Cultura

Judy: el drama de los niños en el cine

Renée Zellweger logra una excelente y contundente interpretación de la actriz Judy Garland, la cual la hace merecedora del Óscar a mejor actriz en la recién premiación.

Renée Zellweger logra una excelente y contundente interpretación de la actriz Judy Garland, la cual la hace merecedora del Óscar a mejor actriz en la recién premiación. La educada voz de Renée le permite interpretar las canciones, como “Más allá del arco iris”, con una gran similitud a la actriz de Mago de Oz. Esta película no aporta mucho a lo que hasta ahora se sabe de la vida de la legendaria cantante.

Judy Garland debutó a los dos años y medio en una obra teatral, pero uno de los más importantes papeles de su carrera lo logró con la película el Mago de Oz, en 1939. Ella pertenece a una época del cine en la cual los niños se convirtieron en propiedades de los estudios cinematográficos y dentro de sus contratos se les impedía tener una vida normal (ir a fiestas, tener citas, comer). Judy no fue la excepción, su dieta era basada en lechuga, sopa y cigarrillos para que no engordara, así como anfetaminas y barbitúricos para poder dormir, concentrarse y trabajar. Siempre sometida a insultos por su figura, se convirtió en una persona insegura y totalmente manipulable para el sistema. Ya a los 25 años se había casado dos veces, había tenido un aborto, era madre de una niña (Liza Minelli) y había estado internada en un hospital psiquiátrico por intento de suicidio.

Los triunfos esporádicos de la actriz la relegaron a convertirse en cantante de bares de ambiente en Londres, donde la querían y le aplaudían. Judy Garland murió a los 47 años, sumida en deudas, en la lucha constante por la custodia de sus hijos y sus adicciones.

Esta biografía muestra una vez más los grandes sacrificios de una generación de niños estrellas, quienes crecieron sin herramientas para protegerse de una vida que no comprendían, de una fama que los volvía arrogantes y un mundo artístico que los rechazaría a cierta edad y dejaría en total abandono.

¡Que esta película nos lleve a la reflexión sobre los derechos de los niños en el cine! Son más que caras bonitas que nos entretienen por medio de las películas, son niños que trabajan, pero se desconoce el número de horas que laboran, cómo se administra el dinero que les pagan, cómo continúan con sus estudios y cómo generan sus vínculos afectivos.

 

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