Cultura

Jóvenes universitarios sonarán en el Teatro Nacional

Nueve jóvenes músicos tocarán junto a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Costa Rica

Eugenia Trejos tiene apenas 16 años y cursa el último año de colegio. Este jueves, su violín sonará como solista en el escenario más añorado por los artistas costarricenses: el Teatro Nacional.

Además de Eugenia, otros ocho jóvenes serán protagonistas en el concierto Solistas Universitarios, en el que junto a la Orquesta Sinfónica de la UCR (OSUCR) interpretarán piezas de Mozart, Verdi, Weber, Krommer, Larsson, Williams y Dvořák.

El recital tendrá lugar este 26 de mayo a las 8:00 p.m. Las entradas ya están a la venta y tienen un costo de ¢6.000 (¢4.500 ciudadanos de oro y estudiantes con carné).

El concierto es el premio a los artistas ganadores del concurso que lleva el mismo nombre, en el que participan estudiantes de la Escuela de Artes Musicales y de la Etapa Básica de Música de la Universidad de Costa Rica.

Este certamen, que alcanza ya su tercera edición, tiene por objetivo premiar el talento en la ejecución instrumental y ofrecer a los jóvenes músicos un espacio de proyección, en compañía de la OSUCR, en el Teatro Nacional.

Los jóvenes que ganaron el concurso y protagonizarán la función son el director de orquesta Diego Solano Ulate, el violonchelista Gabriel Solano, los clarinetistas José Pablo Cruz y Luis Diego Brenes, Luis Diego Cruz en el fagot, Diego Jiménez en la tuba, Juan Pablo Marín en el trombón, Kevin Sequeira en el piano y la artista más joven que ha ganado en concurso: Eugenia Trejos (ver recuadro: “El sonido más joven”). Tras ellos estará la orquesta de la Universidad, siguiendo los movimientos de la batuta del maestro Alejandro Gutiérrez.

Gabriel Solano, estudiante de la licenciatura en Música con énfasis en Interpretación y músico de la OSUCR, así como de la Orquesta de Heredia, comentó que el concurso, además de ser importante curricularmente, le brinda una audiencia a la cual trasmitir un mensaje con su música.

El joven de 24 años, que interpretará el Concierto en si menor de Antonin Dvořák, considera que cada versión de una pieza puede “y debe” servir como herramienta de comunicación de los intérpretes. “Siempre hay un discurso tras lo que tocamos, aunque interpretemos las notas que ya están ahí, queremos provocar mensajes y emociones; eso es lo que me motivó a participar en el concurso”, dijo.

El pianista Kevin Sequeira, que cursa el tercer año del Bachillerato en Música con énfasis en Piano, coincidió en la importancia del aporte de cada músico en la interpretación de una obra y afirmó que su motivación para participar en el certamen fue la posibilidad de tocar su instrumento en el escenario del Teatro Nacional.

“El Teatro ofrece una de las más importantes salas a nivel nacional, es emblemático, más aún para mí siendo estudiante. Es un sueño que siempre tuve, desde la primera vez que entré, siempre soñé con poder tocar ahí”, dijo emocionado.

Así como el concierto de los jóvenes universitarios ofrece una oportunidad a estos músicos de hacer escuchar sus interpretaciones, brinda al público la oportunidad de deleitarse con un variado repertorio y conocer a estos jóvenes talentos costarricenses que está produciendo la Escuela de Artes Musicales de la UCR.

 

 

El sonido nuevo

Con apenas dieciséis años y nueve de estudiar violín, el instrumento ya es como una extensión de sus brazos. Sacarle hermosas notas pareciera, cuando ella lo hace, algo muy sencillo.

Eugenia Trejos, estudiante de último año del Colegio Calasanz, fue una de las ganadoras del certamen Jóvenes Universitarios, aunque aun no es universitaria. Sus habilidades en interpretación hicieron que fuera seleccionada, incluso por encima de estudiantes de grado universitario.

La joven afirma que desde muy niña quiso dedicarse a la música, lo intentó con la guitarra y el piano, pero no le gustaron. “Cuando llegué al violín, supe que eso era. Eso es lo que quise y quiero hacer el resto de mi vida”, contó. En el 2007 comenzó a llevar cursos especiales y en el 2009 ingresó a la Etapa Básica de Música de la UCR, donde aún estudia.

Su madre explica que resultar ganadora del concurso es mérito único de su entrega y disciplina. “A veces a las 3 a.m. me despierta el sonido del violín, y es que alguna parte de una pieza no le ha salido y se despierta a estudiar. Es su pasión, su vida”, comentó.

Espera el año entrante ingresar a la Universidad de Costa Rica a estudiar música más formalmente y dedicarse a ello enteramente. La música, dijo, es su vida, su forma de comunicarse y de conmover.

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