Cultura

La exposición Divers@ de Beatriz Parra llega con su arte cerámico a la galería del Consejo Universitario

La exposición, que consta de 15 cuadros con obras de arte cerámico elaborados por la artista costarricense, está abierta a todo público, de lunes a viernes en horario de 9 a.m. a 5 de la tarde.

La exposición Divers@, de la artista nacional Beatriz Parra Thompson, fue inaugurada el pasado 28 de setiembre y llenará de arte la galería del Consejo Universitario (CU) de la Universidad de Costa Rica (UCR), hasta el próximo 2 de noviembre.

“Beatriz fue seleccionada por su propuesta novedosa porque está vinculando una técnica ancestral como la cerámica para construir un discurso para reconocer la diversidad en todas sus aristas”, declaró la doctora en Historia y representante del CU, Patricia Fumero.

“Son pequeñas imágenes de rasgos faciales de personas de diferentes edades y culturas, que se ensamblan promoviendo un discurso de tolerancia y comprensión que es fundamental en la coyuntura actual de Costa Rica”, explicó.

La artista estaba en una etapa de exploración, recogiendo arcilla de distintos rincones del país como Golfito o la Zona Norte. Aunque ya tenía en mente la elaboración de una serie de piezas con estos materiales, pudo concretar la idea cuando dio con la convocatoria del órgano universitario.

“El pasado influencia al futuro y viceversa, de no haber sido por la oportunidad del Consejo Universitario yo no hubiera generado ni el nombre ni el concepto que materialicé para esta exposición”, aseguró Parra.

Convertir en arte el barro

Las piezas que conforman Divers@ son elaboradas por la docente, experta en cerámica, en un proceso que conlleva: investigación, diseño, modelado y la fase de horneado.

La investigación es la parte más transversal de su labor, pues es una construcción de conocimiento que le ha llevado años y que está en constante alimentación, agrega, por su “espinita” científica.

“Mis raíces van mucho en el área de las ciencias y la investigación, mi bisabuelo era microbiólogo de la UCR y muchas tías y abuelas fueron docentes. Durante mi maestría en Kansas me dijeron que yo siempre buscaba innovar, que nunca me repetía y creo que es por combinar mi creatividad con la investigación.”, explicó la docente de la Escuela de Artes Plásticas.

El diseño y modelado lo realiza con “pelotas de barro” que, en su especialidad, afirma la artista, llaman pasta “porque están formadas con distintos componentes que son fundentes, arcillas y vitrificantes”.

Finalmente, las piezas de arcilla previamente trabajadas pasan a ciclos de horneado; área en la que Parra se ha especializado durante su carrera y formación artística.

“Cada vez que yo pongo el ciclo de horneado es totalmente una sorpresa, porque no hay manera de repetir y es muy emocionante porque, aunque hay un porcentaje que uno controla, verdaderamente no sabe cómo van a salir las piezas”.

“Cada vez que yo pongo el ciclo de horneado, es totalmente una sorpresa, porque no hay manera de repetir y es muy emocionante porque, aunque hay un porcentaje que uno controla, verdaderamente no sabe cómo van a salir las piezas”, Beatriz Parra.

 

Una carrera moldeada como barro

La carrera artística de Parra se ha forjado, igual que sus piezas cerámicas, con estudio y dedicación; pero también con una mano ¿del destino o la casualidad?.

Su trayectoria artística no empieza con su formación académica, de dos décadas, sino que desde niña estuvo inmersa en este mundo pues tanto su padre como su madre son artistas visuales.

“Llegó un punto en que dedicarme al arte ni siquiera fue una decisión, sino que fue una vocación, algo que ya traía, como una habilidad”, declaró Parra.

No obstante, aunque durante su infancia y adolescencia estuvo en contacto con la labor artística, durante el proceso de admisión estuvo encaminada a ingresar a alguna carrera del área científica.

“Yo pensaba en entrar a algo relacionado con las ciencias, pero hice el examen para la Escuela de Artes Plásticas y cuando vi que lo aprobé y me fue tan bien, me decidí por esta área.”

Ya decidida por entrar a la Escuela de Artes Plásticas, lo inesperado volvió a asaltarle y encontró su énfasis artístico y, posterior, pasión vital, de rebote.

“Por alguna razón del destino no pude entrar a Diseño Gráfico y para la única carrera que tenía opción, por mi ponderado, era Diseño Cerámico y ahí me enamoré y me apasioné por el barro.”, detalló la especialista en Cerámica.

Posteriormente, compaginó su Licenciatura en Cerámica, con el Bachillerato en Escultura de la UCR y, en 2009, tuvo la oportunidad de estudiar la Maestría de Artes Visuales, en la Universidad de Kansas.

Este grado superior del centro académico estadounidense lo cursó en el énfasis de Cerámica Escultórica y Materiales Cerámicos y fue allí donde realizó las obras “Obra gris” y “Sociedad de ladrillo”.

“Ahí empiezo con los ladrillos, pero en gran escala, a formar funciones modulares, como de paredes grandes y trabajos de mayor tamaño.”, comentó la docente.

La artista desarrolló esta experiencia mediante un convenio y préstamo con la UCR, por lo cual volvió al país a impartir en su alma mater cursos de trabajo interdisciplinario en pintura, grabado, escultura, diseño y demás áreas. 

En 2018, la escuela de Artes Plásticas de la UCR la asigna como profesora de cursos de la especialidad de Diseño Cerámico, labor que realiza hasta el día de hoy.

“En 2019 quedé embarazada y tuve que tomar un receso para tener mi bebé y, en eso, cayó la pandemia. Ya desde 2016 tenía experiencia en procesos virtuales en la universidad, entonces no fue tan chocante.”, explicó la artista y docente de la Universidad de Costa Rica.

Fue durante este periodo, asegura, que logra una impronta en su faceta docente y que daría paso a un proyecto de cooperaciones internacionales en línea, para la especialidad de Diseño Cerámico.

“Yo no sé si decirlo así, pero como que le tenían poca fe a las artes y a su capacidad para virtualizar y más bien encontramos nuevas metodologías para implementar la docencia.”

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