Temas como Amor de Temporada, o Marimba Diría, de Ulpiano Duarte, o composiciones de Jesús Bonilla se sumarán a otras muestras de la música popular costarricense que pasan por ritmos afrolimonenses como el calypso, música bailable como salsa, música de tríos y también swing criollo, que son “las bases de la cultura popular costarricense”.
Con esa propuesta, más las composiciones de Ronald Villalobos, director del Ensamble Folclórico Jawá, es que la Orquesta Humanidades tomará el escenario del Parque Nacional este domingo 30 de marzo a las 7:40 p.m., como parte de las actividades gratuitas del festival Transitarte.
Así lo informó Alejandro Acuña Moreira, director de la Orquesta, quien además explicó que ya el trabajo conjunto con el Ensamble Jawá no es nuevo, pues ya el año se trabajó en conjunto un espectáculo para el patriótico mes de septiembre, que se tituló Evocación Patria, “un viaje por la identidad tica”, según detalló.
La Orquesta Humanidades es un proyecto de acción social de la Escuela de Estudios Generales (EEG) de la UCR y tiene la particularidad de ser un espacio que reúne tanto a personas que forman parte del quehacer institucional de la universidad, como a personas externas, pero que “hayan tenido alguna formación en algún instrumento de orquesta, por ejemplo, en escuelas como Sinem, escuelas municipales de música o academias privadas, pero que no se dedican a la música profesionalmente, entonces la orquesta les brinda ese espacio”.
Acuña Moreira además detalló que si por ejemplo, una persona estudió violín en el colegio, pero no tiene dónde tocar y se dedica a otro oficio ajeno a la música, entonces “la orquesta es para ese tipo de personas”. Subrayó que se requiere un nivel al menos intermedio de manejo del instrumento.
Recordó que el proyecto se formó en 2012 por Pablo Zamora, con la ayuda del laureado compositor Marvin Camacho. Desde entonces han pasado varias personas en la dirección, como Stephanie Morera o Didier Mora, hasta que él asumió en 2023.
Sobre el concierto de este domingo Acuña Moreira reconoció que ofrece para la Orquesta retos que inician con el hecho de que el repertorio incluye música “totalmente inédita”, así como la propuesta que “nunca se ha hecho antes, o si se ha hecho, no se conoce mucho” de combinar la música
de un ensamble folclórico con una orquesta sinfónica.
“Entonces, el reto empieza obviamente desde los ensayos porque somos muchas personas, somos aproximadamente 65 personas en escenario. Acomodar eso es complicado”, admitió.
Ello se suma a la particularidad de tocar al aire libre, con sonido amplificado sin dejar de “mantener la calidad musical, que ha sido lo primordial para la orquesta y para el ensamble”.
Todo ello se suma al “problema logístico” de que al tratarse de un proyecto de acción social, la Orquesta Humanidades “no cuenta con ningún tipo de activo, tenemos que apoyarnos entre nosotros para llevar atriles, sillas, ver quién nos puede ayudar con todas esas cosas. Entonces también eso ha sido una una movida logística gigantesca para hacer posible el concierto”.