Timbales, congas, bongoes, trompetas, trombones y voces suenan a ritmo de salsa en la Escuela de Artes Musicales, un espacio tradicionalmente conocido por dedicarse a la música académica y clásica.
Catorces jóvenes estudiantes, bajo la dirección de Juan Carlos Meza, decidieron romper los esquemas de la academia y poner su conocimiento y talento al servicio de la música tropical.
Así nació la Orquesta de Salsa UCR, que tocará este 8 de marzo, a las 7 p.m., en la Facultad de Ciencias Sociales.
Fundada en agosto del 2015, la agrupación está integrada por cuatro voces, tres percusionistas –timbal, congas y bongó−, un pianista, un bajista, tres trompetistas y dos trombonistas; juntos conforman la primera agrupación salsera de la UCR.
El repertorio de la orquesta es mayoritariamente original, a cargo del compositor Vinicio Meza. Algunas canciones, sin embargo, son covers de canciones emblemáticas de este género.
Con el objetivo de diversificar el repertorio que se interpreta en la Escuela, de explorar los ritmos latinos y de impulsar el reconocimiento de la música tropical en el ámbito universitario, el profesor puso en marcha el grupo y ya han dado cinco conciertos, en los que ponen a bailar al público, aún en teatros y salas de recitales de la Institución.
“Hace años existe la inquietud de hacer una carrera en música popular, pero no se ha podido concretar; por eso la orquesta responde a dos objetivos: explorar y aprender sobre música popular, y servir de motivación para que la Escuela se interese en abrir una carrera”, dijo Meza.
Varios de los estudiantes que se apuntaron al proyecto habían participado ya en grupos de música popular y en orquestas de música tropical, por lo que, a pesar de que el grupo tiene menos de un año, cuenta con experiencia y talento en el género.
José Manuel Loría, trompetista, comentó que la orquesta brinda posibilidades de estudiar el género y su interpretación a quienes −como él− han incursionado en proyectos de este tipo fuera de la Escuela. Además, al ser la salsa un ritmo tan gustado en el país, amplía las opciones laborales de los estudiantes.
David Rodríguez, uno de los cantantes, dijo que la experiencia hasta ahora ha sido muy satisfactoria, ya que permite conocer nuevo repertorio, hacer nuevos contactos y conocer más sobre la interpretación y la composición de la salsa.
“Para mí, desde todo punto de vista ha sido salir de la burbuja, de la zona de confort; es diferente a lo que he estudiado en la Escuela, incluso canto, todo es nuevo. Al principio asusta un poco, da nervios, pero ha sido para crecimiento, he aprendido mucho”, dijo el joven estudiante de guitarra.
Rodríguez consideró que, además de los aportes a la formación de los estudiantes en un género distinto a la música formal o académica que estudian en la Escuela, el proyecto facilita ganar experiencia, amplía la versatilidad para tocar, componer y, en general, “a mantener una mente abierta a los distintos ritmos musicales”.
El músico añadió que la importancia del reconocimiento de la música tropical en Artes Musicales radica en que lo que se enseña tradicionalmente es “puramente académico, occidental y europeizado, y la exploración de géneros como la salsa, con sus raíces caribeñas y africanas, permite conocer y dar importancia a la música de nuestro continente”.
