Cultura

La Gaceta, esa gran desconocida, celebra 140 años  

Exposición en la Biblioteca Nacional rescata hitos de la vida nacional e internacional que aparecen en el medio oficial del Estado costarricense.

La Gaceta, diario oficial del Estado costarricense, celebra en 2018 sus 140 años de circulación. Pese a ello, es una gran desconocida, en palabras de Marcos Mena Brenes, autor de la única reseña histórica de que se tenga información. En esta, se pone en perspectiva el gran valor de este medio para el país.

 

Para conmemorar esos 140 años, durante los cuales 135 corresponden a ediciones impresas y los cinco restantes a digitales, la Imprenta Nacional y la Biblioteca Nacional abrieron una exposición que recoge momentos trascendentales del periódico, al cual se accedía por suscripción cuando era impreso y hoy se puede consultar de forma gratuita en la dirección: https://www.imprentanacional.go.cr/gaceta/. La muestra estará abierta al público hasta el 18 de marzo.

La primera vez que se usó la palabra “Gazeta” para designar al órgano
del gobierno fue en diciembre de 1884.

La exhibición “La Gaceta Diario Oficial. 140 años en Costa Rica y hoy en todo el mundodestaca hitos de la historia nacional. Por ejemplo, la inauguración del alumbrado eléctrico el 9 de agosto de 1884 en el gobierno de Próspero Fernández, lo que convirtió a San José en la tercera ciudad en el mundo en contar con este servicio.

De igual manera, se incluye la noticia de la aparición del teléfono como una de las grandes novedades de la época.

“Acaba de descubrirse la manera de poder tener una conversación entre dos personas, á [sic] una larga distancia, por medio del instrumento llamado Telephone [sic]. Esa invención ofrece grandes ventajas, entre ellas, la de que no se requiere persona inteligente que maneje los aparatos, pues cualquiera que posea las facultades esenciales de oír y hablar con claridad, [sic] puede sin dificultad alguna usarlos. Otra de las ventajas, [sic] es la gran conveniencia de poder conversar con la persona que uno desea entenderse, sin que un tercero se entere de la transacción ó [sic] asunto de que se trate”, publicó La Gaceta del 1 de marzo de 1878 y citó como fuente al cónsul general de Costa Rica en Londres, Juan A. Lecheaur.

Hoy podría sorprender que La Gaceta actual incluyera una noticia de ese calibre, pero en la época era normal que se publicaran pequeñas notas informativas e, incluso, avisos publicitarios, explica Mena.

Una de las razones para que se diera esa situación a finales del siglo XIX es que en Costa Rica no existían tantos periódicos como los hubo posteriormente, por lo que la publicación estatal también se ocupaba de ello.

Para Mena, la trascendencia que tiene La Gaceta del país es enorme y ameritaría que los historiadores se ocuparan más de ella desde el punto de vista investigativo, para que pongan en contexto su valor para la institucionalidad.

Por eso, no deja de sorprenderlo que nadie se haya ocupado de escribir una historia sistemática de lo que representa desde la óptica jurídica, histórica e, incluso, informativa.

La Gaceta es la memoria histórica jurídica de Costa Rica, porque en ella vamos a encontrar las leyes originales, también conocidas como leyes madre, y sus posteriores reformas”, afirma Mena.

Además, en el diario oficial del Estado se encuentran decretos, edictos y reglamentos, entre otros, que son imprescindibles en la toma de decisiones tanto de funcionarios públicos como de particulares.

El 28 de junio de 2013 circuló la última edición impresa de La Gaceta.

Quizá aquel carácter de saturación de los textos, porque así lo demandaba el formato y el estilo, que además no contaba con fotografías, hacía que los lectores de entrada rechazaran sumergirse en sus páginas. No obstante, el valor trascendental de la información valía cualquier esfuerzo.

Por ello, quien quiera recordar algunos hitos de la historia costarricense solo tiene que ir a la Biblioteca Nacional donde está la muestra. Ahí, por ejemplo, podrá conocer cómo se dio cuenta de la abolición de la pena de muerte en el país en 1882, por una reforma promovida por el Presidente Tomás Guardia en la Constitución de 1871.

Más allá de registrar otros hitos como la abolición del ejército en 1949; la noticia del importe por cada quintal de café exportado para contribuir a la construcción del Teatro Nacional, establecido en 1890; la inauguración del Monumento Nacional o el establecimiento del patrón oro y del colón, La Gaceta ha recogido innumerables leyes y decretos que han dado pie a una colección específica que está disponible para estudiosos en la Biblioteca Nacional.

Mena recuerda que, luego de 1920, se dejó de incluir información general, para que el medio adoptara un perfil similar al que tuvo durante los restantes 135 años en que se imprimió y para que continúe con esas bases informativas hasta el día de hoy, en que circula por medio de Internet.

La versión digital, con carácter de oficialidad, empezó a circular desde el 21 de octubre de 2010, pero, en realidad, las primeras pruebas y la inclusión de ciertas informaciones comenzaron a realizarse en los primeros años del presente siglo.

Según datos que circularon en 2013, con el paso del impreso al digital, la Imprenta Nacional, editora de La Gaceta, se ahorraba $1,3 millones (¢678 al tipo de cambio actual).

Para el autor de la reseña de La Gaceta, en los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX, el Estado tenía una sorprendente claridad sobre la relevancia que tenía la información para la población y para el Estado como tal ante otros gobiernos.

Eso fue lo que permitió, durante un corto período, la aparición de una “Gaceta Internacional”, destaca Mena.

“En momentos en que desde luego no se hablaba de una globalización, ya el Estado costarricense tenía claridad en cuanto a la trascendencia de que otros dispusieran de información valiosa de lo que sucedía en el país”, agrega.

Siempre en esa línea de preocuparse para que la población estuviera informada, se dieron las rebajas en el precio de La Gaceta, con el fin de que resultara más asequible a los ciudadanos de escasos recursos.

Hay que recordar que cuando se publicó el primer ejemplar, el 23 de febrero de 1878, el valor era de cinco centavos.

En la exhibición, se pueden apreciar ejemplares más recientes de La Gaceta.

ANTECEDENTES DE LA GACETA

 Si bien la fecha de partida es ese 23 de febrero de 1878, antes ya se habían hecho otras publicaciones en las que el Estado difundía información relevante para sus conciudadanos.

De esta forma, sostiene Mena, desde hace 187 años el Estado ha dispuesto de un periódico para informar sobre sus leyes, acuerdos y decretos.

El primero de ellos se llamó La Relación de los Negocios Despachados por el Gobierno Supremo del Estado y data de 1831; el segundo fue La Relación de los Negocios Despachados por el Consejo de 1832 y el tercero respondía al nombre de Ministerial de Costa Rica en 1836.

De igual manera, en 1837 surge Esfuerzos del Patriotismo y un año más tarde aparecen El Boletín de la Junta de Sanidad y La Aurora de la Constituyente de Costa Rica, mientras que el Mentor Costarricense lo hizo en 1842.

“La primera vez que uno de estos periódicos llevó el nombre de “Gaceta” fue el 7 de diciembre de 1844 con la publicación de la Gazeta Oficial. Después de esta fecha, aunque con algunas variaciones, fue más frecuente ver el nombre de La Gaceta en el diario del Estado. En 1850, por ejemplo, se le denominó como Gaceta del Gobierno de Costa Rica; tres años más tarde, es decir, en 1853, esa denominación se redujo únicamente a La Gaceta. En ese mismo año, el Estado también contó con otro periódico al que llamó Boletín Oficial. Con el nacimiento del Boletín Judicial, en 1861, el Gobierno nuevamente vuelve a tener dos periódicos de manera simultánea”, precisa Mena en su estudio antes citado.

Fue para el 23 de febrero de 1878 en que por primera vez al medio del gobierno se le denominó La Gaceta, Diario oficial, que es como se le conoce en la actualidad.

El propósito fundamental de esos diarios, que se fueron sucediendo conforme a distintas variables, era mantener informada a la población sobre lo que hacía el Gobierno en materia de acuerdos y leyes.

El decreto que establecía el nuevo medio de comunicación, sostenía: “Que la publicidad, comprensiva de los actos oficiales, [sic] es una condición propia de todo Gobierno republicano: que el mayor desarrollo de los intereses intelectuales, comerciales y económicos del país, [sic] reclama un órgano que dé a conocer oportunamente las operaciones o actos con ellos relacionados; y que el periódico diario es el medio más conducente a lograr aquellos fines”.

Reseña histórica del diario oficial La Gaceta es un valioso documento elaborado por Marcos Mena Brenes y que está disponible en el portal de la Imprenta nacional de forma gratuita.

UN GRAN VALOR HISTÓRICO

Gerardo Contreras, escritor y catedrático de la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica (UCR), destaca que La Gaceta es de un incalculable valor para el país, toda vez que se convierte en una especie de archivo diario de leyes y decretos que luego tendrán una repercusión en la vida de los pobladores.

La Gaceta es un documento fundamental para la vida de los ciudadanos, dado que al aparecer las leyes y los decretos se vuelve imprescindible y no solo para abogados, como algunos pueden creer”, agrega.

En su criterio, la tarea de recoger a diario las diferentes manifestaciones jurídicas que emana el Ejecutivo convierte a La Gaceta en un medio que “contribuye de manera directa y significativa al ejercicio y al desarrollo democrático de la nación”.

Destaca Contreras que, para un investigador, un historiador o un empresario, La Gaceta representa y contiene informaciones de una gran valía, lo que la convierte en un órgano esencial para entender la vida del país y el actuar del gobierno.

Por ese valor documental de 140 años y más (si se incluyen los periódicos oficiales que le antecedieron), Mena considera que La Gaceta debió ser declarada hace ya mucho tiempo Benemérita de la Patria o, al menos, un medio que forme parte del patrimonio histórico del país. Sin embargo, una de las alegaciones que expusieron los diputados cuando el proyecto llegó a la Asamblea Legislativa es que no se podía otorgar dicho benemeritazgo  porque “no era una institución”.

La iniciativa está hoy archivada, pero quizá mañana los legisladores se percaten del valor simbólico y material que representa el medio oficial del Estado, el cual, allá por 1878, narró con asombro la aparición milagrosa del teléfono en las Europas, invento que vendría a cambiar para siempre a la humanidad y del que los costarricenses se enteraban gracias al olfato periodístico de su cónsul general en Londres.

 

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