Cultura

Escritores latinoamericanos iluminarán la Feria del Libro

Juan Villoro, el escritor y cronista, es la figura más destacada entre los visitantes del extranjero que estarán en la Feria del Libro

Escritores de Latinoamérica iluminarán la XVIII Feria Internacional del Libro de Costa Rica, que empezará el 25 de agosto y terminará el 3 de septiembre.

Tal es el caso de los mexicanos Juan Villoro y Benito Taibo; del peruano Fernando Iwasaki; del puertorriqueño Carlos Fonseca; de la nicaragüense Ángela Ceballos; la estadounidense Rita Dove; la chilena Alejandra Costamagna y los salvadoreños Miguel Huezo y Horacio Castellanos.

De todos ellos el más dado a la polémica, o al menos así lo han propiciado varios de sus textos, entre los que destaca El asco, es Castellanos.

Juan Villoro es el escritor más reconocido que estará en la Feria del Libro.

Villoro es la figura internacional de mayor peso entre los extranjeros que estarán en la Feria, por el lugar que se ha forjado en el campo del ensayo, la crónica periodística e incluso el relato de fútbol.

Villoro es heredero de aquellos intelectuales que no se avergüenzan de escribir sobre fútbol, territorio en el que abrieron brecha el poeta Rafael Alberti con ese inolvidable poema a Platko; Mario Benedetti con “Puntero izquierdo” y muchos otros textos, así como
Eduardo Galeano con Fútbol a sol y sombra.

De la herencia del “negro” Roberto Fontanarrosa, en cuanto al gusto por el tema del fútbol, así como de Osvaldo Soriano, cuyo perfil sobre Obdulio Varela, capitán del Uruguay que ganó la Copa del Mundo en 1950 y que dejó el inolvidable Maracanazo, también ha bebido Villoro.

El ensayista y cronista mexicano tiene un libro que es referencia entre quienes gustan de la literatura relacionada con el fútbol, y ese texto es: Dios es redondo.

Hay que agregar que Villoro ha desarrollado una intensa carrera como articulista,
periodista, cronista, y lo ha hecho en una amplia cantidad de medios como Nexo, Proceso, La Jornada y Unomásuno.

Aficionado al Necaxa y al Barcelona, Villoro ha sabido combinar y cruzar fronteras entre la crónica deportiva y la literaria. Su padre, Luis Villoro fue uno de los más connotados filósofos del México contemporáneo.

A la par de su carrera como escritor, se ha desempeñado como profesor de literatura en prestigiosas universidades como Yale, UNAM, Pompeu Fabra y Princeton.

Imán de jóvenes

Miguel Huezo ha tratado la guerra de su país, El Salvador, en su literatura.

El caso de Benito Taibo es bien diferente del de Villoro, pues este escritor se dirige sobre todo a los jóvenes lectores, a los que ha podido enganchar con títulos como Persona normal, Desde mi muro y Corazonadas.

La jovialidad que tiene en su vida, Taibo es capaz de trasladarla a su obra y una foto del argentino Daniel Mordzinski retrata a las mil maravillas a este hombre de 56 años, hijo de Paco Ignacio Taibo I, quien a su vez fuera escritor y periodista.

En la mencionada fotografía, Benito va haciendo equilibrio en su bicicleta con algunas dificultades, y con su cigarrillo en la boca, mientras procura mantenerse a salvo de su propia impericia para el manejo.

Benito es hermano de Paco Ignacio Taibo II, quien no solo fundó el festival de novela negra de Gijón, uno de los más reconocidos en el mundo, sino que su estilo y su apuesta por la novela policíaca renovó el género en México.

La saga del ya famoso Héctor Belascoarán Shayne es obra de colección entre los seguidores del género. Benito Taibo anda lejos de meterse entre esas cloacas de la corrupción mexicana y más bien apuesta por incentivar la lectura entre los más jóvenes, y por tal motivo asegura que lo importante no es por dónde comience un lector, sino dónde termine.

Palabras similares había expresado el Premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez, quien sostuvo que lo relevante era dónde terminara el lector tras su largo recorrido, sin importar si se hubiese empezado, incluso, por los libros de autoayuda.

Horacio Castellanos hizo de El asco su novela más reconocida.

Así que no es de extrañarse que en la Feria Internacional del Libro de Costa Rica, que se realizará entre el 25 de agosto y el 3 de septiembre, se vea a Benito Taibo rodeado de una “turba” de jóvenes, a quien sabe llegarles con un discurso llano, pero a la vez de un hombre cultivado y enamorado de la literatura, porque eso fue lo que le inculcaron su madre, a quien a su fallecimiento retrató como una mujer que fue capaz, siempre, de hacerle un monumento a la solidaridad, y su padre, el cual estuvo vinculado a las letras por los cuatro costados de la vida.

Centroamericanos reconocidos

Horacio Castellanos y Miguel Huezo hacen que al evocarlos surja la pregunta y de por qué esta vez no invitaron a Sergio Ramírez, quien no solo vivió mucho tiempo en Costa Rica, sino que es un hombre que siempre anima estos encuentros, como es el caso de Centroamérica cuenta, actividad que el escritor impulsa desde hace seis años en su natal Nicaragua.

En el caso de Castellanos, con la historia de El asco, la narración de la vida de Thomas Bernhard en El Salvador, y sus historias cortas, entre las que se pueden citar ¿Qué perfil es usted, doña Berta?, Perfil de Prófugo y El gran masturbador, es uno de los escritores que más paso se ha abierto en la región.

Con La diáspora, Castellanos ganó en 1988 el Premio Nacional de Novela de El Salvador. En la Feria del libro participará en varias actividades, entre ellas en un conversatorio que será coordinado por el escritor Álvaro Rojas, quien este año debutó en el ámbito novelístico con Greytown.

En relación con Miguel Huezo, se ha de decir que se desenvuelve tanto en el ámbito periodístico, en el que ha cultivado la columna, como el ensayo, la novela y la biografía.
Su producción ha sido sostenida en su ya larga vida literaria, en la que registra 13 libros en los géneros antes citados.

En Camino de hormigas, Huezo se adentra en el conflicto salvadoreño, que fue uno de los más cruentos en el ámbito centroamericano y que dejó cerca de 75.000 muertos y numerosos desaparecidos.

Tras los acuerdos de 1992, que pusieron fin a una guerra que obligó a una amplia parte de la población a emigrar del país, la literatura ha comenzado a apropiarse de ese delicado período histórico y ha comenzado a contar lo ocurrido desde diversos puntos de vista.

En la Feria Internacional también estará Iwasaki, quien se ha movido entre la novela, el periodismo y la docencia universitaria, y Carlos Fonseca.

Carlos Fonseca representará a Puerto Rico, aunque es costarricense de nacimiento.

Como se puede apreciar en este breve recorrido, la mayoría de los invitados internacionales manejan un bajo perfil, con la excepción de Villoro y Castellanos; la mayoría de ellos tiene en su haber una producción sostenida a lo largo de varios años, lo que revela su dedicación y empeño.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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