Cultura

Feria del libro, motor del sector literario de Costa Rica

Con invitados internacionales de la talla de Juan Villoro, Rita Dove y Fernando Iwasaki, la Feria del Libro se podrá disfrutar

Con invitados internacionales de la talla de Juan Villoro, Rita Dove y Fernando Iwasaki, la Feria del Libro se podrá disfrutar del 25 de agosto al 3 de setiembre.

Desde hace 18 años, la Feria Internacional del Libro (FILCR) convoca el encuentro y el intercambio literario entre escritores y lectores, editoriales y librerías de una gran diversidad de proveniencias tanto nacionales como extranjeras.

Producido por la Cámara Nacional del Libro en conjunto con el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) y con un presupuesto de ¢245 millones, en su aniversario número 18 la FILCR se realiza en la Antigua Aduana, la Casa del Cuño, el Teatro La Aduana “Alberto Cañas Escalante” y la explanada del complejo, del viernes 25 de agosto al domingo 3 de setiembre con entrada gratuita.

Además, otras sedes son el Museo Dr. Calderón Guardia, la Sala España de la Biblioteca Nacional y el Centro Nacional de la Cultura (Cenac).

La FILCR ofrece una programación relacionada con el mundo literario como charlas, presentaciones de novedades, talleres y conversatorios, a las que se suman presentaciones paralelas como obras de teatro, cuentacuentos y poesía escénica, entre otras manifestaciones artísticas.

La edición 2017 no tiene país invitado. Sin embargo, esta ausencia es compensada con la presencia de 10 autores internacionales de la talla de Juan Villoro (México), la Rita Dove (Estados Unidos), Fernando Iwasaki (Perú), Alejandra Costamagna (Chile), así como Carlos Fonseca (Costa Rica-Puerto Rico), Mayra Santos-Febres (Puerto Rico), y Ángela Saballos (Nicaragua), Miguel Huezo y Horacio Castellanos (El Salvador).

En total, la feria convoca a 90 expositores entre casas editoriales, colectivos, librerías y escritores independientes que se distribuyen entre la nave principal de la Antigua Aduana con más de 55 estands y la Casa del Cuño con 35.

Este año, el emblemático edificio de vidrio, que desde hace cinco años es el espacio exclusivo de editoriales y escritores independientes, también alberga expositores en el segundo piso, con la intención de ampliar la oferta de libros de la FILCR.

La edición 2017 rinde homenaje a la Universidad Estatal a Distancia (UNED) en su calidad de institución benemérita de la educación y la cultura, así como a las editoriales de la Universidad de Costa Rica (UCR), la Fernández Arce, Montemira y Francesa; a los escritores Carmen Naranjo, Jorge Debravo y Carmen Lyra de Costa Rica; al premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez y al músico costarricense Fidel Gamboa.

Espacio dinamizador

La FILCR es un evento que se ha convertido en un motor fundamental del desarrollo de la producción literaria del país al generar una ventana de oportunidad para las editoriales, librerías y escritores nacionales, y a la vez acercar al público lector al mercado de la industria del libro.

De esta forma lo exponen los especialistas consultados por UNIVERSIDAD, a tan solo pocos días de la inauguración de la feria el viernes 25 de agosto.

Aunque se lleva a cabo una vez al año, este “megaevento” (como lo califica Luis Bernal Montes de Oca, presidente de la Cámara del Libro) configura idealmente un espacio de encuentro para el diálogo, la conversación y el debate público en torno a las propuestas librescas nacionales e internacionales, según opina Gustavo Solórzano-Alfaro, editor de la Euned.

“Una feria dinamiza el entorno social y cultural de una determinada región”, continúa Solórzano, cuya editorial presenta 60 títulos nuevos en la FILCR 2017, entre los que destaca Zona en territorio del alba, de Eunice Odio, publicado por primera vez de forma íntegra en nuestro país.

Para Jonatan Lépiz de Ediciones Espiral este espacio dedicado al libro también ha generado “una simbiosis muy particular con el sector editorial independiente porque ha cambiado la dinámica de publicación; la mayoría publican ahora para la feria”, reconoció.

Lépiz considera que la feria no solo aumenta las posibilidades de adquirir libros aunque sea una vez al año, sino que permite establecer contacto y vínculos con los autores costarricenses y del extranjero mediante las charlas, conversatorios y talleres programados.

Tal es el caso de los invitados internacionales que visitan la XVIII FILCR. Para Lépiz son escritores que poseen una larga trayectoria, como sucede con el peruano Fernando Iwasaki, quien renovó la literatura en los 90. “Te acercás a autores que pensabas que nunca ibas a conocer”.

En ese mismo sentido, Lépiz se refiere al mexicano Juan Villoro, reconocido como uno de los escritores más importantes de los últimos años en América Latina. “Ha publicado con Anagrama, es todo un referente literario intergeneracional, que empezó en los 90 y que logró remozar la literatura ante el periodo del boom”.

La dueña de la librería Duluoz, Andrea Mikus, confiesa que para ella la FILCR provoca un “momentum” único que posee una gran importancia cultural para el sector de las librerías y editoriales independientes.

Mikus se declara “súper fan de la idea de la Casa del Cuño”, pues los junta de forma que tiene un impacto concreto para el público. “Sería medio absurdo que la gente no pudiera visitar la oferta nuestra al no estar representado el sector en la feria”, dijo.

De acuerdo con Mikus, este espacio dedicado a la promoción y venta de libros los ha fortalecido como sector, en un marco de apoyo auspiciado por el Ministerio de Cultura y la Cámara del Libro.

La feria detonó una conexión que se fue incorporando al tejido creado por el trabajo conjunto del sector independiente, afirma la librera.

De este modo, las ferias del libro se han conformado en motor del mercado del libro, según Óscar Castillo, de Uruk Editores y asociado de la Cámara del Libro, quien participa en la organización de la FILCR.

“La producción literaria de los últimos años, la capacidad de creación y el crecimiento no solo en cantidad de obras sino en calidad son características que proceden de la feria; es una efervescencia creativa. La feria ha ido creciendo porque hay esa efervescencia y la feria se convierte, a su vez, en una motivación para esa efervescencia”, aduce Castillo.

Con todo y esta dinamización del sector, Luis Bernal Montes de Oca de la Cámara del Libro, señala como un desafío la necesidad de invitar el país invitado con al menos tres años de antelación. “Estamos intentando con Alemania para el 2018”, detalló.

Castillo suma a este objetivo, la definición de fechas fijas para la feria en junio y no agosto setiembre como sucede en la actualidad, de modo que se logre concretar el país dedicado incluso en las ediciones hasta el 2020.

De acuerdo con Castillo, la incertidumbre de las fechas ha debilitado el carácter internacional de la feria, que este año “se recupera con la participación de escritores internacionales de muy bien nivel, y la participación de editoriales extranjeras”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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