Cultura Tertulias del Farolito 2016

Fundamentalismo neorreligioso detiene avance en derechos para las mujeres

La Tertulia del Farolito sobre derechos humanos, feminismos y mujeres criticó las acciones de sectores conservadores contra el respeto y avance en la materia

Los ataques a los esfuerzos realizados por la sociedad civil para el avance en materia de equidad de género por parte de sectores conservadores pertenecientes a grupos fundamentalistas neorreligiosos, entre otros, fue uno de los aspectos debatidos en la Tertulia del Farolito del Centro Cultural de España (CCE) el martes 11 de octubre pasado.

Esta tercera mesa de discusión de las Tertulias del Farolito 2016, coordinadas por Agustín Gutiérrez Carro con la colaboración de Gaby Arguedas, forma parte de la propuesta del CCE de generar una reflexión en torno a la satisfacción y el respeto de los derechos humanos de las poblaciones LGTBIQ, migrantes, penitenciarias y de las mujeres.

La tercera tertulia “Derechos humanos, feminismos y mujeres” del CCE fue moderada por  Adriana Sánchez y contó con la participación de Montserrat Sagot, directora de la Maestría en Estudios de la Mujer de la Universidad de Costa Rica (UCR), Rosaura Chinchilla, jueza de Apelación Penal y docente de la UCR, y la activista Emma Chacón.

En la presentación para abrir el diálogo, Sánchez señaló la arremetida constante de sectores conservadores al Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), así como a la Ley de paternidad responsable y la Ley de Penalización de la Violencia contra las mujeres.

A la vez trajo a colación a la psicoanalista y feminista británica Juliette Michel, según la cual “las avanzadas más feroces contra las mujeres se dan en estos momentos históricos, en donde hay un acceso más limitado a los bienes y al empleo”.

Repaso histórico

El debate dio inicio con un repaso de Sagot por las conquistas de los movimientos feministas en nuestro país, y su rol destacado en la configuración de la sociedad costarricense del siglo pasado.

“Luchas sufragistas que no peleaban únicamente por el derecho al voto. Los aportes en la definición de las políticas sociales; los logros de la década de los cuarenta no se pueden entender sin la participación de mujeres feministas”, destacó Sagot.

De acuerdo con la especialista, la segunda ola feminista de principios de los ochenta se caracterizó por el análisis del sistema en el que se vincula el patriarcado con el capitalismo, y que dio como resultado “la crítica al sistema de la opresión de género, sexual, política y económica”.

Posteriormente, Sagot se refirió a la expansión del movimiento feminista en la década de los noventa, que se vio reflejada en la creación de organizaciones por los derechos reproductivos y contra la violencia hacia las mujeres, grupos lésbicos feministas, las investigaciones en academia con sus primeros estudios sobre las mujeres y la incidencia política.

En resumen, Sagot indicó que el movimiento colocó la igualdad de género en las agendas del país, transformó los códigos de familia, de trabajo, los penales, electorales, logró la aprobación de la penalización del femicidio y la participación política en cuotas.

Asimismo, en el nivel internacional, Costa Rica suscribió la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer, aprobada por Naciones Unidas en 1979,  y la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer “Belem do Pará”, al tiempo que en nuestro país se aprobaron la Ley de igualdad real, la Ley de paternidad responsable y de penalización de la violencia contra las mujeres.

Sagot apunta que en la actualidad los movimientos feministas proponen nuevas categorías de análisis para entender los procesos sociales, que dan como resultado iniciativas como la Ley contra el hostigamiento sexual.

Poco avance

No obstante, concluye Sagot, estos avances han alcanzado a pocas mujeres pues han beneficiado a aquellas “de clase media, zonas urbanas, heterosexuales, que tienen conocimiento de las leyes y las ha protegido de alguna forma. ¿Por qué? Estos fenómenos hay que enmarcarlos en la democracia formal que tiene poca relación con la democracia política y la económica”.

Para Sagot, en los últimos 20 años ha habido un aumento de la desigualdad, la pobreza, la violencia en todas sus manifestaciones, la corrupción y resurgimiento del fundamentalismo neorreligioso que invocan el mantenimiento del orden tradicional.

“Se abren espacios de igualdad con el nivel de la retórica más vacía. Estamos viviendo un periodo en el que se cierran las posibilidades de avance”, dijo.

Rosaura Chinchilla, jueza de Apelación Penal y docente de la UCR, sopesó que ha habido una evolución en la organización, reconocimiento y visibilización de los derechos de las mujeres plasmado en la normativa nacional e internacional, así como en instrumentos jurídicos que establecen una serie de derechos específicos de las diferentes mujeres.

No obstante al preguntarse dónde estamos, no duda en afirmar que “vemos una retirada no solo en la implementación de la normativa sino en la interpretación y en los movimientos para crear nuevas normas”, por parte de movimientos conservadores que pretenden neutralizar los avances en la materia.

De acuerdo con Chinchilla, en nuestro país se da una alianza religiosa que apela a criterios fundamentalistas que excluyen a las mujeres. “Yo no soy optimista, a nivel interno no existe algún tipo de estructura de reconocimiento de derechos humanos; cualquier fortalecimiento en la materia tiene que venir de instrumentos internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.

Chinchilla dio por caso las uniones de hecho que no han sido definidas ni por la Sala Cuarta ni por la Asamblea Legislativa. “Lo definirá la CIDH a través de la opinión consultiva que tampoco sería respetado como tampoco fue respetado el voto sobre la fertilización in vitro”, manifestó; “pero esos jalonazos de la comunidad internacional a través de instrumentos internacionales es el único espacio en este momento de arremetida contra derechos con los que se cuenta en la actualidad.

Lesbianas invisibilizadas

La lesbiana y activista Emma Chacón cuestionó en su intervención que “en la historia ¿dónde estamos mencionadas las lesbianas?, y no lo estamos porque no le interesa al sistema, porque somos una amenaza muy fuerte para un sistema patriarcal, machista y falocéntrico”.

Chacón adujo el nivel de transgresión que se puede hacer desde esa postura, que además es ideológica y política, en el cual las lesbianas y feministas que se autonombran tienen un impacto relevante porque en la historia no solo las mujeres heterosexuales luchan y aportan, sino también las mujeres lesbianas y bisexuales.

Del mismo modo, Chacón recalcó que al hablar de violencia contra las mujeres se olvida que existe un sector como “las lesbianas que sufrimos un tipo particular de violencia que no está reflejado y que lo estará cuando logremos aprobar una ley contra los crímenes de odio que se manifiestan por nuestra orientación sexual”.

A pesar de que Chacón consideró que cuando entra en crisis el sistema, fuerzas conservadores acuden a lo más radical y extremista acompañado de mucha violencia simbólica y real, tiene esperanza de que colapse pronto.

La activista visualiza un frente común de la sociedad civil y sus sectores más progresistas “para  frenar esas fuerzas que arremeten contra todo”.



Una tertulia más

Qué: Martes 25 de octubre: Tertulia general. Moderador: Agustín Gutiérrez. Expositores: Sergio Pacheco, Álvaro Murillo y Adriana Sánchez.

Organiza: Centro Cultural de España

Cuándo: martes 25 de octubre

Hora: 7 p.m.

Dónde: Centro Cultural de España, Barrio Escalante

Coordinan: Agustín Gutiérrez y Gaby Arguedas

Entrada gratuita

Más información: www.ccecr.org o al tel.: 2257-2919



 

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