Diez poetas nacionales contemporáneos, su poesía y vidas, son imágenes cinéticas. En estos días, las voces y las figuras de Osvaldo Sauma y María Montero circulan por las redes sociales en formato de video, con el fin de que el público entre en contacto sensible con sus propuestas poéticas y conozca detalles íntimos sobre cómo y por qué escriben.
El proyecto “Algunos Lugares”, de Patricia Velásquez y Óscar Herrera, ambos integrantes de la productora audiovisual Tiempo Líquido, consiste en una serie de diez cortos de alrededor de 7 minutos cada uno, producidos para que la población tenga una experiencia audiovisual con la poesía de autores costarricenses contemporáneos.
Los cortometrajes son accesibles en la página de “Algunos lugares” en Facebook, la revista digital Literofilia.com y el canal de YouTube de Tiempo Líquido.
El proyecto es una “ventana indiscreta”, según el decir de Herrera –a cargo de la fotografía y la música–, a la cotidianidad de escritores con quienes sintieron una conexión, cuya lista incluye a Luis Chaves, Esteban Chinchilla, Silvia Piranesi y César Maurel, entre otros.
Con un lenguaje cargado de imágenes sugestivas, evocadoras y poéticas, en el que los espejos y la ciudad –en contraposición con espacios íntimos como sus casas– son también protagonistas, los cortos poseen una mirada íntima que se enfatiza con un diseño sonoro experimental.
Los videos, además de compartir los testimonios de los poetas, destacan gráficamente los textos, que a la vez son leídos por los autores a lo largo de los videos. Estos recursos no son redundantes sino que van creando capas sensoriales y de sentido, cuyo resultado es una propuesta visualmente atractiva y provocadora.
“Algunos lugares” fue escogido por el Colegio de Costa Rica del Ministerio de Cultura y Juventud como beneficiario del fondo de Fomento a la Literatura del 2015.
“Básicamente, lo que queríamos desde el principio era fomentar la lectura de la poesía, que es un género de difícil acceso, porque en las librerías encontrás muy poca poesía y de cierto tipo, y en general entre tantos estantes te encontrás uno o dos libros”, explicó Velásquez.
UNIVERSIDAD conversó con Patricia Velásquez y Óscar Herrera para conocer ese lugar creativo de donde surge la propuesta del proyecto.
En el video dedicado a María Montero hay tomas de Cuba, ¿el material lo grabaron ya sabiendo cuáles eran los escritores?
Óscar: En algunos casos. Soy muy fanático de tener estas ciudades o registros que no puedo tener en Costa Rica. Me fascinan los puentes, los túneles, las autopistas muy grandes. Siempre que voy en carretera se graban con el celular, si ando con la cámara bien, hay tomas de celular en este proyecto que con el tratamiento adecuado parece película de 8 milímetros con la leve idea de dar esa nostalgia. Sí hay sobre Cuba expresamente; íbamos en un ferry y yo no quería grabar, pero Patricia me dijo “grábelo que nos puede servir”. Tengo una carpeta gigante donde voy grabando y grabando y voy echando cosas que grabo y me gustan; es mi álbum de stock propio de material.
¿Cómo se planteó el formato y por qué?
Patricia: Se pensó inicialmente que fuera un producto para la web –que en algún momento buscaremos otras plataformas tanto para televisión como otras formas de distribución–, y que tenía que ser relativamente corto (entre los 7 y 8 minutos). Queríamos mostrar la poesía, no hacer una entrevista tradicional; como casi todos los trabajos que hacemos, no queríamos salir nosotros tampoco, queríamos que el protagonismo lo tuviera el autor o la autora y su obra. Tampoco pretendíamos ilustrar los poemas –porque a veces ese es uno de los fallos más grandes–, sino tratar de salir de ciertos clichés. Pensamos qué cosa nos evocan ciertos poemas y buscar esas imágenes que podrían generar un tercer texto.
En el caso de María Montero y Osvaldo Sauma, la poesía es más concreta, es sobre sus experiencias cotidianas, es más cercana. Ustedes incluyen en las imágenes algunos textos y eso refuerza el discurso, además de que crean un lenguaje audiovisual propio, metafórico.
Óscar: A mí me gusta esto de no solo grabar al autor por grabarlo, sino que, por ejemplo, en el de María Montero ella está en una habitación sola. Los discutimos y buscamos un lugar. Cuando hicimos la toma yo le decía a Patricia: “esa habitación sola, con unas cajas que están ahí”, es una habitación blanca que está sobreexpuesta, es una habitación de la mente también, es como verla a ella misma adentro de su psique, es como el escritor dentro del escritor. Verlos en sus entornos, escucharlos, porque Osvaldo habla no solo de su poesía sino cómo se encontró con su poesía, María también y en esas partes generalmente uno no ahonda tanto y eso es como una pequeña ventana indiscreta que te permite saber cómo un autor que uno admira, que uno considera que tiene su peso, se encontró como todos nos encontramos con las cosas que nos gustan.
Patricia: Todos los autores que hemos escogido tienen eso, que hablan mucho de su vivencia desde su propio lugar; los escogimos porque pensamos que podía ser una forma bastante accesible de llegarle a la gente y que pudiera conectarse.
Óscar: …y fuimos a sus casas, entonces están en su lugar de creación, no están en una conferencia, están en el lugar donde probablemente se sientan a escribir, es un lugar donde crean, donde están más cómodos.
Durante las entrevistas, la persona sentada no está en tres cuartos frente al entrevistador ni su cara en primer plano, sino que hay tomas con una cierta distancia.
Óscar: Hay una cosa que buscamos en el lenguaje fotográfico y que va a hilar todos los capítulos: hay ese tipo de cámara, pero también hay un contraplano que es en un espejo, es algo que decidimos para tener un hilo conductor.
Patricia: También tratamos de mostrarlos a ellos en la imagen, en el sentido de que reflejen su personalidad, su forma de ser, sentirlos cerca, más cotidianos, que no sea tanto la pregunta y la respuesta. Va dirigido a la gente que le gusta la poesía y que en algún momento le gustaría escribir poesía, que se pueda ver inspirado por estos autores.
María Montero dice en algún momento que la poesía no se debe explicar, y ustedes no redundan con la imagen la palabra dicha por ellos.
Patricia: Es que es ahí donde conectamos con la poesía y con el tipo de cine y del lenguaje audiovisual que nos gusta: que es menos explícito. Creo que es menospreciar al público darle ya todo digerido, explicado.
Óscar: Esa es otra de las cosas que estamos intentando y que nos mantienen lejos de esos clichés. Por ejemplo, hay tendencias que no pueden concebir el silencio dentro de una producción audiovisual, necesitan tener “de pe a pa” un track de música que esté sonando, suena, suena, suena.
Patricia: Y que, además, te esté guiando emocionalmente: bueno aquí tiene que llorar. Como los noticieros que lo están usando mucho, hacen la nota y ponen una música “cursi”.
Óscar: Yo que hago canciones más tradicionales, aquí me estoy dando la licencia de hacer música más experimental con otras herramientas que no había usado antes, que estoy aprendiendo recién a usar. Por ejemplo, con Osvaldo, en una escena donde el camina entre muchos espejos sonoramente no tenemos una canción sino sonidos de vidrios quebrándose, ecos de cosas que usted puede soñar, eso evoca y es otra realidad, y también es poesía. Toda esa contraposición de conceptos que no son tan clásicos genera un nuevo discurso y dialogan muy bien con la poesía. Puedo usar la guitarra pero no para hacer una canción, sino para generar feedbacks y distorsiones, ambientes. O sea, está más cerca del diseño sonoro de una película que una música per se.
Patricia: Con la imagen también hemos estado probando cosas que generen ciertos choques en sentido perceptual. Grabamos algunas cosas que después nos fuimos en el carro con un proyector y una cámara, proyectándolas en paredes o en edificios y grabando esa misma proyección y genera cosas muy raras, ver el mar proyectado en un edificio o perros corriendo en el edificio y la reacción de la gente.
¿Es como el videomapping?
Patricia: No, porque vamos con el carro en movimiento, entonces vamos proyectando sobre cualquier cosa, cualquier persona.
Óscar: Esa fue una bonita experiencia porque pensamos que teníamos imágenes interesantes y que sería bueno integrarlas con la ciudad, y se nos ocurrió hacer esta técnica en la que las escenas son estáticas pero ¿qué tal si hacemos que la imagen se mueva y se desplaza en la ciudad? Entonces dentro del carro metimos una caja con un proyector y una cámara con un mismo eje que es muy importante porque da el efecto de que está flotando.
Al mismo tiempo hicieron un performance en la ciudad…
Patricia: Ya pensándolo después, se acerca al pensamiento, que uno va caminando por la calle y va recordando cosas y todo se va superponiendo y el efecto que genera es muy interesante porque es como que el cerebro en algún momento le da prioridad a la imagen que está proyectada pero en otro momento le da prioridad al soporte (edificio, pared), entonces se generan cambios.
Es como el fluir de la conciencia, el pensamiento asociativo… ¿en el proceso de la realización del video ocurre ese mismo fenómeno?, ¿se van creando capas que luego se amarran?
Patricia: Es como lo que planteaban los surrealistas, que uno pone una imagen y luego otra, y ponés un texto y de pronto empezás a asociar otra cosa más, y de ahí la cabeza va haciendo una edición y una elaboración de otra cosa más, pero si lo que ponés es totalmente ilustrativo de lo que estás oyendo ahí muere, no pasa nada.
¿Cómo plantearon la estructura del guion?, ¿fue surgiendo con esta misma lógica del abordaje surrealista?
Patricia: Lo que hice fue leer toda la obra de cada poeta, leer entrevistas que les hayan hecho, a qué cosas se dedican, conversar antes de… A partir de ahí hago algunas preguntas y, dependiendo de lo que vaya saliendo, voy preguntando más cosas y después, ya en la edición, decidimos qué va y qué no va, tratando de que haya un hilo conductor; es muy intuitivo, no podría decirte que hay una razón por la cual ponemos una cosa u otra.
Conectarse al tiempo líquido
Tiempo Líquido es una productora audiovisual que se dedica a la producción de contenidos para televisión, cine e Internet. Fue fundada en 2008 por Óscar Herrera y Patricia Velásquez, y desde entonces ha recibido distintos reconocimientos.
Tiempo Líquido empezó con la producción del programa de TV Trans, una revista de arte urbano que estuvo al aire durante cinco años en el canal VM Latino. Ha realizado tres cortometrajes que han sido exhibidos en festivales en América y Europa: Carmuco (2012), Matías (2010) y Cualquiera (2008), con este último ganaron distintos premios en la Muestra de Cine y Video Costarricense, así como el Premio René Picado del Colegio de Periodistas.
En 2015, estrenaron su primer largometraje de ficción Dos aguas, en coproducción con Colombia, en el Festival Internacional de Cine de Panamá y fue presentado en diversos festivales internacionales. Dos aguas recibió mención de honor por su fotografía en los Premios Nacionales de Cultura del MCJ y, recientemente, fue seleccionada para los premios Platino en las categorías de Ópera Prima y dirección de fotografía.
Este mismo año, obtuvo el fondo DOCTV para la producción de su primer largometraje documental La sombra del naranjo, el cual se encuentra en postproducción. Actualmente trabajan en su próximo largometraje de ficción titulado Apego.