Cultura

Ministerio de Cultura justifica uso de equipo en mitin del 5 de mayo

Apela también a un convenio entre el Melico Salazar y Casa Presidencial que faculta el empleo de equipo de ese teatro para difundir “actividades estatales”.

El uso de carpas del Ministerio de Cultura, como una del Archivo Nacional; así como el empleo de equipo del Melico Salazar en el mitin que se realizó en la Plaza de la Democracia, en respaldo del discurso que ese lunes 5 de mayo brindó el Presidente de la República, Rodrigo Chaves, en el Congreso; generó una amplia serie de cuestionamientos en la población nacional.

En ese sentido, y con el fin de conocer de primera mano las razones que llevaron al Ministerio de Cultura, encabezado por Jorge Rodríguez, a actuar de esa manera, UNIVERSIDAD planteó consultas concretas a dicha cartera.

Las consultas se enviaron el jueves 8 de mayo y fueron respondidas el lunes 19 del mes en curso a las 5:02 p.m.

En las respuestas, el Ministerio de Cultura se ampara en que la Constitución de la República de Costa Rica le respalda en un convenio entre Casa Presidencial y el Teatro Melico Salazar.

Además, sobre la difusión de mensajes en días previos al discurso presidencial, en el que el Ministerio de Cultura participó de lleno por varias plataformas; sostiene que se hizo en procura de democratizar la información.

A continuación se reconstruye el diálogo indirecto con el Ministerio de Cultura y este medio, dado que las preguntas se hicieron por escrito:

¿Cómo justifica el Ministerio de Cultura, y su ministro Jorge Rodríguez, el hecho de que para un fin de carácter político, se hayan empleado recursos como equipos de audio y toldos del Teatro Melico Salazar, Archivo Nacional y Compañía Nacional de Teatro (CNT)?

—La utilización de equipo técnico del Teatro Popular Melico Salazar (TPMS) se dio en respuesta a la necesidad de democratizar el acceso a toda la población del informe al que hace mención la Constitución Política en el artículo 139, inciso 4.

¿Con qué base legal disponía el Ministerio de Cultura, y su ministro Jorge Rodríguez este tipo de recursos, de carácter público, para fines privados, como fue en el ya mencionado «mitin»?

—La proyección y amplificación del mensaje al que hace mención el artículo 139, inciso 4 de la Constitución Política por parte del equipo técnico del Ministerio de Cultura y Juventud, se realizó en el marco del convenio “MP-DMP-AJ-CONV-MP-2024-0010”, suscrito entre el Ministerio de la Presidencia y el Teatro Popular Melico Salazar, vigente del 16 de febrero de 2023 al 7 de mayo de 2026, con el fin de respaldar actividades estatales.

El Ministro Jorge Rodríguez durante la entrega de los Premios Nacionales 2025. (Foto: Internet)

De igual manera, antes de la presentación del discurso del señor Presidente de la República, el Ministerio de Cultura hizo varios ‘posteos’ anunciando dicho discurso. En ese sentido, ¿nos interesa saber si el Ministerio de Cultura, y su ministro, Jorge Rodríguez, consideran que esa ha de ser una labor del mencionado ente?

—Ministerio de Cultura y Juventud considera que la difusión de mensajes institucionales de alto interés nacional, como el discurso del señor Presidente de la República, forma parte de su labor como ente comprometido con la democratización del acceso a la información. Estas acciones se enmarcan en su responsabilidad de fomentar la participación ciudadana, la transparencia y la vinculación entre el Estado y la ciudadanía.

DISCREPANCIAS

No obstante lo anterior, el hecho de que ese día se observaran carpas con el logo del Ministerio de Cultura, como lo acreditan algunas fotos que acompañan a esta información, llamó la atención de artistas y escritores.

En la ley 4788, publicada en La Gaceta del 5 de julio de 1971, mediante la cual se creaba el Ministerio de Cultura, no se contempla en ninguno de sus artículos, la posibilidad de que sus recursos se puedan emplear cuando de por medio hay intereses de grupos privados o de orden político.

En ese sentido, llama la atención que frente a un hecho como el analizado, el Ministerio haya tardado en responder a las consultas referidas por este medio y por otros que también han intentado conocer la versión oficial del ministro Rodríguez.

Sobre este particular, incluso el 8 de mayo el periódico digital CRHoy publicaba una nota en la que daba cuenta de que se había presentado una demanda penal por parte de un grupo interesado que pretende esclarecer el uso de materiales pertenecientes al Ministerio de Cultura en una actividad política de carácter privado.

Un abogado consultado por este medio—que habló a condición de guardar el anonimato—por temor a represalias en su puesto de trabajo, explicó que en la función pública no se puede hacer ningún gasto sin que haya un respaldo de normas que faculten ese proceder.

«Cualquier gasto que haga la administración pública debe estar fundamentado en normas que lo permitan. Todo lo que se haga debe dirigirse a satisfacer finalidades públicas».

El encuentro que se propició en un costado de la Plaza de la Democracia apuntaba a un fin particular. Un ejemplo de ello es que entre las diversas consignas y participaciones que se suscitaron, estuvo la de la exministra de Educación, Anna Katharina Müller, quien incluso sostuvo que «no le había dado la gana» publicar la “Ruta de la Educación”.

La diputada Kattia Rivera, del Partido Liberación Nacional (PLN), confirmó que por medio de su despacho hizo una denuncia ante la auditoría del Ministerio de Cultura, sin que hasta la fecha haya recibido respuesta.

«Es importante tomar en cuenta que no es de recibo que nos digan que las actividades del Poder Ejecutivo puedan llegar a utilizar implementos de determinados ministerios, porque para eso existen responsabilidades y manejo de los diferentes activos de cada ministerio. Por lo que tiene que haber entradas y salidas de los mismos. Y no puede ser que desde que entró el exministro de comunicación, a convertirse en ministro de Propaganda y Cultura, él llegara a utilizar pantallas y otros implementos que pertenecen al servicio del Teatro Melico Salazar, entre otros».

Por ese motivo, pidieron explicaciones al respecto: «Hicimos la denuncia a la auditoría del Ministerio de Cultura, porque los recursos de este ministerio son muy limitados y ponerse a hacer uso de estos, precisamente, en actividades que ni siquiera corresponden a un acto oficial, sino el tipo de acciones, no voy a decir proselitistas, pero sí los llamados que se hacen desde Casa Presidencial para sentir el apoyo. Seguiremos en espera de la respuesta y nos mantendremos vigilantes en el uso de los recursos públicos y en este caso sean con base en el uso correcto».

 ABUSO DEL GOBIERNO

Para el expresidente del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart) y exdiputado, Oscar Aguilar Bulgarelli, el hecho de que se utilizaran carpas, y otros elementos que pertenecen al Ministerio de Cultura, representa un claro abuso de las atribuciones constitucionales que asisten a una determinada cartera y a una administración en general.

En ese sentido, el historiador sostuvo que esa situación raya en un delito, porque «se están utilizando carpas y equipos tecnológicos de audio, así como que un uso publicitario de las propias frecuencias del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart), que son bienes públicos que no pueden emplearse para fines privados.

Tal situación puede considerarse que está en el límite de la malversación de fondos que pertenecen a la esfera pública», acotó.

«Lo más grave de todo es por qué y para qué se usan esos recursos. Y lo hacen para reunir a un grupo que rondaba las 150 personas que se pararon a vociferar contra la Constitución Política, contra los poderes establecidos, contra las leyes, contra la democracia costarricense y ponerles dichos bienes públicos a su disposición para que hagan esos actos contrarios a la ley y a la Constitución, ello tiene características de pecado de lesa patria».

Para el escritor, lo sucedido ese 5 de mayo con recursos públicos del Ministerio de Cultura se da en gran parte por los aires que se respiran desde Casa Presidencial, en Zapote.

«El gran problema es que este señor que está en Zapote, ha violentado todas las normas legales que tipifican los delitos más graves contra la democracia en este país. Inclusive el mismo hecho de que se pare en el plenario a pedir que le den 40 diputados y que amenace a las fracciones en el sentido de que espera de que los sustituyan patriotas y gente que sea honorable, casi diciendo que quienes les escuchan son unos sinvergüenzas, todo eso, a su vez, transmitido a esas carpas, conlleva a una cantidad de delitos y actos delincuenciales como nunca lo he visto yo en mi país».

«Lo de las carpas es una vergüenza absoluta. Es una vergüenza total. Aquí entra el Ministro de Cultura, a quien considero un personaje que anda viendo a ver cómo se engancha en un hueso en cada gobierno de los últimos tres o cuatro que ha habido».

En el Ministerio de Cultura se respira un ambiente tenso desde el punto de vista laboral. (Foto: Archivo Semanario Universidad)

OTRAS CONTRADICCIONES

Más allá del empleo de equipo y elementos de las adscritas para el mitin referido, en el Ministerio de Cultura no hay treguas y se presentan otra serie de situaciones. En otra de las contradicciones que se han dado recientemente, está la renuncia, el 23 de abril, de la directora de la Compañía Nacional de Teatro con recargo del Taller Nacional de Teatro, Brigitte Vallejos, quien fue despedida en las redes sociales de esos entes con un agradecimiento que daba a entender que su salida se daba en los mejores términos.

El caso real es que Vallejos dejó el cargo porque, según le contó una fuente a este periódico, estaba sometida a un ambiente intimidatorio, un clima de alta tensión laboral que desembocaba en un temor de la funcionaria a la hora de tomar decisiones y que estas fueran rebatidas, siempre, por entes superiores.

Una fuente acreditada, pero que por temor a represalias habló para este reportaje a condición de que se le mantuviera la confidencialidad, dijo que la jerarquía de la directora no se respetaba, como tampoco la de otros funcionarios de menor rango.

Ello, relató, ha llevado a un clima de alta tensión laboral, a tal punto que algunas personas se han planteado buscar alternativas, dado que el desgaste emocional empieza a pasarles factura.

La persona que ahondó en dicha situación, aceptó conversar con UNIVERSIDAD después de que este medio publicara un reportaje en el que Gabriela Villalobos denunciaba el clima laboral indebido, que a su juicio prevalecía en el Museo Nacional.

Dicha fuente contó, por ejemplo, que Vallejos fue acompañada por miembros de seguridad para que recogiera sus pertenencias y abandonara su oficina en la Compañía Nacional de Teatro. No fue una salida amistosa como se quiso contar de cara a la opinión pública.

Ante esto, por vía de terceros, se le indicó a Vallejos si podía atender a este medio, pero de inmediato la exfuncionaria rechazó la solicitud. Una de las razones es que hay temor a hablar por lo que pueda suceder posteriormente.

De igual manera, cuando la viceministra de Cultura, Vera Beatriz Vargas, renunció el 11 de marzo del presente año, se le enviaron varios mensajes con el fin de conocer de primera mano los motivos que la llevaron a separarse de su cargo tres años después de haberlo asumido.

No hubo respuesta. Luego, en indagaciones alrededor del tema, se supo que Vargas prefería mantenerse al margen con el fin de evitar contratiempos.

Cuando se produjo la renuncia de Vargas, el ministro Rodríguez expresó por medio del departamento de comunicación de Cultura: “Le agradezco mucho a Vera Beatriz Vargas su esfuerzo por sacar adelante las tareas que le he encomendado y acepté su carta de renuncia considerando que su decisión responde a aspiraciones profesionales en otros espacios.

La realidad respondía a otra situación, y es que Vargas ya estaba exhausta tras soportar una serie de situaciones que reñían con un clima laboral favorable y necesario para llevar a buen puerto los asuntos que le competían.

La fuente explicó que la salida de Vallejos se daba en un clima laboral tenso y desde su punto de vista insostenible, narró que incluso se han dado situaciones en las que ha habido gritos y humillaciones.

De esta forma, el Ministerio que apostaba por la uniformidad con el arribo de Rodríguez, se ha visto inmerso en una serie de contratiempos, tanto en programas, como en el clima laboral de algunas adscritas, en las por parte de un amplio grupo de funcionarios hay un desaliento y una incertidumbre galopantes.

Se ha de rememorar que el lema empleado por Rodríguez al asumir la cartera que dejó Nayuribe Guadamuz, destituida por autorizar una marcha del orgullo LGTBIQ+, fue «Somos un solo ministerio». A partir de ese eslogan se han venido sucediendo una serie de contradicciones como lo muestra la realidad de algunas entidades adscritas.

El Ministerio de Cultura, que año con año en los diversos gobiernos ha visto su presupuesto disminuido, ahora se determina por ser una cartera  en el que el uso de equipo e implementos de sus adscritas para fines de carácter político, se justifica en que ello lo ampara la Constitución y que se hace con el único afán de democratizar el acceso a la información.

 

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