pizza para medio comer, pero con diferentes habilidades como estafadores (un profesor de inglés, una profesora de arte, un chofer, una ama de llaves), con las que logran ganarse la confianza de los Park, una familia adinerada de Seúl.

Así, de una forma misteriosa, la familia entera sin aparentar  conocerse entre sí, irá reemplazando a todos los trabajadores del servicio de la casa de los Park.

El problema revienta cuando la antigua ama de llaves, quien es remplazada de una forma violenta por la madre de los Kim,  revela un misterio que ella misma esconde en el sótano de la casa de los Park, que ni los propios dueños conocen.

La película es brillante en muchos aspectos. Visualmente, el director utiliza los sótanos, las escaleras hacia arriba y hacia abajo, la luz y la oscuridad para apoyar y marcar esas diferencias sociales.

Por otra parte, muestra cómo el desempleo y las diferencias tan marcadas de oportunidades mueven a las personas a usar su ingenio para convertirse en “parásitos” de los que más tienen, olvidando la solidaridad de los que están en sus mismas condiciones y convirtiéndolos en una violenta competencia.

La película muestra que dentro del sistema económico en el que se mueven los ricos, también los pone en un plano de ignorancia de su entorno, los sube a una montaña, lejos de los suburbios, los aísla en su propio hogar y los aleja de las tareas más elementales como cocinar, conducir, enseñar a sus hijos; es decir, los convierte en incapaces. Aunque se sienten privilegiados por su condición social, trabajan y trabajan solo para mantener su estatus que al final también  los convierte en parásitos del sistema.

En esta película no hay buenos ni malos, solo seres humanos en su lucha por la supervivencia.

 

 

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