En la coreografía Ad Libitum de Danza Universitaria (Danza U), los bailarines deforman y fragmentan minuciosamente sus movimientos. Es una sensación inquietante; bailan a la perfección pero a la vez se percibe una atmósfera rara y unos gestos extraños. “Algo está podrido en Dinamarca”, espetó el Hamlet de William Shakespeare, al referirse al abuso del poder y a la corrupción en su reino.
Así son los poderes que ejercen los seres humanos, en muchos casos minúsculos y repartidos entre las personas en cualquier ámbito de la cotidianidad donde se relacionan, incluso en el hecho creativo y escénico de la danza.
Esta premisa desencadenó la obra Ad Libitum de la coreógrafa de Danza U, Gloriana Retana, que se presenta en el Teatro Nacional en una brevísima temporada de dos días, el sábado 9, a las 8 p. m., y domingo 10 de junio, a las 5 p. m., en celebración del 40 aniversario de la emblemática institución dancísitica.
Según expresó Retana, el tema de la coreografía es el poder, o dicho de manera más precisa, los poderes. “La motivación primera fue por observación del contexto social, político y económico que se estaba gestando en ese momento”, dijo en referencia a los acontecimientos vinculados con el caso conocido como el “Cementazo” y el inicio de la campaña electoral el año pasado.
En medio de este ambiente enrarecido, Retana inició una reflexión profunda de aquello vinculado a la temática para decantarlo en un lenguaje dancístico abstracto, alejado de la línea coreográfica más intimista de sus propuestas anteriores.
Sin embargo, para Retana ese estilo le implicó un riesgo ya que para poder conectar con el público sintió que también debía colocar elementos más literales como una silla/trono y una alfombra roja, por ejemplo. “Yo me cuestionaba entre ser muy literal y no caer en lo obvio, pero también transmitir con símbolos que tienen que ver con el tema”, destacó.
De esta forma, Retana trasladó esos poderes a lo cotidiano, “que está en todos lados”, en todas las relaciones, desde que las personas inician su día.
Con dinámicas creativas a partir de la luz y el espacio, así como de los cuerpos y los movimientos de los bailarines, Retana se planteó la disyuntiva “de lo que podemos hacer y no podemos hacer, y lo que significa una restricción de cuando estamos haciendo algo”.
En esa ecuación, para la coreógrafa entra el poder y la expresión del control que se van adquiriendo desde la primera infancia.
En un proceso de investigación, los intérpretes realizaron improvisaciones cuyo objetivo fue que “sintieran el tema a ver qué podían dar ellos desde ellos mismos y su cuerpo, de lo que hacen diariamente, cómo nos relacionamos”, explicó Retana.
El espectador de Ad Libitum se encontrará, entonces, enfrentado a la desnudez y el cuestionamiento de la vida cotidiana y del hecho dancístico, en el cual los micropoderes y las resistencias a ese dominio y opresión, se manifestan de manera ambigua, pues de acuerdo con Retana pueden estar en muchos sitios, incluso subterráneamente y expresados de manera sutil.
En la coreografía participan los bailarines Eduardo Guerra, Mainor Gutiérrez, Elián López, Jimena Muñoz, Verónica Monestel, Iván Saballos, Evelyn Ureña y Wendy Chinchilla, como bailarina invitada en convenio con la Compañía Nacional de Danza.
El diseño de sonido está a cargo de Federico Chaves; la iluminación de Telémaco Martínez y el diseño de vestuario de Ingrid Cordero. Las fotografías para material publicitario son de Catalina Fernández, la gráfica de Cristian Obando y los videos promocionales de Gustavo Hernández. La coreógrafa contó además con el apoyo de Esteban Piedra en la conceptualización del espacio.
El precio es de ¢6000 entrada general y ¢4000 estudiantes y personas adultas mayor
Las entradas se pueden adquirir directamente en la boletería del Teatro, en línea www.teatronacional.go.cr, o vía telefónica al 20101110.
Precio de preventa: ¢4000 general y ¢3000 estudiantes y persona adulta mayor, solicitarlas al correo [email protected]
Para más información FB/danzauniversitaria – IG@danzauniversitaria
